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Se levantó el paro en el Puerto de Rosario y 1.500 trabajadores volvieron a sus puestos

El titular del gremio Supa, César Aybar, confirmó que la terminal local ya trabaja normalmente. No dio detalles del acuerdo, que estaba a punto de firmarse esta noche. El conflicto se había desatado por suspensiones y la huelga se cumplía por tiempo indeterminado, pero avanzaron las negociaciones

Los 1.500 trabajadores de la Terminal Puerto Rosario (TPR) que iniciaron un paro por tiempo indeterminado volvían esta noche a sus labores y todo comenzaba a funcionar con normalidad. Así lo confirmó a El Ciudadano el titular a nivel local del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), César Aybar, quien no pudo dar más detalles, ya que las negociaciones aún no habían concluido.

El conflicto se había desatado por la marcha atrás en cuestión de horas de gerentes de la agroexportadora Vicentin, ahora intervenida por el Estado nacional. «Teníamos un principio de acuerdo y ayer me llamaron y me dijeron que si no aceptamos suspensiones rotativas de todo el personal no podían seguir trabajando ni pagando los sueldos», explicó Aybar a este diario en la mañana de este jueves. La medida de fuerza arrancó casi en el mismo momento en que el dirigente sindical colgó el teléfono. «Nosotros entendimos que esto no se aplica porque el puerto nunca paró y esto está lejos de esta situación», se enojó el jefe del Supa. Y explicó que con quienes habló son gerentes de la agroexportadora: Vicentin es uno de los principales accionistas de TPR.

Terminal Puerto Rosario es un puerto público concesionado a una sociedad formada por Ultramar y Vicentin, gigante cerealero que está intervenido y en concurso de acreedores tras haber obtenido préstamos multimillonarios del Banco Nación y de otros bancos, públicos y privados, durante el macrismo los cuales dejó de pagar con el cambio de gobierno, al igual que cereales y oleaginosas comprados a agricultores federados. Por esa situación el presidente Alberto Fernández dispuso la intervención de la firma y el envío de un proyecto de ley al Congreso para declararla de utilidad pública y sujeta a expropiación.

En ese marco, el dirigente sindical portuario, que tiene a Vicentin como uno de sus grandes empleadores, explicó que durante la cuarentena obligatoria los estibadores y las estibadoras de Rosario nunca pararon, ya que muchos productos e insumos sanitarios ingresaban por puerto, y desde el inicio de la pandemia fueron declarados personal esencial.

«Nosotros en todo momento le pedimos a la empresa que nos blanqueara la situación de crisis. Ellos aducen la bajante de río, y que tienen problemas para pagar. Nosotros le pedimos que nos muestren los libros para ver desde cuándo están perdiendo plata», reclamó Aybar.

El titular del Supa local detalló que los sueldos, hasta ahora, se vienen pagando normalmente. «Pedimos recomposición salarial, como en todos los puertos, donde incluso han dado bonos con premio», agregó.

Además criticó duramente la gestión anterior del Enapro, el ente que debe controlar al puerto. «Lamentablemente brilla por su ausencia, en la gestión pasada no hicieron nada. Los trabajadores nos pusimos el puerto al hombro desde 2014, el Enapro fue un convidado de piedra, nunca hizo nada». Y sobre la gestión actual advirtió que hasta ahora sólo tuvieron una reunión.

“No vamos a permitir manoseos. Los trabajadores no van a ser variable de ajuste de las malas decisiones que haya tomado el grupo Vicentin”, enfatizó Aybar.

El gremialista había hablado durante el mediodía de este jueves, cuando ya una protesta de los trabajadores de la delegación local del Supa se había instalado en las puertas de la terminal portuaria. Y, frente a la intervención, y posible expropiación de Vicentin fue contundente: “Si la medida es para salvar la empresa y cuidar los puestos de trabajo, no vemos forma de no apoyar esa situación. Estamos hablando de una empresa argentina que genera muchos puestos de trabajo, pero eso no los habilita a hacer lo que se le canta y vivir con un cheque en blanco en la mano”.

Con todo, Aybar repitió que los estibadores “nunca” pararon de brindar servicio, “entendiendo que la Patria lo necesitaba».

«Siempre trabajamos y no entendemos porque la empresa toma este tipo de decisiones, que son la antesala de suspensión de personal, y nosotros no lo vamos a permitir”, se plantó

Según precisó Aybar, en la Terminal Puerto Rosario “el sueldo básico es de 76 mil pesos de bolsillo, por lo que el gremio plantea una recomposición salarial del 20 por ciento con un bono, a cuenta de futuros aumentos». Y reiteró: “Estamos dispuestos a sentarnos en cualquier mesa para resolver este problema, para que los trabajadores puedan cumplir sus tareas sin incertidumbres”.

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