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Se presentó como socio de Pérez Algaba y entregó la camioneta que usó la víctima los últimos días

Los voceros detallaron que el vehículo fue entregado este viernes en la DDI de Lomas de Zamora por un hombre que dijo dedicarse a la construcción y ser socio del empresario descuartizado. La camioneta es una de las tres piezas clave que los investigadores procuraban hallar para la investigación

La camioneta que utilizó durante los últimos días el empresario Fernando Pérez Algaba, hallado descuartizado dentro de una valija en un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, fue entregada este viernes a la policía por un supuesto socio de la víctima, por lo que ahora será sometida a peritajes en busca de rastros para intentar identificar a quien o quienes lo ejecutaron de dos tiros por la espada, informaron fuentes policiales.

Los voceros detallaron que la camioneta importada fue entregada en el mediodía de este viernes en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora por un hombre que dijo dedicarse a la construcción y ser socio del empresario asesinado.

El rodado, una camioneta Range Rover Evoque, modelo 2012 de color blanca y que estaba a nombre de la empresa Antártida Compañía Argentina de Seguros S.A., era una de las tres pertenencias clave que los investigadores procuraban hallar en el marco de la causa.

Es que, según la principal sospecha de los pesquisas, Pérez Algaba, apodado «Lechuga» y quien se dedicaba a la compra y venta de autos de alta gama e inversiones en criptomonedas, pudo haber sido abordado por los asesinos cuando usaba ese rodado.

Los investigadores aún trabajan para localizar el teléfono celular del empresario, que no estaba entre sus pertenencias encontradas en el domicilio que habitaba ni junto a sus restos en la valija, y a su perro bull dog francés, que siempre lo acompañaba.

Las fuentes detallaron que el celular de Pérez Algaba almacenaba más de 200 mensajes amenazantes, audios de conversaciones que había mantenido con personas a las que le debía dinero y textos que había escrito respecto de su situación financiera y relación conflictiva con sus acreedores en el block de notas.

Si bien ese dispositivo no fue aún encontrado, muchos de esos mensajes y audios fueron difundidos a través de medios de prensa, lo que llevó a que el fiscal 5 de Lomas de Zamora a cargo de la causa, Marcelo Domínguez, decidiera incorporarlos al expediente para analizarlos como evidencia.

En base a ellos, en las últimas horas se presentaron a declarar en la fiscalía dos personas que aparecen en los audios y textos: un supuesto barra de Boca Gustavo Iglesias y su hijo Nazareno, a quienes, según se desprende de los mensajes, el empresario le debía alrededor de 70.000 dólares.

«Yo no te voy a matar, te voy a hacer algo peor, te voy a sacar los ojos y cortar las manos para que no puedas contar más en tu vida plata, por juro por mis hijos que no tengo ningún problema por ir preso», es una de las amenazas dichas por Iglesias, quien él mismo admitió ante la justicia haber proferido.

De esos audios y textos también surgieron los conflictos que Pérez Algaba mantenía con otras personas, entre ellas con un ex amigo llamado Nahuel Vargas, a quien también le debía dinero y quien había denunciado al empresario por amenazas en febrero pasado.

Este viernes, el fiscal Domínguez recibió el informe de la autopsia, en la que revela que el empresario recibió dos disparos en la zona de la espalda con orificios de salida en la zona del tórax, como así también lesiones en el maxilar inferior, en el miembro inferior izquierdo y en el miembro superior derecho, donde se observaron fracturas pero realizadas post mortem.

Según los forenses, la muerte de Pérez Algaba se produjo como consecuencia de los dos disparos y, luego, se produjo el desmembramiento.

El primer balazo ingresó en la región posterior derecha del tórax y afectó al pulmón derecho, diafragme e hígado, con salida en la región anterior derecha del tórax; y «no se observó quemadura ni ahumamiento en el orificio de entrada, por lo que se estima que el disparo se efectuó distante al cuerpo», dice el informe, al que tuvo acceso Télam.

El segundo, ingresó por la región posterior izquierda del tórax, que afectó el pulmón izquierdo, saliendo por la región anterior izquierda de tórax.

De acuerdo con la información suministrada por los voceros a Télam, el hecho que originó la denuncia de Vargas ocurrió cerca de las 21 del 13 de febrero pasado en Los Indios al 2400, de Castelar, partido de Morón, cuando se encontraba en la puerta de su casa junto a un amigo y llegó al lugar Pérez Algaba, quien le gritó varias veces «te tiro».

Según el denunciante, ante ello él corrió hacia la calle Villanueva y escucho una fuerte explosión. Al regresar a la puerta de su vivienda, contó que observó su camioneta Toyota Hilux blanca con la luneta trasera dañada y en el interior con rastros de vidrios y restos de piedras.

Vargas detalló en su exposición que Pérez Algaba era su ex amigo y que tenía «miedo» de lo que pudiera hacerle, ya que no era la primera vez que se le aparecía. También manifestó temor de que le sucediera algo a su madre, que vive con él.

Los voceros agregaron que esa no es la única denuncia que pesaba contra el empresario ahora asesinado, ya que tenía otra causa que tramitaba ante el Juzgado Federal 2 de Morón.

Finalmente, otro faltante que desvela a los pesquisas, es el perro de la víctima, un bull dog francés color beige, llamado Kupper, de quien la víctima no se separaba.

Incluso, según las fuentes, en el último domicilio que alquiló temporalmente el empresario en la calle Olazábal al 1600 de Ituzaingó, se halló, junto a sus dos notebooks, un certificado de su psiquiatra en el que se consigna que presentaba un cuadro depresivo y de ansiedad y le aconsejaba que viajara con su perro.

La mascota no fue vuelta a ver en la zona del domicilio ni se detectaron rastros suyos por el momento, por lo que es otro punto de interés para conocer los últimos movimientos de la víctima, según dijeron los investigadores consultados.

La desaparición de Pérez Algaba fue denunciada por la dueña del departamento que alquilaba, quien el 19 de julio último, al no tener noticias suyas no recibir respuesta a sus mensajes -ya que ese día se vencía el contrato de locación temporal-, decidió acudir a la Policía.

El pasado domingo, tras un aviso de unos niños que jugaban en la zona, se halló una valija roja con las extremidades superiores e inferiores del empresario en el Arroyo del Rey, de Ingeniero Budge, mientras que días después se encontraron su torso y su cabeza, ésta última en el interior de una mochila, en el mismo arroyo.

Los voceros dijeron que de la autopsia surgió que Pérez Algaba fue ejecutado de dos disparos por la espalda y que fue descuartizado tras su muerte. También presentaba en la espalda una lesión cortante post mortem, añadieron las fuentes.

Luego de certificarse que los restos pertenecían a Pérez Algaba, los pesquisas apresaron a una mujer trans identificada como Nicol Alma Chamorro, quien fue la última persona que tuvo en su poder la valija donde estaban las extremidades seccionadas.

A esa persona se llegó en base al testimonio de sus hermanos, cuyos documentos estaban en la valija junto a los restos.

Chamorro se negó a declarar en las últimas horas en el marco de la causa en la que se encuentra imputada como partícipe secundara del homicidio y el juez de Garantías Sebastián Monelos convalidó su arresto.

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