Mala lectura de Gerardo Martino. Nada es definitivo y al Final le queda mucho por jugarse, pero en los papeles previos Colón no era un rival complicado. Es más, tal apreciación se notó cuando se puso en ventaja y su técnico, Pablo Morant, quien no estaba preparado para ver a su equipo ganador, lo tiró para atrás con cambios insólitos pensados en defender.
También quedó claro que Newell’s cuenta con varios titulares indiscutidos, y con suplentes que son demasiado suplentes.
Tanto fue el desconcierto de Newell’s que dominando la pelota como pregona Martino terminó tirando centros, algo que el mismo Tata desprecia por completo.
El problema fue individual, y es en ese rubro donde se puede afirmar (escribiendo el diario del lunes, trabajo de los periodistas) que Martino se equivocó. Como contra Lanús. Y ya son seis los puntos que se fueron de Rosario. Demasiado, poco, o nada, se verá en el final del torneo, al que le quedan 11 fechas.
Desde lo individual se tutearon con el aplazo y eso fue determinante. El pibe Enzo Beloso jugó tenso y mal, debieron expulsarlo por un empujón a Caire que lo tiró detrás de los carteles publicitarios. Guillermo Ortiz perdió siempre contra Gigliotti, Diego Mateo y Lucas Bernardi fueron lentos, uno para marcar, el otro para jugar. Y arriba nada. Maximiliano Urruti y Fabián Muñoz le dan plena razón a Martino en poner a Scocco entre algodones.
Los cambios llegaron en el peor momento, igual la presencia de Scocco neutralizó las ideas de Colón que se fue metiendo contra Pozto. El rápido descuento de Orzán entregó una chance, pero el camino elegido por Tonso, Hachen y Díaz, fue el centro. Y así es difícil que Newell’s convierta. Falta mucho y hay material, pero ayer dio un paso en falso ante un rival muy flojo.