El juicio oral por lavado de dinero estaba a punto de empezar cuando el acusado, Ibar Esteban Pérez Corradi, liberó cucarachas de entre sus ropas en medio de la audiencia en la sala AMIA de los tribunales federales de Comodoro Py. Los magistrados suspendieron el debate y enviaron a Pérez Corradi, quien ya está condenado por narcotráfico, a ser revisado por el servicio médico. Además, se reprogramaron otros dos debates orales.
Según trascendió, algunos creen que la maniobra del acusado fue pensada por su defensa para quejarse de las condiciones en las que se encuentra detenido en la cárcel de Marcos Paz. Sin embargo, su abogado Carlos Broitman rechazó esa posibilidad y en declaraciones a la prensa dijo que no estuvo preparada. «Le empezó a salir de la espalda una, le caminaba por la cabeza, me saltó a mí y la aplasté con un papel. Inmediatamente le empezaron a salir más cucarachas de los pantalones, de todos lados, no de los bolsillos», relató el letrado, quien también negó que fuera una maniobra para postergar la audiencia.
El abogado calculó unas «30 o 40 cucarachas como mínimo en tres o cuatro minutos» las que tenía su defendido en todo el cuerpo.
Pérez Corradi se encuentra dentro del Régimen de Protección de Testigos y en reiteradas oportunidades exigió mejores condiciones de detención, alegando que otros integrantes de ese programa tienen mayores comodidades.
Incluso, el año pasado había trascendido que el condenado por narcotráfico le había solicitado a la Justicia un baño nuevo y tener intimidad para masturbarse.
«Pedí que traigan insecticida. Fue dantesco esto. Se tuvieron que suspender dos juicios y este viernes seguían matándolas durante otra audiencia», agregó Broitman.
Pérez Corradi había sido condenado en diciembre de 2018 a dos años y cinco meses de prisión efectiva por el contrabando de al menos 50 kilos de efedrina desde China e India a través de encomiendas que se enviaron entre junio y julio de 2008. Sin embargo, anteriormente, en noviembre del año pasado, había recibido una pena de siete años de cárcel por traficar 1.900 kilos de esa misma sustancia pero para ser utilizada como precursor químico en la elaboración de drogas sintéticas por narcos internacionales.
Ahora, el farmacéutico y financista está siendo juzgado por haber facilitado su cuenta bancaria para blanquear 312.677,79 de pesos pertenecientes a empresas y obras sociales vinculadas a la mafia de los medicamentos.