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Se entregó un acusado por el doble crimen en Puente Gallego

Iván Van der Meulen, de 26 años, y Rodrigo Carrizo, de 22, murieron acribillados el 20 de febrero pasado. Allegados a las víctimas incendiaron la casa del joven que se presentó este jueves en la Justicia y la de su tía, una mujer policía a la que endilgan encubrirlo. Hay otro sospechoso prófugo

La noche del 20 de febrero pasado dos pibes veinteañeros fueron asesinados en Puente Gallego. El doble crimen alteró de la peor forma ese modesto barrio de la zona sudoeste: familiares y amigos se enfrentaron con la Policía y más tarde prendieron fuego a la casa de uno de los acusados, quien vivía a media cuadra del lugar del hecho. Este jueves, uno de los apuntados como asesino de Iván Van der Meulen, de 26 años, y Rodrigo Carrizo, de 22, se entregó en la sede de la Policía de Investigaciones y en la mañana de este viernes el fiscal Miguel Moreno pedirá su imputación por sendos homicidios dolosos.

Desde un primer momento familiares de las víctimas sindicaron a M. por el doble crimen y lo escracharon por Facebook.

Osvaldo Fabián M., alias Orejón, de 25 años, es el principal apuntado por el doble homicidio de Van der Meulen y Carrizo. Horas después del hecho, su nombre fue repetido frente a las cámaras de televisión y posteos con su imagen circularon por las redes sociales como escrache. Los pesquisas le venían siguiendo el rastro por diversos domicilios de Rosario y la región, en Santa Fe y Arroyo Seco, confió un detective.

Según fuentes de la investigación, M., ya cercado y por recomendación de su abogada, Susana Zulkarneinuff, se entregó en la sede de la Policía de Investigaciones. No es el único al que los familiares de las víctimas acusan del doble crimen: señalan también a otro joven que continúa prófugo.

Según publicó El Ciudadano, el 20 de febrero pasado, cerca de las 21, los dos ocupantes de un 504 gris fueron emboscados en la esquina de Punta del Indio y Viña del Mar por dos sujetos que ya conocían. La ejecución fue sin discusión previa y a sangre fría. Carrizo, un joven de 22 años, recibió 9 disparos que lo dejaron malherido sobre una pasarela que atraviesa una cuneta. El pedido desesperado de familiares obligó al personal de un patrullero a llevarlo al hospital Roque Sáenz Peña. Para las víctimas no hubo diferencia. Van der Meulen, de 25 años, recibió varios plomos en la cabeza y murió en el acto. “Tenía la cara destrozada”, graficó un vecino. Su compañero llegó sin vida al Hospital Roque Sáenz Peña. Otro plomo, desviado del blanco, dio en la mano de una muchacha que recibió curaciones y fue dada de alta.

De acuerdo con las fuentes del caso, el doble homicidio fue la venganza por un altercado ocurrido a unas cuadras de allí, en Piamonte al 2500.

Los agentes de Criminalística encontraron, entre las ropas de Van der Meulen, 42 envoltorios con lo que presumen que era droga, que fueron remitidos a Gendarmería. “Había un poco de todo, merca y faso”, afirmó un vocero judicial. El Peugeot 504 en el que iban las víctimas fue incautado junto con su documentación, agregó el Ministerio de Seguridad.

La noche siguiente, vecinos y amigos de Carrizo arremetieron contra la casa del ahora detenido y contra la de su tía, una mujer policía a quien acusaron de “cubrir” a su sobrino. La zona se llenó de patrulleros, a los que se sumó un camión de Bomberos para apagar las llamas en la casa del sospechoso. “Todos los vecinos le prendimos fuego como venganza. Los milicos vinieron a defender al asesino. Los pibes están haciendo justicia”, justificaron entonces ante las cámaras de televisión. Y denunciaron represión policial con balas de goma e irrupciones en viviendas.

Foto: Ministerio de Seguridad.

 

Los disturbios ocurrieron a unas pocas cuadras del lugar donde velaban a Carrizo. En esa instancia, sus vecinos salieron a limpiar su nombre: “No tenía nada que ver” con hechos delictivos, aseguraron. Una de las chicas que habló fue Valeria, esposa de Carrizo, quien por la mañana había brindado su testimonio a El Ciudadano. El joven que acusan como uno de los homicidas y su marido “supuestamente eran amigos”, dijo.

 

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