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Se conoce «Lleno de ruido y dolor», una película filmada en Bariloche y basada en hechos reales

Presentada como un western patagónico, el film es la ópera prima de Nacho Aguirre y se conocerá este jueves en Cine.ar Tv y a partir del viernes quedará disponible en la plataforma Cine.ar Play

Este jueves se conocerá Lleno de ruido y dolor, un film presentado como un western patagónico que, bajo la dirección de Nacho Aguirre, postula que «la Patagonia no siempre fue un paraíso» y cuenta con las actuaciones de Emanuel Gallardo, Facundo Sáenz Sañudo, Juan Manuel Alari y Emilio Bardi. El film se podrá ver este jueves y el sábado, a partir de las 22, por Cine.ar Tv y a partir del viernes en Cine.ar Play, gratis por una semana. 

La película también tendrá proyecciones en autocines como el de la Estación de tren de Bariloche (el miércoles) y el de la Base del Cerro Catedral (el sábado).

La película sigue a Soria, un joven inexperto, que se une a dos bandoleros para robar el banco de un pequeño pueblo de la Patagonia. Pronto se da cuenta de que cometió el peor error de su vida al unirse a la banda y es obligado a matar por primera vez. Los rencores y miserias de los tres los llevan por caminos diferentes a los planeados. Un tenaz comisario acostumbrado a tomar la justicia por su propia mano comienza a buscarlos. La banda se ve entonces envuelta en una persecución policial que los arrastra hasta sus propios límites.

Lleno de ruido y dolor, es la ópera prima de Nacho Aguirre, filmada en Bariloche y alrededores y está basada en hechos reales de una crónica policial ocurridos en 1928, y se aclara que está cargada de altas dosis de violencia. Aguirre nació en Esquel y vive en Bariloche, formó parte de la selección oficial 2020 del Almería Western Film Festival, una cita obligada del cine de este género, y además fue programado en varios festivales patagónicos y uno de sus actores, Emanuel Gallardo, fue premiado como mejor actor en el FAB Festival Audiovisual Bariloche en 2019.

«El rodaje se llevó adelante en 2018, durante cinco semanas», relató el director y reproduce la gacetilla de prensa que anuncia el film. «Trabajamos en locaciones diversas de los alrededores de Bariloche, que incluyen paisajes tan diferentes como la dorada estepa, o la montaña con sus bosques, lagos y arroyos. Al ser una película de época no podía haber rastros de la vida actual en la imagen, y la búsqueda de locaciones estuvo orientada en ese sentido. Incluso, algunos lugares están exactamente igual que en 1928», apuntó.

«Se trabajó con un especialista en efectos especiales, que proveyó y asesoró en cuanto al uso de las armas que debían corresponderse con la época. La fotografía fue realizada por Hans Bonato, camarógrafo y fotógrafo en películas de Alejandro Agresti», puntualizó.

Para Aguirre filmar en el lugar donde creció fue una experiencia «muy significativa». «Tuvimos apoyo de la Municipalidad de Bariloche tanto de la Secretaría de Cultura, como de la de Turismo, de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, del Gobierno de Río Negro entre otros, que fortalecieron a la producción. La gente de Bariloche aportó algunos tesoros familiares que se usaron en la ambientación, casas históricas, vestuario, y estaban muy pendientes del desarrollo de la filmación», contó el realizador al tiempo que sobre el título del film explicó: «Lleno de ruido y dolor surge de un poema que El Turco, el patrón de estancia, le quitó a un anarquista que él mismo fusiló, y que habla de la Patagonia como «el espacio justo donde las grietas son el descanso de los ningunos, la libertad del más fuerte. La impaciencia de quien no sabe por qué respira. Un dibujo en el mapa lleno de ruido y dolor»”.

«Yo conocía una crónica policial de 1928 que contaba los atroces delitos cometidos por unos bandoleros en el paraje La Lipela, junto al río Limay, a 70 km de mi ciudad», contó Aguirre. Y continúo: «De chico, íbamos con mis padres y mis hermanos a pasar la tarde. Tan cerca y familiar, pero a la vez lo suficientemente lejos en distancia y en tiempo como para parecer algo totalmente ajeno. Y eso también forma parte de esta región. Me pareció que el dramatismo de esta historia servía para mostrar una Patagonia alejada de la postal turística, una que tuviera otros matices, que fuera aventura y realidad. Una que mostrara la violencia intrínseca de esta región solitaria».

Lleno de ruido y dolor es un retrato de la violencia en la Patagonia de los años 20. «Tal como en la actualidad, al salir de los centros urbanos, la desolación se apoderaba de todo. Y en aquellos primeros años del siglo XX la estepa y los bosques patagónicos eran el lugar propicio para el robo de ganado, el asalto a los almacenes de ramos generales, y la agresividad a veces desmedida de los bandoleros. Pero la violencia no sólo era ejercida por pistoleros: la región se había construido sobre la sangre de los pobladores originarios para que los poderosos terratenientes se repartieron sus tierras», explicó y definió al film como un «western sucio». «La vida rural de hace 100 años era esta, y no la visión aventurera y romántica, en la que hasta Butch Cassidi y Sundance Kid son imaginados con añoranza. Me interesa más el lado agreste y sórdido de aquellos años. Mostrar que, en realidad, la Patagonia era también un territorio rudo y salvaje alejado de las ciudades; que la violencia era parte de la vida diaria», agregó.

El film cuenta con la particularidad de tener un equipo técnico de la región. «El 85% de los técnicos y de los actores son de Bariloche o la región. Quisimos sentar el precedente de que se puede hacer un cine representativo y atractivo, utilizando al máximo las capacidades profesionales y las locaciones increíbles con las que contamos. Y estoy seguro que lo logramos».

El abanico de personajes que presenta Lleno de ruido y dolor incluye a Román (Sáenz Sañudo), un tipo calculador, frío, un violento controlado y el líder de la banda; a Foster (Alari) quien resuelve cualquier problema que le surja con el revólver y quiere ser el líder de la banda, pero, al mismo tiempo, sabe que mientras esté Román no podrá serlo. Entonces dice que en esta banda no hay jefes. También está Soria (Gallardo) que es el nuevo. Es dócil, quiere tener un futuro tranquilo a partir de lo que logren en el robo. Tiene algunos remordimientos por la manera, sin escrúpulos, con la que se manejan sus compañeros. Su única fortaleza aparente es saber usar los explosivos que se utilizarán en el robo al banco.

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