Una joven de 25 años fue condenada a tres años de ejecución condicional como autora de dos estafas telefónicas en las que se hizo pasar por asesora comercial de una concesionaria de autos para ofrecer la financiación de vehículos cero kilómetros con las menores tasas del mercado y en cuotas fijas.
Con ese ardid, la muchacha le ofreció a una de sus víctimas una camioneta Chevrolet S10 a 47 cuotas de 15 mil pesos y a la otra un Peugeot Partnet en 72 pagos mensuales de 6.750 pesos. Las cuotas las comenzó a cobrar por medio de Mercado Pago mientras continuaba enviándoles información de los planes “Crecer” y “Trabajar” a las personas engañadas con formularios y fotos adulteradas. Ahora deberá además indemnizar a los damnificados por un monto de 300 mil pesos.
Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la condena fue alcanzada en el marco de un juicio abreviado que homologó la semana pasada la jueza Patricia Bilotta. La audiencia se realizó el 9 de diciembre pasado mediante una videoconferencia de la que participaron la Fiscalía y la defensa de la acusada, identificada como Claudia Dalila Zalazar. La joven firmó una pena de tres años de prisión de ejecución condicional por el delito de estafa (en dos hechos) en concurso real en grado consumado, además de la reparación económica hacia las víctimas de 300 mil pesos. También deberá cumplir una serie de reglas de conducta.
Durante el acuerdo, el fiscal Mariano Ríos Artacho de la Unidad de Investigación y Juicio le atribuyó los dos hechos. El primero por “haber participado en simulación tendiente a generar apariencia de poseer una concesionaria que comercializaba y financiaba vehículos a precios accesibles y con tasas menores a las del mercado, presentándose como una asesora comercial y ofreciendo una camioneta marca Chevrolet modelo S10 por la cantidad de 47 cuotas de 15 mil pesos bajo el denominado Plan Crecer, a través de llamados telefónicos”. Según la acusación del fiscal, esa estafa se concretó con el pago de 15 mil pesos de la víctima mediante Mercado Pago.
Según la acusación, luego de ese pago la persona engañada recibió a través de Whatsapp cuatro fotografías. En una de las imágenes se apreciaba el “Plan Crecer”, con la foto del DNI de la imputada y cuya foto “parecía estar adulterada”; además del formulario del mencionado plan financiero en blanco y un “Anexo de gestión” donde figuraba el nombre de la acusada como gestora.
Según trascendió, pese a haber realizado el pago requerido, el denunciante no pudo establecer comunicación con la presunta gestora comercial, lo que motivó su primera sospecha de que había caído en una estafa. A los 15 mil pesos del prejuicio económico se le sumaron los intereses devengados a la fecha, informó la Fiscalía.
El segundo hecho atribuido fue por haber participado en la simulación similar a la mencionada en la que ofrecía un vehículo marca Peugeot modelo Partnet por la cantidad de 72 cuotas fijas de 6.750 pesos bajo el denominado “Plan Trabajar”.
La víctima alcanzó a concretar varios pagos. Según informó el MPA las cifras fueron de 5 mil pesos; 13 mil pesos y 19 mil pesos. Como en el ardid anterior, mientras realizaba los pagos la persona engañada continuaba recibiendo información por Whatsapp, en este caso fotografías de un “Formulario de entrega Peugeot” en blanco y un “Anexo de Gestión”.
El damnificado, al ver que había realizado todo lo requerido para obtener su vehículo y no sólo no se lo entregaron sino que perdió comunicación con la presunta gestora comercial cayó en la cuenta de que había sido estafado. Además de los 37 mil pesos que pagó, en el resarcimiento se calcularon los intereses devengados a la fecha.
En total, la joven estafadora acordó indemnizar a los damnificados por la suma de 300 mil pesos. El acuerdo no se cerró sin antes ordenar una serie de conductas a seguir por parte de la joven condenada, entre ellas fijar un domicilio de residencia, someterse al control de la Dirección de Asistencia Postpenitenciaria, abstenerse de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, la prohibición de concretar contacto alguno con las víctimas, ya sea físico, por medio de otras personas o medios telefónicos o digitales. El último requisito: le prohibieron que vuelva a cometer nuevos delitos.
