El Concejo Municipal aprobó ayer, en la última sesión extraordinaria antes del comienzo del período anual, un conjunto de proyectos con un eje único: el abastecimiento del servicio eléctrico y la provisión de agua y cloacas. Aunque los ediles reconocieron que el responsable por ambos es el Estado provincial, de igual modo buscaron y consensuaron líneas en las que puede intervenir el ámbito municipal. En ese marco se votó desde el subsidio a las tasas del Banco Municipal en la línea de créditos para adquirir grupos electrógenos hasta la convocatoria de “jornadas de información”, para analizar la problemática que tiene como blancos a la EPE y Assa. Y también la constitución de una amplia comisión que seguirá de cerca obras y proyectos de ambas empresas: la idea es que, además de concejales de todos los bloques, la integre un conjunto de “notables” con experiencia y conocimiento de las áreas en cuestión.
“Es una comisión con amplia participación de los espectros sociales para darle una verdadera solución a los problemas de los vecinos”, marcó el edil del Frente para la Victoria Roberto Sukerman, autor de la iniciativa junto con su compañera de bancada Norma López. Según explicó, el cuerpo que quedó creado ayer se completará con un representante de la Oficina Municipal del Consumidor, uno de la Defensoría del Pueblo, otro de la Dirección de Comercio Interior de la provincia, uno del Ministerio de Aguas y Servicios Públicos, uno de la Secretaría de Planeamiento y otro de la Secretaría de Obras Públicas municipal, y uno del Ente Regulador de Servicios Sanitarios.
En el plantel también estará un representante de la EPE y otro de Assa, además de referentes de la Universidad Nacional de Rosario, de la Tecnológica local y de los sindicatos de Luz y Fuerza y Obras Sanitarias. Por su origen, los integrantes de la mesa –que además tendrá un consejo asesor– tendrá la compleja tarea de relevar y articular necesidades y problemas con obras. Y aunque no tenga potestad resolutiva alguna, la intención es que pueda delinear propuestas aplicables para resolver los problemas de electricidad y de agua y cloacas que soportan los vecinos de la ciudad, y que quedaron expuestos con la singular conjunción que se dio en enero de 2012, que combinó –como hacía décadas no ocurría– temperaturas altísimas durante varias jornadas seguidas, un período de sequía y una marcada bajante del Paraná, con su consecuencia inmediata de picos históricos de consumo de electricidad y de agua. El resultado fueron flujos en cantidades no resistidas por las infraestructuras de EPE y Assa, dejando expuesta la necesidad de inversiones de carácter estratégico en ambas.