Hasta hace muy poco se creía que la mujer retratada en un cuadro de la Royal Holloway Academy, una de las más famosas universidades de Inglaterra ubicada en Surrey y que tiene una galería con pinturas valiosas de fines del siglo XIX, era Emily Penrose, directora de tres universidades de mujeres en el Reino Unido.
Pero no era así y alrededor de cinco generaciones de autoridades del lugar, expertos y visitantes de todo el mundo vivieron engañados.
Nacida en 1847, Millicent Fawcett, fue una de las líderes del movimiento sufragista de Inglaterra durante más de 50 años. Pionera de las luchas feministas en una época donde tales audacias eran impracticables, a lo largo de su vida Millicent Fawcett también promovió la educación de las mujeres en todas las disciplinas, incluso las más técnicas, y su derecho a voto. Sin embargo, su reconocimiento no llegaría hasta bastante más tarde.
De hecho, el propio parlamento británico recién le rindió un homenaje en 2017, cuando se emplazó una estatua frente a su sede, que de ese modo se constituyó en la primera y única dedicada a una mujer.
Pionera del sufragio femenino
En 1897, Millicent Fawcett había reunido dos sectores con enfoques diferentes del movimiento sufragista bajo la Unión Nacional de Sociedades de Sufragio de Mujeres y asumió la presidencia en 1907.
Las estrategias de Fawcett para ganar el voto para las mujeres se basó en posturas que privilegiaban el derecho igualitario ante la elección de las autoridades políticas y un fuerte énfasis en la educación pública como pilar insustituible para poder elegir de la forma más racional posible.
Inicialmente participó de la Unión Social y Política de las Mujeres, dirigida por Emmeline Pankhurst, otra activista política británica y también líder del movimiento sufragista y afín al Partido Laborista independiente.
Cuando los sectores más radicalizados del partido laborista que estaban encarcelados organizaron huelgas de hambre, Fawcett expresó su admiración por su coraje y comenzó una campaña por su liberación aunque nunca había aprobado la violencia como método de disputa del poder.
Fawcett centró sus esfuerzos de sufragio en un proyecto de ley para hacer votar a las jefas de hogar solteras y viudas, algo muy resistido en Gran Bretaña. Durante la Primera Guerra Mundial Fawcett creyó que si las mujeres apoyaban el esfuerzo de los hombres en la guerra, el sufragio femenino surgiría naturalmente al final de la contienda.
No se equivocaba demasiado aunque sus compañeras militantes le habían recriminado el apoyo a la guerra. En 1919 el Parlamento británico aprobó la Ley de Representación del Pueblo, lo que permitía que las mujeres británicas mayores de treinta años pudiesen votar.
Recién descubierta
A partir del famoso cuadro, a Fawcett se la comenzó a nombrar como nunca había ocurrido durante su vida, y después, y muchos sectores feministas se interesaron por sus luchas militantes y la destacaron como un personaje histórico al que había que tener en cuenta. Es más, algunos conocían su nombre pero no su aspecto físico.
Y todo ocurrió porque Millicent Fawcett es la protagonista del cuadro exhibido desde hace años en la colección de la Royal Holloway University. La pintura muestra a una mujer de mirada profunda que parece concentrada en algo ligeramente a distancia.
Hasta ahora se creía que se trataba de otra pionera en la educación, Emily Penrose, directora de tres universidades de mujeres en el Reino Unido. De hecho, al lienzo le acompañaba una placa con su nombre.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo por Imogen Tedbury, anteriormente parte del equipo de colecciones de arte de la Royal Holloway y ahora experto en la National Gallery de Londres, llegó a la conclusión de que se trata en realidad de la sufragista Fawcett.
Curiosa representación
Tedbury contó que estaba investigando diferentes retratos de la universidad y se percató que éste estaba firmado por Theodore Blake Wirgman. Eso le llamó la atención, por lo que empezó a indagar su procedencia.
Un tiempo después, descubrió que Wirgman retrató en vida a Fawcett, pero no así a Penrose. La búsqueda continuó, pues había más cosas que no le acababan de cuadrar al experto. Entre ellas, el poco parecido de Penrose con la mujer ilustrada.
Según pudo constatar, el cuadro llegó a la Royal Holloway en 1985 cuando se fusionó con Bedford College, la primera universidad para mujeres en el Reino Unido que había dirigido Penrose.
Este hecho llevó a pensar que se trataba de un retrato de Penrose, algo que nunca se cuestionó ya que nadie conocía bien el aspecto de Fawcett y pocos el de Penrose. Sin embargo, Tedbury había visto fotografías antiguas y no encontraba demasiadas similitudes.
En cuanto supo que Wirgman había pintado a la sufragista y comparó imágenes, supo que era ella, aunque admitió que le resultó curiosa esta nueva representación del personaje pues siempre aparecía como activista u oradora y no en forma introspectiva.
Admirada por pintores
Descubierta su verdadera protagonista, la duda fue entonces indagar cómo había llegado un cuadro de Millicent Fawcett a Bedford College. Según Tedbury, todo apunta a que fue un regalo de Dorothea Roberts, una sufragista irlandesa que era amiga íntima de Fawcett y que tenía una serie de retratos de la militante hechos por pintores “progresistas” que la admiraban como mujer que luchaba por los derechos de sus pares.
Roberts decidió que esos retratos debían estar en universidades para que todo el mundo supiera quién era, pero probablemente en este caso, quienes fueron depositarios no se ocuparon de hacerlo público.
Por el momento, se desconoce qué pasará con este retrato que ahora tiene una nueva identidad (se descubrió a principios de mayo luego de varios meses de investigación), puesto que son varios los museos interesados en seguir estudiándolo a fondo para luego exponerlo en sus salas.
Ahora permanece en la universidad porque cualquier actividad está bloqueada debido a la pandemia de coronavirus. En cuanto a la investigación de Tedbury, aunque no tiene una fecha concreta, se publicará también durante este año.