Las imprescindibles medidas de licenciamientos y teletrabajo dispuestas por el gobierno nacional y refrendadas por las gestiones locales no comprometen, en principio, los ingresos de empleados y operarios registrados. Pero hay un amplio universo laboral en negro, o cuentapropista, para el que las disposiciones implican un serio riesgo a su subsistencia, a menudo construida día por día.
Algunos sectores comenzaron a organizarse para minimizar los daños económicos de la lucha contra la pandemia. Uno de ellos es el de las trabajadoras sexuales, y en este caso en cabeza de Ammar (Asociación Mujeres Meretrices de la Argentina). Lanzaron una colecta nacional, para lo cual ponen a disposición una cuenta bancaria. El dinero recaudado será girado a todas las delegaciones para generar un fondo destinado a «afrontar situaciones de extrema vulneración, como el pago de los hoteles familiares donde viven la mayoría de nuestras compañeras».
El comunicado de Ammar inicia con el trazado de un cuadro de situación: «En situaciones como la que debemos afrontar frente a la pandemia del coronavirus, qué distinto sería para las trabajadoras sexuales que nuestros derechos estén reconocidos y un Estado presente que genere políticas públicas para nuestro sector. No nos entraría la desesperación, tendríamos respuestas desde el Estado para afrontar los días que estaremos imposibilitadas de trabajar, respuestas para afrontar nuestra economía y todo lo que depende de nuestros ingresos: alimentación para nuestrxs hijxs, alquileres, tarjeta sube, vestimenta, medicamentos, útiles escolares entre muchas cuestiones básicas para poder vivir que nuestro entorno depende sólo de nuestro ingreso económico, de nuestro trabajo».
La colecta tendrá como destinatarias a las «compañeras trabajadoras sexuales jefas de hogar que tienen a su cargo entre uno y siete hijxs», señalan en el texto. Anunciaron, además, otras medidas de contención:
√ Refuerzo de las habituales recorridas con entregas de alcohol en gel y materiales para la prevención de contagios.
√ Solicitud de una reunión con el Ministerio de Desarrollo Social para llevarle la propuesta de que contemplen a las trabajadoras sexuales en la entrega de tarjetas alimentarias y la posibilidad de que puedan gestionarse los salarios complementarios básicos, que sólo perciben unas 60 trabajadoras sexuales.
√ Pedido de reunión al Ministerio de la Mujer para conocer si se ha pensado alguna política estatal para las trabajadoras de la economía popular y para informar sobre la situación de las trabajadoras sexuales por no contar con «ningún tipo de reconocimiento hacia su actividad laboral».