El Grupo Roggio acaba de sacudir el mercado: informó a sus acreedores que no pagará los servicios de las obligaciones negociables de la Compañía Latinoamericana de Infraestructura & Servicios SA (Clisa) emitidas en 2021 por unos 358 millones de dólares, que tenían previsto una amortización de 7,5% nominal anual por el período de intereses correspondiente al primer semestre de 2024. Mariano Peterlin, director financiero de la constructora Clisa, informó la novedad al Mercado de Valores el pasado 13 de junio mediante una nota en la que dejó asentado que “en relación al concepto de Amortización Obligatoria por Exceso de Efectivo, no surge monto a pagar en la Fecha de Amortización Obligatoria (25 de julio de 2024)”.
Clisa había anticipado en marzo pasado que estaba en zona de turbulencias por el recorte de obra pública, la recesión y la inflación. “Se ha experimentado en el primer trimestre de 2024 una fuerte caída de la actividad económica y al mismo tiempo altos niveles de inflación, así como una alta volatilidad en las demás variables de la economía, lo que ha impactado significativamente en las cifras de los presentes estados financieros”, informó al Mercado de Valores cuando dio a conocer el resultado financiero del primer trimestre del año.
El Grupo Roggio dejó consignado que “la inflación es en especial uno de los principales factores que afectan los resultados” de la compañía”. Y marcó que la inflación “ha crecido de manera constante año tras año”, especialmente con “un aumento considerable en la segunda mitad del año 2023”. El informe apunta que “durante el primer trimestre del año 2024, la inflación fue del 51,6%”.
La situación, según documentó el grupo, se concatenó con otra: “El Estado argentino está avanzando con un drástico plan de ajuste fiscal, basado en una disminución del gasto público y un aumento en la carga impositiva, y que incluye una significativa disminución en la ejecución de obras públicas, incluso proyectos que ya están en curso. Asimismo, las características del sistema tributario argentino han hecho que las provincias y municipios también se vean afectados por el ajuste fiscal a nivel nacional”.
Según citan distintos portales económicos, fuentes del mercado consideran que la obligación negociable del Grupo Roggio carece de buena reputación, ya que la tasa de interés que promete es alta, lo que genera desconfianza. Por ello, a los brokers locales el default no los sorprendió.
En el informe del primer trimestre, Roggio indicó que “como consecuencia del desfavorable contexto económico”, al 31 de marzo de 2024 Clisa “registra pérdidas acumuladas que la encuadran en la causal contemplada en el artículo 94 inciso 5° de la ley 19.550”, la ley General de Sociedades, esto es disolución de una sociedad por “pérdida de capital social”
Así, la empresa estaría reconociendo que las deudas superan las acreencias. Pero fuentes del mercado marcan que puede ser una jugada contable para “esconder” las pérdidas y, eventualmente, disminuir el capital de Clisa si la situación no se revierte.
Al 30 de abril, los accionistas decidieron la “absorción parcial” de las pérdidas, “bajo la expectativa de que las últimas disposiciones gubernamentales, tendientes al saneamiento de la economía nacional y el control de los desajustes macroeconómicos, en especial la inflación y la volatilidad del tipo de cambio, podrán hacer evolucionar favorablemente los negocios durante el ejercicio en curso para revertir dicha situación”, según informó Clisa al Mercado de Valores.