Matías Burstein, de 41 años, se convirtió en el octavo argentino fallecido luego del ataque perpetrado en Israel por fuerzas de Hamás, según confirmó este miércoles su familia y la Cancillería.
En tanto, otros 15 ciudadanos argentinos todavía permanecen desaparecidos, entre ellos la esposa de Burstein.
El hombre había concurrido a la fiesta electrónica el sábado 7 de este mes, cerca de la Franja de Gaza, cuando se produjo la incursión de los terroristas musulmanes, quienes asesinaron y secuestraron a miles de espectadores. Desde entonces sus allegados no tenían noticias sobre su paradero, por lo que sospechaban que había sido capturado por Hamás.
El hombre, padre de dos niñas de 9 y 12 años, había ido a ese evento con su esposa Einav, quien sigue desaparecida.
La madre de Burstein, Fanny Surpin, escribió en la red social Facebook que su hijo «fue asesinado a sangre fría por Hamás», y añadió que todavía guarda «alguna esperanza de recuperar a nuestra nuera».
Asimismo, se lamentó por el «cruel final» que encontró su hijo, quien fue secuestrado por las fuerzas de Hamás y luego asesinado, en medio del caos generalizado por ese episodio, que desató un conflicto bélico en la región.
La última imagen de Burstein con vida se vio en medio de un atasco de tránsito en una ruta, donde se quejaba -en hebreo- por ese inconveniente.
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De esta manera, Burstein se convirtió en el octavo argentino muerto tras el estallido del conflicto, ya que anteriormente se habían confirmado los fallecimientos de Ronit Rudman, Roland Sultan, Silvia Mirensky, Tair Bira, Laura Kofman, Rodolfo Skariszewski y Abi Korin.
Ante el cariz de los acontecimientos, el gobierno argentino dispuso el envío de diferentes aeronaves para traer de regreso a quienes habían solicitado la repatriación.
El conflicto, que lleva diez días, ya dejó miles de muertos y puede tener derivaciones insospechadas si se involucran otros países de la región.