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Se dilata la reforma de la ley de agroquímicos

Hay tres dictámenes diferentes que promueven cambios a la ley vigente desde 1995. Según la ministra Ciciliani no hace falta una nueva norma “sino hacer cumplir la que tenemos”

Cuando parecía que el debate por la reforma de la ley provincial de agroquímicos se encaminaba, surgieron nuevas diferencias en la Legislatura y el tema entró en terreno pantanoso. Ahora hay tres dictámenes diferentes sobre el mismo tema: uno impulsado por el oficialismo, de carácter permisivo; otro por los diputados de centro-izquierda, que se basa en la propuesta de la Campaña Paren de Fumigarnos y establece fuertes restricciones; y un tercer dictamen propuesto por el diputado radical Santiago Mascheroni que recoge buena parte del dictamen mayoría (el del oficialismo) pero toma algunos puntos del dictamen de minoría.

El tema fue abordado este miércoles en una reunión conjunta de las comisiones de Agricultura y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados de la provincia. Al encuentro había sido convocada la ministra de la Producción Alicia Ciciliani, quien no fue ni envió funcionarios. La postura del Ministerio de la Producción es impulsar las llamadas “buenas prácticas agrícolas” sin tomar medidas restrictivas ni prohibicionistas.

En la reunión conjunta se analizaron los dos dictámenes que habían sido despachados dos semanas atrás por la Comisión de Salud y que apuntan a reformar la ley de fitosanitarios vigente desde 1995, anterior al ingreso de la soja transgénica al país.

El dictamen de mayoría establece un límite progresivo para fumigaciones terrestres de 600 metros el primer año y 1000 metros el segundo y, para las pulverizaciones aéreas, propone una restricción de 3000 metros. Ese dictamen deja en poder de municipios y comunas el control de su aplicación.

El dictamen de minoría, que impulsan las organizaciones ambientalistas y lleva la firma del diputado del interbloque Igualdad Carlos Del Frade, propone una restricción de 1500 metros –desde el límite del casco urbano– para las fumigaciones terrestres y directamente prohíbe la fumigación aérea. En esa propuesta, la autoridad de aplicación es la provincia y no las localidades.

Durante el encuentro conjunto de comisiones no hubo posibilidad de acercar posiciones; todo lo contrario: allí surgió un tercer dictamen, impulsado por el diputado Mascheroni, que toma conceptos de los otros dos pero está más cercano a la posición mayoritaria que avala el oficialismo.

Los tres dictámenes fueron girados a la Comisión de Asuntos Constitucionales que preside el socialista Rubén Galassi. Allí el tema volverá a ser analizado en profundidad, por lo cual se dilatarán los tiempos antes de su tratamiento en el recinto.

“El mundo usa agroquímicos”

La ministra Ciciliani no participó de la reunión a la que había sido invitada pero hizo declaraciones para dejar sentada la posición del gobierno: “No hace falta una nueva ley, sino hacer cumplir la que tenemos”. Para Ciciliani, no se trata de fijar nuevas restricciones a la aplicación de agroquímicos sino de fomentar un uso correcto de esos productos.

“Hay muchos que cuestionan la aplicación de fitosanitarios y no están promoviendo ninguna alternativa. Esa es la mirada prohibicionista; nosotros estamos por la mirada regulatoria”, explicó la ministra el diálogo con El Litoral. “El mundo usa agroquímicos; es una falacia creer que no se usan. El tema es cómo regulamos la aplicación”.

El diputado Del Frade cuestionó las declaraciones de Ciciliani al señalar que “es una ministra a favor del veneno y de las grandes multinacionales”.

“Buenas prácticas”

El lunes 12 de noviembre, en la Casa Gris, el gobernador Miguel Lifschitz y la ministra de la Producción presentarán el Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias, que incluirá la obligación de incorporar a las máquinas pulverizadoras dispositivos de seguimiento satelital para un monitoreo en tiempo real de la actividad.

“Nos vamos a valer de todas las nuevas tecnologías para hacer un cumplimiento efectivo de la ley”, remarcó Ciciliani. Con esos dispositivos los funcionarios de su cartera sabrán dónde está trabajando una máquina, a qué distancia de una escuela y con qué condiciones ambientales. “Nosotros, en nuestros teléfonos, en nuestros escritorios, vamos a estar monitoreando en tiempo real dónde están las aplicadoras de fitosanitarios”.

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