Cuando parecía que el oficialismo y la oposición acercaban posiciones sobre el proyecto de Ley de Necesidad Pública que reclama el gobernador Omar Perotti, las negociaciones se estancaron. Los legisladores del Frente Progresista elaboraron su propia versión, con varios cambios respecto del texto original y facultades mucho más acotadas para el Poder Ejecutivo. Y los ministros encargados de la negociación –Esteban Borgonovo y Rubén Michlig– debieron ir a la Legislatura a intentar acordar un dictamen para que se vote en el recinto en la sesión de este jueves, algo que hasta el momento parece incierto.
Durante el fin de semana largo, los senadores del PJ estaban confiados en lograr la media sanción de la Ley de Necesidad Pública esta semana, para que luego el tema sea tratado por la Cámara de Diputados y el gobernador Perotti pudiera contar, lo antes posible, con las herramientas que le pidió a la Legislatura.
Este miércoles, diputados y senadores del Frente Progresista hicieron su propia versión del proyecto y se lo presentaron a los senadores del PJ. Allí comenzaron las diferencias. Desde la Casa Gris, que monitorea las negociaciones a través de los ministros de Gobierno y de Gestión Pública, entienden que la versión opositora de la ley no satisface las necesidades de Perotti ya que recorta casi a cero las herramientas que pedía el gobernador.
Por si faltaran condimentos, los jefes de los bloques de diputados y senadores del Frente Progresista anunciaron una conferencia de prensa que iba a realizarse en la tarde del miércoles en la Legislatura. Allí darían detalles sobre los cambios que pretendían introducir en el proyecto oficial, pero minutos antes de la hora anunciada resolvieron suspender la conferencia a la espera de una devolución, por parte del Ejecutivo, de las sugerencias que hicieron llegar a través de los ministros a cargo de las negociaciones.
Borgonovo y Michlig volvieron a la Legislatura por la tarde y se encerraron en la sala de reuniones del Senado con los principales referentes peronistas de esa cámara –Armando Traferri, Alcides Calvo y Rubén Pirola– y con el jefe del bloque de senadores del Frente Progresista Felipe Michlig. Al cierre de esta edición, seguían las conversaciones en busca de un punto de equilibrio entre lo que pide Perotti y lo que está dispuesto a votar el principal espacio opositor, que controla la Cámara de Diputados y tiene allí el número suficiente como para archivar el tema, tal como ocurrió con el primer proyecto de emergencia a fines de diciembre.
Mientras los ministros Borgonovo y Michlig dialogaban a puertas cerradas con los referentes de la Cámara alta, por los pasillos de la Legislatura iban y venían diputados, senadores y asesores. Nadie podía confirmar a ciencia cierta si la sesión de este jueves se concretaría y, en tal caso, si el proyecto llegaría a tratarse en el recinto.
Hacia el atardecer la vicegobernadora Alejandra Rodenas llegó a la Legislatura y conversó un rato largo con el ex ministro de Economía Gonzalo Saglione, uno de los asesores del Frente Progresista en la Cámara baja. Los senadores Lisandro Enrico (UCR), Marcelo Lewandowski, Guillermo Cornaglia, Joaquín Gramajo, José Baucero y Eduardo Rosconi (PJ) y los diputados del Frente Progresista Joaquín Blanco, Fabián Palo Oliver, Gabriel Real y Maximiliano Pullaro seguían las negociaciones desde los pasillos sin poder confirmar ni desmentir que haya acuerdo político y, por tanto, Ley de Necesidad.
El principal punto de discordia son las facultades que pide Perotti y que quiere limitar la oposición. En el texto original se pide autorización para que el Ejecutivo pueda tomar deuda por 27 mil millones de pesos –además de los 12 mil millones ya autorizados en el presupuesto 2020– pero el Frente Progresista quiere, a cambio de ese aval, garantías de parte del gobierno de que habrá asistencia financiera para los municipios y comunas, que atraviesan dificultades económicas similares a las de la provincia.
Otro punto que generó debate es el pedido, de parte del gobierno, de facultades extraordinarias para el ministro de Seguridad Marcelo Saín (la declaración de la emergencia en esa área es uno de los capítulos centrales del proyecto). Los legisladores del Frente Progresista no están dispuestos a aprobar ese ítem y las últimas declaraciones del ministro, en medios de alcance nacional, sumaron aún más ruido a las negociaciones de por sí complejas.
En medio del tire y afloje entre oficialistas y opositores, la visita del presidente Alberto Fernández este jueves a Rosario aporta aún más incertidumbre sobre la posibilidad de que el Senado reúna quórum para sesionar. No son pocos los legisladores del PJ que pretenden ir a Rosario a participar de las actividades oficiales. Solo un acuerdo político entre los dos espacios principales –el PJ y el Frente Progresista– garantizaría que haya sesión y que se vote la media sanción de la Ley de Necesidad Pública.