Ocho reclusos que estaban alojados en la comisaría 24ª de Granadero Baigorria se fugaron durante la madrugada de ayer aprovechando que la seccional estaba en obras de refacción. El grupo rompió la reja de un patio y abrió un boquete en una pared, dándose a la fuga por los techos de las viviendas de la manzana. El penal de esta dependencia policial tiene capacidad para ocho presos, pero al momento de la fuga eran 25 los detenidos. Además, tres semanas atrás habían pedido el traslado de los mismos debido a que la seguridad en el lugar peligraba por las refacciones. La Policía aseguró que todos estaban procesados por delitos menores pero uno de los fugitivos es Jeremías Gonzalo P., un hombre de 33 años originalmente condenado a perpetua por el crimen del garrafero Humberto Folch, ocurrido en diciembre de 1999. Sin embargo esa condena fue revisada por la Cámara, que la bajó a 13 años. Como la misma estaba cumplida recuperó la libertad y ahora volvió a caer por un robo.
De acuerdo a lo informado por voceros policiales, durante la madrugada de ayer se fugaron ocho hombres que estaban en la seccional de Moreno al 100 de Granadero Baigorria.
En declaraciones a la prensa, ayer al mediodía, el jefe de la Unidad Regional II, Miguel Ángel Oliva, sostuvo que el grupo de fugitivos rompió una reja y abrió un boquete por el cual se escapó. Asimismo, dio a conocer la identidad de los evadidos: Gonzalo Rodrigo A. (28), Alexis Damián C. (20), Cipriano M. (34), Sebastián Roberto N. (27), Gastón N. (23), Alexis Ezequiel O. (19), Jeremías Gonzalo P. (33) y David Daniel P. (25). Cinco de ellos son de Rosario, dos de Baigorria y uno de San Lorenzo. Todos estaban presos sospechados de robo, ya que en ninguno de los casos había una condena.
En refacción
El penal de la comisaría 24ª conecta con un patio a través de una puerta que suele quedar abierta. Este patio está cubierto por dos rejas paralelas. Del lado opuesto al penal solía haber una cocina que fue demolida en el marco de una serie de refacciones que desde hace unos meses se están llevando adelante en la seccional.
Los presos aprovecharon la obra en construcción. Durante la madrugada, salieron al patio, rompieron una de las rejas, treparon y, arrastrándose entre los dos enrejados, llegaron a la pared que conectaba con la anterior cocina. Abrieron un boquete en la misma (que según un pesquisa estaba llena de humedad y era muy frágil) y salieron a los escombros. Una vez allí, se perdieron por los techos de las viviendas linderas a la seccional.
Recién a las ocho de la mañana, cuando el personal policial realizó el recuento habitual, se notó la faltante de ocho detenidos. Nadie escuchó ruidos ni ningún vecino se acercó a la dependencia policial a denunciar algún movimiento extraño, sostuvo un pesquisa.
La advertencia
Fuentes de la investigación sostuvieron que el penal de la seccional 24ª tiene capacidad para ocho reclusos, aunque al momento de la fuga eran 25 los detenidos.
Hace tres semanas, desde la dependencia policial solicitaron el traslado de varios de los presos ya que la comisaría está en refacciones y la seguridad en el lugar no podía ser garantizada. Ayer, desde la Fiscalía de Flagrancia se informó que Rodrigo Urruticoechea, a cargo de las investigaciones de la fuga, libró la orden de detención a la Policía de Investigaciones y ordenó las pericias en el lugar así como el secuestro del libro de actas.
En tanto, desde la comisaría 24ª se informó que en el día se ayer se preveía el traslado todos los detenidos en la seccional a otras dependencias policiales.