En las últimas dos semanas la cantidad de personas con coronavirus internadas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en la Argentina fue cada día superior a la jornada previa, pasando de 5.457 pacientes graves el 14 de mayo a 6.872 informados este viernes, lo que representa un incremento de casi 26% en 14 días, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
Si bien la ocupación de camas en UTI presentaba desde los primeros días de mayo una tendencia al ascenso con algunas fluctuaciones, desde el 12 de este mes el crecimiento en la internación a nivel nacional es sostenido.
«Son al menos 15 días consecutivos de récord en la cantidad de camas de terapia intensiva ocupadas en Argentina por pacientes Covid-19. Este viernes fueron 6.872 camas ocupadas, un 33% más que hace un mes, cuando la ocupación ya estaba en niveles altísimos, similares al peor momento del 2020», indicó a Télam el bioquímico y analista de datos Santiago Olszevicki.
En efecto, Olszevicki recordó que el año pasado el récord de ocupación de pacientes con Covid-19 en UTI se había dado el día 1 de noviembre cuando llegó a 5.119 internaciones.
En relación al comportamiento de la curva de casos a nivel nacional, el último fin de semana seguido por los dos feriados del lunes y martes hacen difícil realizar un análisis.
«Hay una demora en la carga de datos los fines de semana que se extendió con los feriados por lo que no es posible hacer un análisis intersemanal», explicó a Télam la docente e investigadora Soledad Retamar.
El promedio de los últimos siete días de nuevos casos diarios era de 31.416 y de fallecidos de 473, y una semana antes, es decir, el viernes 21 de mayo, el promedio de notificaciones era de 31.964 mientras que el de muertes era de 492.
«Sería precipitado determinar si la curva se amesetó o si faltan cargar datos atrasados; necesitamos varios días más para poder realizar esa lectura», explicó Retamar.
En referencia a la distribución de las notificaciones por jurisdicciones, los casos continúan «repartidos» en todo el país.
Este viernes, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires aportó el 35% de los nuevos casos diarios, seguida de Córdoba (13%); Santa Fe (10%); Ciudad de Buenos Aires (9%); Corrientes, Formosa y Entre Ríos (con 3% cada una); Santiago del Estero, Tucumán, La Pampa, Chaco, San Luis, Salta, Mendoza, Neuquén y Río Negro (con 2% cada una); y el resto de las provincias el 1%.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, afirmó el viernes que «la tensión sobre el sistema sanitario sigue siendo alta y preocupante», por lo que pidió continuar con las medidas de cuidado para lograr un descenso en los contagios mientras se avanza en el plan de vacunación.
En relación a los 41.080 casos que se notificaron el jueves, el titular de la cartera sanitaria bonaerense señaló que «no son el reflejo del impacto de las medidas» adoptadas por el presidente hasta el 30 de mayo, que significaron un aislamiento estricto en las zonas caracterizadas de «alarma epidemiológica» como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
«Hay que esperar para ver el resultado de estas disposiciones», indicó Gollan y puso de relieve que «hay una desaceleración de la velocidad de crecimiento de los contagios, pero siguen creciendo tanto en el interior (de la provincia) como en el AMBA».
Por su parte, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, afirmó este viernes que esta semana hubo «un descenso mínimo» de los casos en el distrito, pero consideró que «no alcanza» para frenar la curva de contagios.
«En los últimos días bajamos de 2.600 casos promedio (de la semana pasada) a 2.400; es un descenso mínimo y no alcanza para nada para lo que tenemos que hacer porque necesitamos un descenso pronunciado», aseguró Quirós durante su habitual conferencia de prensa de los viernes.
En ese sentido, sostuvo que por tratarse de una semana atípica con dos feriados (lunes y martes), el Gobierno porteño observaría los datos hasta el viernes antes de tomar decisiones frente al vencimiento de la actual etapa de restricciones el próximo domingo.
Horas después, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció la vuelta a las clases presenciales de los alumnos de los niveles inicial, primaria y de los dos primeros años del secundario desde el lunes próximo, pese a la resolución del Gobierno nacional que estipula la enseñanza remota en las zonas de alarma epidemiológica, medida que fue rechazada por los gremios docentes y el ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Y ratificó la reposición de las medidas que regían hasta la semana pasada, antes de la entrada en vigencia del último DNU presidencial, entre las cuales figura la restricción de la circulación general entre las 8 de la noche y las 6 de la mañana del día siguiente y que bares y restaurantes atiendan en espacios al aire libre en mesas de hasta cuatro personas o grupo familiar hasta las 19 y luego de ese horario con delivery o sistema de «retiro en el local».