Un matrimonio celebrado in extremis, por estar uno de los contrayentes gravemente enfermo, se convirtió en el primero entre dos homosexuales en Uruguay, país que legalizó las bodas gay en abril pasado y donde este lunes comenzaron las inscripciones en la oficina estatal de registros.
La ceremonia se realizó a la mañana en un hospital de Montevideo, luego de que los contrayentes presentaran un certificado que acreditaba la inminencia del riesgo de muerte de uno de ellos, dijo a la AFP el director del Registro Civil, Adolfo Orellano.
«Fue muy emotivo», dijo al sitio web del diario El Observador la oficial actuante, Luisa Salaberry, relatando que fue una ceremonia íntima en la que participaron los testigos y otros allegados. El enfermo estuvo muy lúcido, aseguró.
El matrimonio in extremis se realiza cuando las condiciones de salud no permiten realizar el trámite normal que requiere una espera de unos diez días hábiles entre la celebración y la inscripción. El trámite queda luego condicionado a la validación judicial posterior, explicó Salaberry.
La boda tuvo lugar el primer día en que el Registro Civil habilitó las inscripciones para matrimonio de parejas del mismo sexo.
«En este caso, como recién hoy empieza a regir la ley de matrimonio igualitario, este matrimonio no podría haberse celebrado en los días previos pese a que la persona estaba muy enferma», explicó Salaberry.