La vacuna BCG es crucial para proteger contra diversas enfermedades y se cumplen 102 años de su primera aplicación que permitió enfrentar las formas graves de la tuberculosis, dolencia que continúa siendo una de las de mayor mortalidad a nivel global.
“La pandemia de coronavirus y las desigualdades socioeconómicas revirtieron años de progreso en la lucha contra la tuberculosis y aumentaron la carga sobre los afectados, especialmente en los más vulnerables”, indicó el Dr. Reynaldo Smith, médico Staff del Servicio de Neumonología del Hospital Británico.
Se estima que en 2021, 10,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,6 millones fallecieron por esta causa, mientras que en la región, las muertes fueron 32.000.
“La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. En las personas sanas, la infección no suele causar síntomas porque el sistema inmunitario de la persona actúa para bloquear la bacteria”, explicó el especialista.
En esta línea, advirtió que es clave la aplicación de la vacuna BCG “para proteger de las formas graves de tuberculosis, como la meningitis, a las personas menores de 5 años, especialmente menores de 1 año”.
La forma de transmisión de esta enfermedad es de una persona a otra a través de gotitas de aerosol suspendidas en el aire, que fueron expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa.
Sobre la vacuna BCG
BCG significa Bacilo de Calmette y Guérin y la vacuna fue creada el primero de julio de 1921 por Léon Calmette y Alphonse Guérin, dando origen al nombre. Esta vacuna protege contra las formas graves de la enfermedad, como la meningitis tuberculosa y la tuberculosis miliar (diseminada por el cuerpo a través de la corriente sanguínea).
La BCG puede colocarse en prematuros a partir de las 32 semanas y con peso superior a 1.500 gramos, mientras que la edad límite para aplicar esta vacuna en niños no vacunados es hasta antes de cumplir los 7 años. La revacunación con BCG no demostró protección adicional y no se recomienda.
Síntomas de la tuberculosis
– Tos
– Expectoración a veces con sangre
– Decaimiento
– Fiebre
– Sudoración nocturna
– Escalofríos
– Fatiga
– Malestar
– Pérdida de apetito
– Pérdida de peso