Tras el dato de inflación que difundirá el Indec este miércoles, empresarios y sindicalistas se reunirán para definir un nuevo sueldo básico el jueves, en medio de una fuerte pérdida del poder adquisitivo tras la devaluación de mediados de diciembre.
La reunión es para fijar el valor del salario mínimo – que acumula una pérdida de más del 45% en los últimos 8 años – y de la prestación por desempleo.
La Comisión de Salario Mínimo reúne a sindicalistas de la CGT y CTA y representantes empresarios como la UIA y la Came.
Constituye una suerte de paritaria nacional que suele marcar los porcentajes de aumentos salariales que estarían dispuestos a acordar sindicatos y empleadores para el conjunto de las actividades.
El salario mínimo acumula una pérdida adicional porque debió haber sido convocado en diciembre, para acordar el nuevo valor desde enero.
Al reunirse a mitad de febrero, se descuenta que quedará “salteado” el valor de enero y está en duda si se fijará un nuevo monto retroactivo al 1° de febrero o regirá desde el 1° de marzo.
En 2023, el salario mínimo tuvo un incremento del 151,8% frente a una inflación del 211,4%.
Una pérdida de 19%, a la que habrá que sumar el deterioro durante enero, según la cifra de inflación que informe este miércoles el Indec, que rondaría el 20%.
El salario mínimo de diciembre fue de $ 156.000 para los mensualizados o de $ 780 por hora. En diciembre 2022 era de $ 61.953 mensual o $ 309.77 por hora.
A quienes perciben el salario básico, más el eventual cobro del salario familiar por hijo, les resulta imposible cubrir todos los requerimientos que marca la Ley de Contrato de Trabajo cuando la canasta de pobreza para una familia tipo ronda los $ 590.000/600.000.
Según Cifra (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina), “el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil muestra una tendencia negativa desde 2011, que resultó particularmente fuerte en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020. Esta caída ha sido incluso superior a la pérdida real de los salarios registrados”.
Luego, “entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, existieron siete instancias de actualización del salario mínimo, que no lograron una recuperación de su poder de compra. El año 2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3%, que lo ubicó 33% por debajo del nivel de 2015”. Con la pérdida de 2023, la caída es del 45%.
La ley de Contrato de Trabajo le asigna tres características al salario mínimo, vital y móvil. Es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Y debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida.
Héctor Daer, titular de la CGT, y uno de los representantes sindicales ante el Consejo del Salario, adelantó que pedirá un aumento del 85%. La CTA reclamaría un ajuste mayor.