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Se entregó un muchacho que era buscado por el crimen de un chico de 12 años

Lucas recibió un disparo en la cabeza y su padre un plomo le impactó en el pecho el sábado 25 de abril pasado cuando un motociclista se presentó en su casa de Mapic al 6200. Al día siguiente, el chico murió en el Heca. Este miércoles, el sospechoso se entregó en la Fiscalía de Homicidios

Un joven de 23 años se entregó este miércoles por estar nombrado en el asesinato del nene de 12 años y del disparo que recibió su padre en el pecho el sábado de 25 de abril pasado en la puerta de su casa de Mapic al 6200, de barrio Toba. El fiscal Ademar Bianchini ordenó que el muchacho –quien se presentó luego de que allanaran su vivienda en barrio Ludueña–quedara detenido e incomunicado hasta la audiencia imputativa donde se conocerá su situación procesal.

Lucas Varela, tenía 12 años y vivía junto a sus padres y una hermanita desde hacía 6 meses en Mapic al 6200, de barrio Toba. El sábado 25 de abril pasado eran cerca de las 19 cuando un motociclista llegó a su casa en una Honda Titan y golpeó la puerta. Sin quitarse el casco, el desconocido preguntó por Gustavo –papá de Lucas–, escuchó un sí y comenzó a disparar.  Gustavo forcejeó el tirador para detenerlo y recibió un disparo en el pecho. La peor parte se la llevó Lucas, ya que quedó en la línea de fuego. Uno de los proyectiles le impactó en la cabeza y murió en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) pasadas las 13 del día siguiente.

La noticia no tardó en repercutir en la zona de Tupac Amaru y Campbell, donde supo vivir Lucas. Allegados y amigos dejaron plasmado el dolor de su muerte, temprana e injusta, en el grupo de Facebook Justicia X Lucas Varela: “Con tan sólo 12 años te arrebataron la vida. Tenías todo una vida por delante”, se puede leer entre los cientos de pedidos de justicia.

En esos días también trascendió que los detectives investigaban si el homicidio de Lucas y el ataque a su padre estaba relacionado con una balacera ocurrida el miércoles anterior en pasaje Naala al 6200, a apenas 50 metros de donde murió el pequeño, en el que dos personas resultaron heridas por disparos. El punto de conexión no estaba claro, pero la modalidad de ataque fue similar. “Llegaron en moto y preguntaron por un alguien que viviría en ese domicilio y cuando salen le dispararon y se dieron a la fuga”, aportó un vocero del caso.

El día del crimen, el padre de Lucas contó a los investigadores desde su cama del Heca que desconocía los motivos y al autor del ataque, y expuso que no mantenía problemas con nadie en el barrio. Luego los investigadores indicaron que Gustavo, quien estuvo en estado reservado, se retiró el hospital cuando se sintió mejor pero sin recibir el alta médica.

El caso quedó a cargo del fiscal Bianchini y los pesquisas indicaron que no descartaban que el ataque a balazos se relacionara con disputas entre gavillas por el liderazgo del territorio para la venta de estupefacientes al menudeo, tanto en esa zona de barrio Toba como en Ludueña.

Tras una serie de medidas supervisadas por el fiscal, el personal de la División Homicidios de la AIC identificó como posible autor de los disparos a un muchacho llamado Jonatan A., de 23 años, quien era vecino de la familia cuando vivían barrio Ludueña.

Bianchini solicitó un allanamiento en la casa del sospechoso y el personal de Homicidios de la AIC hizo el allanamiento este martes por la madrugada en su vivienda de la cuadra de Tupac Amaru al 6300 casi esquina Campbell, de barrio Ludueña.

Los investigadores no hallaron al joven pero secuestraron cuatro teléfonos celulares que fueron enviados a peritar, describieron las fuentes relacionadas al caso.

Tras el procedimiento, Jonatan se presentó junto a su abogado defensor este miércoles pasadas las 13 en la oficina de la Fiscalía de Homicidios en el Centro de Justicia Penal y el fiscal Bianchini ordenó que quedara detenido e incomunicado hasta la audiencia imputativa donde se conocerá su situación procesal.

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