Sus ollas son caras, pero incluso así se vendieron un 20 por ciento más en plena pandemia: la fábrica Essen, fundada hace 40 años en Venado Tuerto, no piensa irse de la Argentina ni mucho menos. Comenzó hace unos meses a comercializar sus productos en los Estados Unidos con lo que sumó un nuevo mercado al que ya consolidó a escala regional.
Essen es la fábrica de piezas de aluminio fundido con esmalte vitrocerámico más grande del mundo. La fundaron Wilder Yasci y Roberto Angelini y le pasaron el mando a las siguientes generaciones familiares. Hoy tienen presencia en cuatro países de América latina y desde poco antes de que el covid comenzara a circular en la Argentina, en Estados Unidos.
El sistema de ventas de Essen –comida en alemán, por el origen de la esposa de uno de sus fundadores, Yasci– es particular. En la Argentina tienen 15 mil revendedores independientes, a los que se agregan unos seis mil más en la región: Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú.
Durante la pandemia, la empresa reforzó la capacitación por internet de sus vendedores, en su amplia mayoría mujeres, y consiguió subir las ventas en los tres meses tradicionalmente más prósperos, y en las etapas más rígidas de las medidas sanitarias.
Desde la firma reconocen que el aislamiento preventivo contra el virus promovió la venta de artículos de cocina, y con el marketing de comida sana con el que promocionan sus productos consiguieron sostenerse y hasta crecer. Todo, a pesar de que no se trata de productos baratos: no bajan de los 8 mil pesos.
Arranque en 1954, con hornallas
La marca Essen data de la década de 1980. Pero su origen se remonta a 1954, cuando Yasci y su esposa arrancaron en Venado Tuerto con una pequeña fundición de aluminio en la que hacían principalmente mecheros de cocina. El hijo de la pareja, Wilder, tomó las riendas y el negocio prosperó hasta abastecer de partes y repuestos a muchas marcas en todo el país.
Fue a fines de la década de 1970 que comenzó el boom de las piezas de aluminio hoy clásicas. En un viaje a Nueva York con su amigo Roberto Angelini, Wilder se entusiasmó con una cacerola de aluminio y los dos se pusieron a diseñar un modelo local, que comenzaron a fabricar en la fundición de Venado Tuerto.
Otra pata del éxito comercial, además de la publicidad según la cual el espesor de las ollas permitía ahorrar hasta un 80 por ciento de gas en las cocciones, fue el modelo de ventas, que se inició con los llamados “encuentros de cocina Essen” en los que se hacían demostraciones culinarias entre vecinas y vecinos.
La cocina en casa pagó en cuarentena
En un año típico, la producción de Essen oscila entre las 300 mil y 400 mil piezas: ollas, cacerolas, sartenes, bíferas, y hasta bazar y mates, todos artículos de aluminio fundido con tratamientos superficiales.
Los directivos de Essen afirman que ocupan a unos 240 empleados directos en el país y otros 150 en la región. Además, están los revendedores, en número mucho mayor pero sin relación de dependencia.
“Las ventas durante este año venían repuntando, con la cuarentena la gente cocinó más en sus casas, compartió más con los seres queridos y equipó su cocina. Abril, mayo y junio fueron los mejores meses de ventas, crecieron un 20 por ciento. Ahora tratamos de seguir en la misma línea, creemos que este año podremos crecer un 10 por ciento en ventas”, explicó a Bae Negocios Agustín Jorge, CEO regional de Essen. Un raro buen desempeño en un contexto de crisis múltiples dentro del rubro. El directivo agregó que, incluso, están pensando en tomar más personal, en las áreas de ventas y marketing.
Justo antes de la llegada de la pandemia a la Argentina, Essen desembarcó en Estados Unidos. El CEO relató el derrotero: “Arrancamos una prueba piloto y nos fue muy bien. Queríamos ver si podíamos introducir nuestros productos en el mercado estadounidense y fueron muy bien aceptados por su calidad. Abrimos un nuevo mercado, no nos vamos apostamos a Argentina. Nos expandimos en la pandemia, en un plan pensado en la prepandemia. En todo el mundo fue muy grande el crecimiento de productos del hogar y en particular en la región. La tendencia fue quedarse en casa y comer sano. El aislamiento hizo que todos sean más consciente de su alimentación y disfruten de la cocina. Las cacerolas Essen permiten ahorrar el 80% del consumo del gas”.
Se quedan
“Somos una Pyme argentina que da trabajo y que sigue apostando al país. Estamos comprometidos con el trabajo local, con la producción nacional y queremos exportar nuestros productos al mundo. Seguimos firmes“, se enorgullecieron desde la empresa en la nota de Bae Negocios.
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