Las denuncias por ciberacoso aumentaron en forma significativa durante la pandemia. Los datos se develaron en una reunión de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo, el Ministerio Público de la Acusación dio a conocer datos relativos a este tipo de violencia donde se debatió el tema junto a organizaciones. En lo que va de 2020 hubo más denuncias de casos de ciberacoso que en todo 2019. Del encuentro participaron integrantes del Ministerio Público de la Acusación, de la fiscalía especializada en delitos sexuales, integrantes de las organizaciones Mamá en Línea y de la ONG “Si nos reímos, nos reímos todos”.
La concejala Susana Rueda, presidenta de la comisión de Derechos Humanos, manifestó que estos datos tienen que ver con la cantidad de horas que los jóvenes pasan online, en el marco de la pandemia y las medidas de aislamiento. «Los datos son concluyentes: en 2019 se remitieron 539 casos, y en lo que va del 2020, ya se remitieron 737 casos en toda la provincia. En el Gran Rosario, este año ya llevan 208 reportes, cuando en todo el 2019 totalizaron los 220, lo que muestra el aumento generalizado de estos delitos”, señaló.
Del total de casos pertenecientes a delitos cibernéticos, el 80 por ciento pertenece a casos por pornografía infantil. Respecto a los delitos de grooming específicamente, hay 37 casos en lo que va de este año solamente en la fiscalía especializada en ciberdelitos de la ciudad de Rosario.
La fiscal de la Unidad de Delitos de Índole Sexual, Nora Marull, en diálogo con LT8 dijo: «Nuestra fiscalía está especializada en violencia sexual y de género y recibe los reportes que llegan desde el Cuerpo de Investigaciones Sexuales, de reciente creación y que está a cargo de la doctora Dupuy, la profesional que llevó adelante el Caso Garrahan. Ese cuerpo recibe reportes de todo el mundo y deriva a cada provincia. En el caso de Santa Fe, Rosario es el nodo que hace las sub derivaciones».
En el marco de la reunión virtual del Concejo, Marull contó: “Hay un sistema informático para combatir la pedofilia, argentino, al que accedemos permanentemente para ver los reportes y hacer esas subderivaciones. El año pasado hubo 49 casos de grooming reportados por denuncias, mientras que en lo que va de éste tenemos 37 casos. En grooming no hubo un gran aumento, pero sí en pornografía en general. Incluso, este año tuvo lugar el juicio más grande por grooming en nuestro país, el que llevó adelante la doctora Alejandra Raigal y que terminó con una condena de 20 años de prisión para el culpable de cometerlo contra 20 niñas, dos de las cuales sugrieron abuso sexual con acceso carnal.
Estos delitos, detalló, tienen distintas etapas: «creación de un lazo de amistad; persuasión; intercambio de fotos; parte extorsiva, y engaño». Facebook, Instagram, TikTok, juegos de computadora son las posibles «puertas de entrada» para los acosadores.
La concejala Rueda planteó la importancia de actuar rápidamente ante este tipo de casos, de hablar permanentemente con hijas e hijos: «Es importante denunciar porque muchos delitos no se denuncian y dejan huellas en los niños, niñas y adolescentes que lo padecen. Como padres, como madres, hay que estar atentos».
En sintonía, la fiscal dijo: «Hablar y seguir de cerca lo que consumen los niños en celulares y computadoras. No hay que minimizar el poder de persuasión de estos delincuentes, que usan perfiles ‘armados’ y entran por donde saben que un adolescente puede caer, y luego hacer la denuncia, tanto en la comisaría como en la página web del Ministerio Público de la Acusación».
Por otra parte, en la reunión de Derechos Humanos estuvieron presentes organizaciones que trabajan la misma problemática y que remarcaron la inminente aprobación de la “Ley Micaela Ortega”, que obtuvo media sanción el mes pasado en el Congreso Nacional y apunta a establecer una campaña de sensibilización en este tema. La iniciativa es dedicada a la menor de Bahía Blanca asesinada en el 2016 después de haber sido engañada en la red.
¿Qué es el grooming?
Es el acoso sexual virtual a niñas, niños y adolescentes a través de acciones deliberadas por parte de un adulto con el fin de establecer lazos de amistad con un menor con fines sexuales. Algunos simulan ser niñas o niños, utilizan tácticas de seducción, provocación y envío de imágenes con contenido pornográfico vulnerando la intimidad de las víctimas. El adulto consigue, muchas veces, que sus víctimas se desnuden o realicen actos de naturaleza sexual; proceden al chantaje de ellos para obtener material o para efectuar un encuentro.
En Argentina, el grooming está penado con prisión de 6 meses a 4 años a aquel que «por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma».
Ante este tipo de delitos es importante preservar la información recibida y no borrarla y denunciar o reportar de inmediato para que pueda preservarse el perfil desde el cual se realiza el acto delictivo.
