Este viernes, la Alianza Francesa de Rosario cumplió 100 años de su fundación. La institución internacional, que más que un centro educativo o de enseñanza de idiomas es prácticamente un centro cultural, celebró su siglo a lo largo del año: conciertos, muestras fotográficas, actividades en conjunto con la Biblioteca Argentina y el teatro El Círculo fueron algunas de las actividades que se llevaron adelante. Así, entre expresiones culturales, nuevas lenguas y propuestas francófonas, el director de la Alianza Francesa Rosario, Frederick Davandture, en diálogo con El Ciudadano, recorrió los 100 años de la institución, contando qué es este espacio y lo que ofrece a la comunidad.
“No somos un centro de idiomas, sino de cooperación que quiere vincularse con todos los medios de expresión”, resumió Davandture. Por ello, explicó, la dimensión propia y fundamental de la Alianza Francesa Rosario es el reconocimiento de la diversidad lingüística. “Las alianzas se posicionan a nivel cultural. Intentan impedir que la globalización se reúna en un solo idioma, una sola expresión”, subrayó.
El propio espacio donde se realizó la entrevista es un claro ejemplo de eso. En la biblioteca de la Alianza Francesa y su espacio multimedia, todo esta señalizado en francés. Hay cientos de libros, CDs, dibujos, revistas; un mural donde se encuentran íconos culturales argentinos y franceses (Julio Cortázar, Edith Piaf, y la revista Sur, por ejemplo); y algunos alumnos que se sientan a estudiar. Allí, no sólo las paredes, sino alumnos, docentes, administrativos y directivos, hablan en francés.
Hay casi mil Alianzas en todo el mundo, entre las que la red argentina conforma una de las más extensas: suman 76 en el país. La sede principal esta en Buenos Aires, con unos seis mil alumnos. La siguen Córdoba y Rosario, con unos 500 alumnos mensuales. La de Rosario es la segunda Alianza del país, siendo la “cabecera” de la red de alianzas de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. De los 500 alumnos, el 95 por ciento tiene entre 18 y 40 años: “Eso muestra la diversidad de la Alianza”, marca Davandture.
Al menos en Rosario, la Alianza Francesa no solamente es reconocida por el lugar por excelencia para estudiar francés, sino por los eventos culturales que auspicia y trae a la ciudad. Músicos franceses, exposiciones artísticas, ciclos de cine, y muchas otras actividades culturales se realizan a lo largo del año tanto en el edificio de la institución como en otros espacios de la ciudad. Davandture fue preciso con ello: la cultura, dio a entender, es una de las banderas más importantes que levanta la Alianza.
“El idioma conlleva a la cultura, la expresa a través de sus palabras. Y, obviamente, cuando hablamos del idioma no solamente enseñamos léxico, gramática, sino toda la parte intercultural. Siempre hay un espejo sobre cómo estamos en Francia y en el mundo francófono. En ese sentido, no hay que olvidar que el francés lo hablan 220 millones de personas, no solamente Francia, sino también Bélgica, Québec, países de África, la Guayana Francesa. Por eso también el francés expresa todas las literaturas o artes del mundo africano, del Caribe, de las Antillas”. En ese sentido, el director enumeró algunas de las actividades que se llevaron adelante este año: 12 mil espectadores entre la galería de arte y el auditorio de la Alianza Francesa, música clásica, un grupo de reggae de Costa de Marfil, una exposición fotográfica en el Museo Macro, circo contemporáneo en la sala Lavardén son sólo una parte de la larga lista.
La red de Alianzas Francesas fue creada en 1883, en París, por un grupo de personajes de la cultura, entre ellos el propio Julio Verne. La creación de la red estaba basada sobre todo en el dialogo entre Francia y todas las culturas y países del mundo. “Creo que en Rosario arrancó con la misma idea, el diálogo. Por eso, se enseñó mucho el francés, se dieron conferencias. Aun así, en 1912 no era tan fácil venir con un grupo, sobre todo porque dos años después estalló la Primera Guerra Mundial”. En esos años, también abría la Biblioteca Argentina, donde la Alianza Francesa dictó clases nocturnas, y también se desarrollaron ciclos musicales en la Biblioteca, organizados por la Asociación Cultural del teatro El Círculo. “Por eso, este año festejamos con las dos instituciones: presentamos un trío con repertorio romántico-francés en la Biblioteca Argentina y en el teatro El Círculo presentamos un dúo de piano y violín, junto con una composición sobre El Principito”.
Para –y a partir de– este año que ya termina, el desafío se planteó en “seguir los esfuerzos de quienes fomentaron la creación de estas grandes instituciones”.
“La Alianza tiene que reforzar su cooperación y colaboración con las instituciones de la ciudad, y estar pendiente de sus solicitudes. En los 100 años hay que agradecer a todos los hombres y mujeres que pasaron a través de un ciclo. Nuestro lema hoy es: «Por cien años más»”. Desde la perspectiva de su director, a la Alianza Francesa se le suma un plan “de calidad”. Esa calidad puede reflejarse en las ofertas de curso. Así, no sólo están los 4 años regulares de estudio de francés, sino que también hay pequeños cursos para viajeros, por ejemplo; mesas de conversación, de literatura, cursos para adultos mayores, “que siempre quisieron estudiar francés pero sin evaluaciones”; áreas especializadas en ciencias de la salud e ingeniería, donde se hace enfoque especial sobre la profesión para poder obtener becas.