Sobre la línea de cal da órdenes. Se mueve, se sienta y vuelve a caminar por el costado de la cancha. Micaela Astudillo tiene 33 años y está a cargo del primer equipo femenino del Club Banco. Es una de las pocas mujeres entrenadoras que ejercen en Rosario. Además, es jugadora de Provincial y formó parte de la selección rosarina.
Hace tres años se recibió de directora técnica y hace dos que ejerce. Su vida siempre estuvo ligada al fútbol, que define, es su pasión. A los 14 años empezó a jugar en Central y se coronó con el Canalla en el torneo realizado por la Rosarina en 2004. Después pasó por Renato Cesarini, San Lorenzo (en AFA) y hasta disputó un campeonato Sudamericano con la selección sub 19.
Luego de un receso de dos años, retomó el contacto con la pelota pero en futsal. Jugó en Provincial y en Horizonte, donde se coronó campeona de las dos ligas, Arofusa y Rosarina. Y cuando se retomaron los torneos en cancha de 11 (NdR: hace 2 años), se sumó al primer equipo de Provin. En paralelo, participa del Barca Academia Rosario como instructora desde el 2017 hasta la actualidad.
“Compartiendo conocimientos con los entrenadores de la Masía (inferiores del elenco catalán)”, afirmó. Hace un tiempo la convocaron para estar a cargo del seleccionado sub 16 de la Asociación Rosarina. Micaela intercala el fútbol adentro y fuera de la cancha. Es la única entrenadora mujer de la Primera B y “ve un gran futuro” en la dirección técnica de mujeres: “Por el desarrollo que en general está teniendo la disciplina. En el país somos más de 150 entrenadoras recibidas”.
Micaela viajó la semana pasada a Santa Fe para participar del primer Congreso Nacional de Directoras Técnicas organizado por Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA). Actualmente la institución que otorga los títulos habilitantes para dirigir en AFA tiene en sus registros a 16 mil directores técnicos y de ese total sólo 150 son mujeres. Y si bien existe desde 1963, recién en 1998 se recibió la primera camada de directoras técnicas.
En el predio de la Liga Santafesina dijeron presente, además de Astudillo, entrenadoras de Tucumán, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa, Río Negro, Corrientes, Mendoza y Buenos Aires. El encuentro, según informó el portal La Diez, contó con capacitaciones teóricas y prácticas.
En los sucesivos paneles de historia del fútbol femenino, el fútbol en perspectiva de género, medios de comunicación, arbitraje y maltrato infanto juvenil, entre otros, disertaron directoras técnicas, jugadoras, ex jugadoras, profesoras, periodistas, psicólogas y árbitras. Todas tenían mucho para contar, debatir y planificar. Ya no más solas: juntas y organizadas.
“No estamos más solas”
De Rosario, además de la entrenadora de Banco Micaela Astudillo, participaron del Congreso Ayelén Attia, Malena Acosta y Roxana Vallejos (actual DT del equipo de Primera de Central). Hay más egresadas en Rosario, pero no pudieron viajar.
Ayelén se recibió en 2013. Antes jugaba al fútbol, y formó parte, al igual que Micaela, del plantel canalla que se coronó campeón del torneo rosarino en 2004. Y como con todas, al principio no fue fácil. En el lugar donde trabajaba no le permitían salir unas horas antes para estudiar los días que cursaba. A pesar de eso, el deseo por ser DT era más fuerte. Se bancó apercibimientos y termino renunciando. Meses después la empresa quebró. Cuando terminó el curso, eran todos varones y la inserción laboral tampoco fue fácil.
“No pude trabajar de eso. No se podía vivir, no te llamaba nadie, eran tal vez trabajos para sumar ‘experiencia’”, contó Ayelén. Con el tiempo empezó una escuelita de fútbol femenino y estuvo a cargo de un plantel masculino categoría 2009-2010 de Central Córdoba. Y ahora está con un proyecto vinculado al femenino en un club de la ciudad. “En el Congreso nos dimos cuenta que no estamos solas”, dice sobre la primera reunión de entrenadoras mujeres que se realizó en Santa Fe capital.
Y la historia de Malena es similar. Es periodista deportiva y se recibió de directora técnica en 2014 junto a Virginia Salera. Las dos formaron parte del cuerpo técnico del primer equipo femenino de Newell’s. Para ella, por cuestiones personales, esa fue por el momento su única experiencia. Virginia actualmente es Coordinadora del fútbol femenino en la Lepra y además forma parte del cuerpo técnico de la reserva rojinegra, donde analiza videos de los rivales. Sus comienzos en el club del Parque no fueron fáciles. Tuvo que luchar contra los prejuicios de propios y ajenos. Ganarse un lugar en un espacio tan machista como el fútbol para una mujer es doble trabajo.
Conquistar espacios de poder
En Rosario se juegan todos los domingos 19 partidos de fútbol femenino. Desde hace apenas dos años el torneo fue institucionalizado por la Asociación Rosarina y hoy cuenta con dos categorías: la Primera y la B. Desde aquel torneo inicial a fines de 2017 hasta la actualidad, el aumento en cantidad de jugadoras y clubes que participan del certamen ha sido notable. Y se prevé que continúe por ese camino.
En total son 16 equipos en Primera División y otros 23 en la B. Sobre la línea de cal, en la voz de mando de los equipos de mujeres, en su gran mayoría los que están son hombres. En el fútbol masculino, no se pone en duda, la presencia de mujeres al frente es nula.
Hace unos meses se jugaba la final del Mundial de Francia. En la ciudad de Lyon, Estados Unidos y Holanda definieron al campeón de la octava edición. En el banco de suplentes, dos mujeres. Es un dato a resaltar, teniendo en cuenta que también a nivel mundial es escasa la presencia de mujeres directoras técnicas.
En suelo galo, de las 24 selecciones participantes, sólo 9 eran conducidas por mujeres. En Sudamérica, hasta hace unos días, había una sola mujer a cargo de la selección de su país: Epifanía Benítez, quien está a cargo del combinado nacional de Paraguay.
Y luego se conoció la noticia de que en Brasil también habrá una mujer en la conducción técnica. Pia Sundhage es la nueva entrenadora de la selección brasileña de fútbol femenino. La entrenadora sueca llegó tras la destitución de Vadao por los malos resultados cosechados en el Mundial de Francia. Además, se convirtió en la primera seleccionadora extranjera que lidera la selección del gigante sudamericano.
En el torneo semi profesional de la AFA que comenzó el fin de semana pasado y del que participan 17 equipos, hay solo tres entrenadoras. Huracán, Central y Lanús son los equipos conducidos tácticamente por mujeres.
Las cifras dentro de las canchas rosarinas se condicen con la cantidad de mujeres que estudian para ser entrenadoras de fútbol. En Rosario, la única escuela avalada por la AFA y Conmebol para obtener el título de director/a técnico/a es “Cuna de la Bandera”.
En los últimos 2 años sólo 3 mujeres egresaron con el título profesional, que permite dirigir 1° y 2° División. Actualmente hay una sola mujer cursando la licencia B, que habilita a quienes quieran desempeñarse en fútbol amateur y fútbol formativo hasta Sub 15.
“Consultan mucho pero no se animan”, le dijo a El Hincha Estela Picerni, quien hace más de 20 años coordina la escuela que hoy tiene como director a Enrique Borrelli. Dice que muchas veces consultan cuantas mujeres hay en el curso y al escuchar la respuesta “son casi todos hombres”, desisten. Es una especie de exclusión inconsciente, propia de un sistema patriarcal que como dice la socióloga Dora Barrancos “va agravando en la exclusión subalterna de las mujeres”.