La Justicia intensificó hoy la búsqueda del barrabrava Cristian Favale y de otros dos sospechosos vinculados con un gremio ferroviario por el asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, ocurrido el miércoles último en el barrio porteño de Barracas.
Pese al secreto de sumario impuesto por la jueza Susana López por el término de 10 días, la agencia Noticias Argentinas pudo saber que la investigación apunta a esta persona, de entre 30 y 40 años, a quien apodan «el tatuado» o «Harry», como se lo conoce entre los barras del club del ascenso Defensa y Justicia.
Este hombre habría participado de los incidentes como integrante de un grupo de choque parasindical.
El barrabrava se encontraba prófugo de la Justicia, que libró una orden de captura nacional e internacional y ordenó su búsqueda a la Gendarmería, puesto que la Policía Federal fue apartada del caso porque aún se investiga si hubo una «zona liberada» en Barracas el día del asesinato de Ferreyra.
Fuentes policiales revelaron que se realizaron dos allanamientos en Florencio Varela, uno en una remisería y otro en un domicilio particular, pero ambos fueron sin resultados positivos.
En el perfil de la red social Facebook del barra prófugo aparecen fotografías que lo vinculan con el club Defensa y Justicia, del partido bonaerense de Florencio Varela, y otras en las que se retrató junto a ministros del Gobierno nacional.
Además, alrededor de las 15 de hoy, su pareja subió un mensaje en su perfil de la misma red social, en el que dio a entender que el hombre está desaparecido y lo respalda en este difícil momento, tras ser acusado de un hecho que no cometió.
«Yo confìo en vos amor… Vos sos esta persona dedicada a la familia que tenés… Te amamos», señala en el texto.
Desde órbitas gubernamentales apuntaron este sábado, por su parte, sobre los posibles «autores intelectuales» de la emboscada que terminó con la muerte de Ferreyra y lanzaron al ruedo el nombre de Alberto Trezza, quien fuera funcionario de Ferrobaires durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
Fuentes gremiales deslizaron que Trezza tiene una notoria influencia en el mundo ferroviario del Gran Buenos Aires, pero aseguraron que no responde a ninguno de los sindicatos fuertes del sector, la Unión Ferroviaria del ahora cuestionado José Pedraza y La Fraternidad.
De todos modos, la investigación también apuntaría al dirigente de la Unión Ferroviaria de la ex línea Roca Pablo Díaz, quien según versiones que hicieron circular voceros oficiales habría mantenido contactos con el dirigente Juan «Gallego» Fernández, actual adjunto de Pedraza.
La Justicia ya realizó un allanamiento en las oficinas de UGOFE (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia) en la estación de trenes de Constitución en busca de filmaciones que permitieran conocer lo ocurrido el pasado miércoles.
A la UGOFE pertenecen los empleados que buscaban su reincorporación y el pase a planta permanente con la protesta en la que recibieron el apoyo de partidos de izquierda y que terminó en un enfrentamiento y la posterior tragedia.
El barrabrava prófugo, sin embargo, no trabaja en los ferrocarriles sino en un frigorífico del Conurbano: la hipótesis de los investigadores es que fue reclutado como parte de un grupo «parasindical» para actuar en el enfrentamiento con los militantes del Partido Obrero.
A ese partido político pertenecía Mariano Ferreyra, quien fue baleado en el tórax y murió poco después en el interior de una ambulancia antes de que pudiera ser atendido en un hospital.
