“Cuando comencé esta lucha en 2014 mis abogados me dijeron que no iba a ser fácil porque íbamos contra la Policía, contra la impunidad, contra un montón de arreglos. Y yo les contesté que iba a ir hasta las últimas consecuencias porque le hice esa promesa a Michel. Durante años se me cerraron todas las puertas y se me hizo todo muy difícil. Pero llegué hasta la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe y ahí la causa dio un giro de 180 grados. Hoy tiene otra mirada”, dijo Marisabel a El Ciudadano la madre de Michel Campero, asesinado en enero de 2014 en Granadero Baigorria por balas policiales tras el robo de una motocicleta. Este miércoles los dos uniformados, padre e hijo, comenzaron a ser juzgados por el homicidio calificado del joven. La fiscalía y los abogados querellantes Ricardo Lamas y Valentín Hereñú, pidieron prisión perpetua para el dúo.
Michel Campero tenía 18 años cuando la noche del 6 de enero de 2014, en zona de calle 10 entre calle 4 y 5 de Granadero Baigorria, fue asesinado tras el robo de una motocicleta a uno de los efectivos. Según la acusación, Omar Jesús Dal Lago estaba franco de servicio y se trasladaba en una moto junto a su pareja e hijos cuando fue abordado por otra moto con dos ocupantes. Uno de ellos se bajó, le exhibió una réplica de arma de fuego y le sustrajeron la moto, dijo la fiscalía.
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Dal Lago volvió a su casa y junto a su padre Omar Gillermo Dal Lago se subieron a una Renault Sandero y salieron en busca de la motocicleta. El padre conducía y el hijo iba de acompañante, a las pocas cuadras vieron las dos motos. Según dijo el fiscal Gonzalo Fernández Bussy, la motocicleta robada era conducida por Michel y se inició una persecución. En la intersección de Silvestre Begnis y Callao las motos se separaron, allí los acusados decidieron continuar con la persecución de la moto sustraída disparando en reiteradas oportunidades para que frene su marcha.
En calle Eva Perón y Callao Michel recibió el primer disparo y chocó contra un colectivo. Michel cayó de la moto, tenía un disparo que le ingresó por arriba del glúteo derecho, casi a la altura de la cintura, le atravesó todo el cuerpo y le salió por el hombro izquierdo. Hay un segundo disparo en la espalda, una versión dice que le dispararon tras bajarse del auto.
Los uniformados dijeron que ambos dispararon durante un enfrentamiento armado. Según la querella, el trayecto del plomo que lo mató da cuenta de que Michel iba inclinado sobre la moto evadiendo los balazos y no disparando. Junto al cuerpo encontraron un encendedor con forma de pistola.
Seguirán libres los dos policías que en octubre serán juzgados por matar en dudoso enfrentamiento
Casi ocho años
La causa se instruyó casi 8 años y pasó por muchos estadios. En un primer momento los uniformados fueron sobreseídos por la entonces jueza Alejandra Rodenas. La magistrada consideró que actuaron en legítima defensa. El caso fue apelado y los camaristas sobreseyeron al hijo y procesaron al padre por exceso en la legítima defensa.
El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia provincial que anuló la decisión y el caso volvió a la Cámara Penal. Esta vez el juez Alfredo Ivaldi Artacho entendió que ambos acusados debían ir a juicio ya que no estaba claro quién disparó el tiro fatal.
El caso finalmente llegó a debate con los uniformados en libertad. Padre e hijo están acusados de homicidio doblemente calificado por ser cometido abusando de su cargo y función como miembros de la fuerza pública y por el uso de arma de fuego. El pedido de pena es la máxima que fija el Código Penal. El tribunal que preside el debate está a cargo de los jueces Rafael Coria, Hebe Marcogliese y Florentino Malaponte.
Dos policías serán juzgados por una muerte en dudoso enfrentamiento a casi ocho años del crimen