El incidente conmocionó a numerosos transeúntes que en la tarde de este jueves pasaban por Montevideo, entre Presidente Roca y España: un hombre al volante de su auto se había descompensado y quedado inmóvil al volante de su vehículo. Algunos intentaron romper los vidrios hasta con un matafuegos para socorrerlo. El conductor fue trasladado finalmente hasta el Heca por una ambulancia del Sies tras realizarle maniobras de resucitación, pero falleció apenas ingresado al hospital de emergencias. Después se supo que se trataba del empresario Juan Alberto Nyffenegger, de 69 años, quien había sido titular del Ente de Turismo Rosario (Etur) durante la intendencia de Miguel Lifschitz y vicepresidente de la aerolíneas Sol, perteneciente a la empresa turística rosarina Transatlántica que creció al compás de fuertes subsidios nacionales y provinciales.
Nyffenegger sufrió una descompensación cardíaca cuando manejaba por el centro su Citroen C4 Lounge, alrededor de las 16.30 de este jueves. Fue evidente para los que pasaban por allí el problema de salud, porque el auto quedó parado en la calle con el hombre inconsciente al volante. Algunos intentaron romper los vidrios, sin éxito, porque el vehículo del empresario los tenía blindados.
Personal de Bomberos que llegó al lugar tras el aviso del incidente consiguió romper la luneta del Citroen y médicos de una ambulancia del Sies estuvieron casi media hora practicándole maniobras de resucitación a Nyffenegger. Cuando pareció que lo habían estabilizado, lo trasladaron hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Pero falleció instantes después de ingresar.
El empresario había nacido en Buenos Aires. Llegó a Rosario como directivo de Aerolíneas Argentinas. En diciembre de 2003, el entonces intendente Lifschitz lo nombró como presidente del Etur. De vuelta en la actividad privada, fue vicepresidente de la empresa Sol Líneas Aéreas, cargo al que renunció en noviembre de 2014.
Esa aerolínea había nacido en 2006 a partir de un convenio entre el gobierno de la provincia de Santa Fe –entonces comandado por Jorge Obeid– y la empresa turística rosarina Transatlántica SA con el objetivo de hacerse cargo de rutas no cubiertas por otras aerolíneas nacionales.
Caída de Sol y siniestro
La compañía se expandió al calor de fuertes subsidios provinciales y nacionales, éstos últimos por parte de Aerolíneas Argentinas, que duraron hasta que el 14 de enero de 2015 la entonces presidenta de la línea renacionalizada, Isela Constantini, rescindió el contrato. Poco después, la firma rosarina presentó la quiebra.
Antes, había sufrido un fuerte revés: la noche del 18 de mayo de 2011, una,aeronave operada por la empresa que había partido desde Neuquén con destino a Comodoro Rivadavia se estrelló, cerca de las 22, en el paraje de Prahuaniyeu, a 500 km de Bariloche. Era el vuelo «SOL 5428». Ninguno de los 22 ocupantes sobrevivió al siniestro.
La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) publicó en 2015 el informe final sobre el caso: allí se señala que la pérdida de control de la aeronave y su impacto contra el terreno se produjo por formación severa de hielo en el avión.