El ciclo Burgos dejó su invicto en La Plata. Y no fue en el mejor momento, ya que el cotejo fue la previa de una semana donde hay dos cruces de alta importancia, el jueves ante Libertad por la Sudamericana y el domingo ante Central.
No fue casualidad la derrota. Newell’s salió a ver qué pasaba con el partido, sin ninguna intención ofensiva, y si no fuera por Aguerre hubiera estado en desventaja temprano. Y sólo reaccionó con el partido dos goles abajo, incluso con alguna chance de empatar, lo que expuso aún más la postura mezquina del inicio.
Newell’s arrancó demasiado pasivo. Con una postura defensiva muy marcada, esperando que el rival se haga cargo del partido. No entró bien pisado Sforza, y Pérez García y Aleman empezaron a encontrar tiempo para lastimar con sus pases.
Así, en diez minutos el local tuvo dos chances claras de gol, ambas canceladas por atajadas de Alan Aguerre. Carbonero pasó a ser un problema para Cacciabue, aunque Nadalín logró cubrirle la espalda varias veces con éxito. Y un mal pase de Negri tras un córner, dejó al colombiano en buena posición para un centro rasante que punteó Ramírez y encontró una gran tapada de Aguerre.
Si el arquero leproso se había lucido en esa acción, unos minutos después su tarea fue aún más deslumbrante. Carbonero le ganó la espalda a Cacciabue y se fue mano a mano, y el remate encontró los pies estirados de Aguerre para impedir una jugada que tenía pasaje a la red.
Newell’s no mejoró ofensivamente. Es más, Maxi pescó un par de pelotas en posición de enganche, pero nunca tuvo un jugador en posición de ataque para descargar. La Lepra estudió y se esmeró tanto por cumplir el libreto defensivo, que se olvidó de atacar, incluso aquellos jugadores que por características debían hacerlo, como Ramiro Sordo y Alexis Rodríguez, que en la primera parte tampoco encontraron sociedades con Negri y Cacciabue.
El único mérito de Newell’s en la primera parte fue ajustar las marcas. Y esos espacios que tuvo Gimnasia en los primeros diez minutos no volvieron a aparecer. Con Lema, Nadalín e incluso Cabral bien parados.
Newell’s ni siquiera tuvo un córner a favor, lo que obligó a ilusionarse con un par de tiros libres lejanos, donde Lema y los altos fueron al área, aunque esta vez sin éxito.
En la segunda parte Newell’s pareció animarse un poco más, pero en un tiro libre a favor quedó mala parado, Gimnasia jugó rápido y Carbonero quedó otra vez de cara a Aguerre. Y esta vez fue gol, en una jugada extraña donde le rebotó en el tacó al delantero a la hora de definir y descolocó a Aguerre.
Newell’s pasó a estar abajo y tuvo que empezar a estudiar de apuro el libreto ofensivo, pero se notaba que estaba flojo de papeles en ese aspecto.
Burgos mandó a la cancha a Scocco y Cingolani, pero poco cambió. Y cuando la Lepra insinuaba un intento de ir por el empate, al menos desde lo posicional, un desborde de Weingandt derivó en Pérez García, quien sentenció a Aguerre, esta vez sorprendido por el remate que entró al medio del arco tras eludir muchas piernas.
El partido estaba sentenciado, nada hacía pensar en una reacción de la Lepra. De pronto, un pase al vacío encontró a Cingolani en velocidad y el juvenil delantero definió con un toque ante la salida de Rey. Newell’s otra vez en partido, casi de casualidad.
Con otro ánimo, el equipo de Burgos se sintió capacitado para buscar el empate. Dejó atrás el orden y fue en busca del milagro. Pero no pudo ser. Regaño demasiado tiempo de partido y era demasiado tarde para conseguir algo.
La previa del partido
Newell’s visita este lunes a Gimnasia en La Plata, y si bien Germán Burgos volvió a rotular el partido como una final, está claro que lo que se viene en el fixture genera algunos cuidados de parte del entrenador. El Mono sabe que mantener el invicto de su ciclo es importante desde lo anímico y también para fortalecer su idea de juego, pero no puede dejar de lado que en una semana la Lepra enfrentará a Rosario Central en un partido que tiene un valor imposible de medir. Y un par de días antes afrontará un cotejo importante ante Libertad por la Sudamericana, otro motivo para guardar algo, aunque sin renunciar a esta idea de que cada partido es a matar o morir.
“No podemos perder energías pensando en el clásico, porque primero debemos enfocarnos en Gimnasia”, confió Burgos en conferencia. Pero Pablo Pérez no viajó a La Plata porque está al límite con las amarillas, y Jonatan Cristaldo, otra pieza clave en la estructura del Mono, será preservado una vez más por una molestia muscular que ya lo dejó afuera del partido ante Goianiense.
Pero más allá de estas dos ausencias, el entrenador se mantuvo fiel a su libreto y pondrá en cancha un equipo con mayoría de titulares, aunque en la Copa de la Liga para la Lepra haya poco en juego.
El esquema de tres zagueros en el fondo se mantiene, aunque la recuperación en Manuel Capasso le podría dar un lugar como titular y pasara Diego Calcaterra al mediocampo, para cubrir la ausencia de Pablo Pérez. Y arriba podría retornar Alexis por Marcioni o Cingolani, sin descartar que aparezca Nacho Scocco en lugar de Maxi, una variante que podría estar relacionada con la seguidilla de partidos y la importancia de los dos próximos: Libertad y Central.
Sin importar los nombres, aunque sin dudas importan, la idea de Burgos es que todos puedan entrar y cumplir con la premisa: dejar la vida en cada pelota y jugar con orden y bien compacto como equipo.
Con seis partidos en el recorrido, dos triunfos y cuatro empates, el ciclo Burgos goza de buena salud. Recuperó a un plantel caído desde lo físico y anímico, que no podía ganar, y lo puso en cancha con una mejor presencia, aunque desde lo futbolístico aún haya mucho que mejorar.
“Tenemos que llegar con más jugadores al área rival, trabajamos eso esta semana”, reconoció el entrenador leproso. Y es real, la Lepra es efectivo, pero no llega con tanta gente al arco rival. Obviamente tiene otros recursos que son válidos. Como la pelota parada, el lateral largo con zagueros en el área y la subida constante de los laterales/carrileros. Con eso por ahora le alcanza. No pierde, y cuando puede o hay mayor inspiración, gana.
Es difícil no pensar en la importancia que tiene el partido del jueves ante Libertad por la Sudamericana. Y ni hablar del clásico del domingo. Pero como piensa Burgos, ganar ante Gimnasia daría un impulso importante para una semana que deportivamente puede ser muy importante. Por eso guarda poco y nada, fiel a su palabra.