La región Pampeana –que incluye a las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa– se encamina a cerrar el año al frente de la recuperación de las economías regionales, gracias al impacto de la cosecha y el repunte de la economía brasileña.
Precisamente, la Pampeana, la Patagónica y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) son las regiones que están siendo más favorecidas en un contexto de recuperación moderada del nivel de actividad, según un reciente informe del Ieral, instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea.
El documento, elaborado por el investigador Jorge Day, da cuenta de la recuperación de la economía nacional, pero advierte que “el ritmo es desparejo” entre las regiones. “Los diversos datos reflejan una nebulosa, puesto que hay una heterogeneidad tanto a nivel regional como en materia de indicadores, unos suben y otros bajan, sin ser fácil para definir una tendencia”, avanzó el informe.
El Ieral puntualizó tres factores que influyen sobre las economías regionales, los dos primeros de carácter permanente y el último transitorio:
–Sensibilidad externa: si otros países compran o pagan más a la Argentina, las regiones exportadoras se movilizan más que otras. La Pampeana es más sensible a este factor, ya que es la mejor posicionada cuando se calculan sus ventas externas como porcentaje de su producción (PGB).
–Dependencia nacional: hay provincias que son muy dependientes de los fondos nacionales, entre estas el NOA y el NEA: Formosa recibe fondos nacionales equivalentes a casi el 40 por ciento de su producción. Varias provincias pampeanas, Chubut y Mendoza son aportadoras netas.
–Efecto “colchón”: es el factor transitorio. Según la hipótesis del Ieral, la actual brecha cambiaria puede favorecer en el corto plazo a aquellos que tengan dólares billetes. “No es que vayan a gastar todos sus ahorros en esta moneda, pero sí algunos –comprando autos u otros bienes–, ayudan a mover estas economías estancadas”, apuntó el Ieral. Bajo esta órbita, las provincias más dolarizadas –sector privado– habrían mejorado su poder adquisitivo.
Al analizar cada región bajo la lupa de estos factores, la región Pampeana aparece como la mejor posicionada: tiene alta sensibilidad externa, bajísima dependencia del gobierno nacional (excepto La Pampa y Entre Ríos) y alta dolarización del sector privado. A pesar de que el tipo de cambio oficial está bajo en relación con el paralelo (la brecha supera el 60 por ciento), la región Pampeana tiene en su favor un mayor volumen de cosecha y el aumento de las exportaciones a Brasil.
El NOA cuenta con una alta capacidad exportable (salvo La Rioja), pero también con una fuerte dependencia de los giros de la administración central y un bajo nivel de dolarización. Esto ha ralentizado el desempeño de las regiones norteñas.
En relación con CABA, el Ieral registró un aumento del desempleo, una retracción de su turismo internacional y la menor actividad inmobiliaria. Pero agregó que presentó mejores indicadores financieros y en ventas de autos. “Hay que tener en cuenta que en CABA –datos para 2011– había depósitos en dólares equivalentes a 2.500 dólares por habitante, diez veces más que en las provincias pampeanas –aunque esto incluye colocaciones de empresas–”, comparó el documento.
