El legendario actor británico Sean Connery, que se hizo conocido por sus interpretaciones como James Bond y su participación en clásicos como Indiana Jones, murió a los 90 años, según informó este sábado su familia.
Nacido en la ciudad escocesa de Edimburgo en 1930, hijo de un camionero y una limpiadora. Su infancia fue difícil, marcada por las penurias económicas de su familia. Abandonó el colegio a los 13 años para trabajar como repartidor de leche. Se enroló durante un tiempo en la Marina británica. De allí lo licenciaron por una úlcera en los intestinos. Pasó por varios empleos diferentes y todos mal pagos: conductor de camión, guardavidas, peón de granja, modelo artístico en el Edinburgh College of Art y hasta pulidor de ataúdes. Buen jugador de fútbol, lo tentaron a los 23 años para un contrato en el Manchester United. Era un cambio económico, pero calculó que en ese oficio tenía un futuro de unos siete años, a lo sumo, y se decidió por la actuación. Dijo varias veces que fue su decisión más inteligente. Comenzó a obtener papeles de interpretación en películas y programas de televisión en la década de 1950 y en esos paisajes se quedó.
El salto en los escenarios y el cambio de rumbo de su vida llegó en 1962, cuando se adaptó a la gran pantalla la novela Doctor No, del escritor Ian Fleming. Ese Agente 007 contra el satánico Doctor No fue la primera vez de Connery como James Bond. Un éxito, por lo que siguió una saga de seis films más: Desde Rusia con amor (1963), Goldfinger (1964), Operación Trueno (1965), Sólo se vive dos veces (1967), Diamantes para la eternidad (1971) y Nunca digas nunca jamás (1983).
Connery se había retirado hace una década, a los 80 años, con un Oscar por Los Intocables y dos Globos de Oro, uno por esa misma película y el otro por Indiana Jones y la Última Cruzada. El 25 de agosto último, había cumplido 90.