«No existen las personas buenas o malas, sino las que comprenden o no”, dijo Carlos Sorín. El realizador argentino acaba de estrenar Joel, una película que se mete en el mundo de la adopción y la discriminación escolar intentando que el espectador se ponga en el lugar de los personajes. “Se trata de víctimas contra víctimas”, aseguró.
El film comienza cuando Diego y Cecilia adoptan a Joel, un niño de 9 años oriundo de la Provincia de Buenos Aires, que se muda al inhóspito pueblo fueguino de Tolhuin. Allí, la flamante familia intenta adaptarse a la nueva situación y tener una vida tradicional con el nene en el colegio.
Sin embargo Joel comienza a tener problemas con los padres de sus compañeros por supuestas andanzas que habría tenido más de chico en su San Justo natal. Eso desemboca en una reacción profundamente negativa por parte de los adultos, que hace honor al clásico “pueblo chico, infierno grande”.
“No quise hacer una película maniqueísta. Eso hubiera sido fácil. Todos tienen sus motivos y son todos iguales de razonables. Se trata de víctimas contra víctimas. No existen las personas buenas o malas, sino las que comprenden o no. Hubiera sido fácil hacer el buenos contra malos, quería que el espectador se pusiera en el lugar de los padres”, dijo Sorín en una entrevista con la agencia de noticias Télam.
Para el film, el autor de Historias Mínimas y La película del rey llevó adelante una investigación que incluyó familias que adoptaron con la vieja ley, con la que se llegaba a tardar años en conseguir la tutela, y con la nueva, algo más laxa.
“Pese a tomarme licencias, porque no deja de ser una ficción, procuro conocer cómo funcionan los temas que trato en la realidad”, sostuvo quien, en febrero, comenzará el rodaje de Best seller, su nueva película con Leonardo Sbaraglia y Leticia Brédice, además de una serie de ficción sobre la tragedia de Cromañón de 2003 (Ver aparte).
En la investigación previa Sorín se encontró con varios casos de chicos discriminados en las escuelas. “Algunos que llegaron al punto de pedirles que se vayan del colegio, pero no por ser adoptados, sino por ser extranjeros. La escena final está sacada de un hecho real”, adelantó.
Joel cuenta con las actuaciones de Victoria Almeida, Diego Gentille y Ana Katz, pero además, y como es una constante en sus producciones, Sorín decidió trabajar con no actores. De hecho Joel Noguera, el protagonista, fue descubierto por el mismo director y funcionó: “Las mejores tomas del chico las hice una sola vez, y eso que no es actor. Lo que salía era alucinante. Y con los dos protagonistas tampoco porque son excelentes actores”, aseguró.
Respecto del aporte que realizan los no actores a sus películas, Sorín ejemplificó: “Hay una escena de una asamblea de padres que la había escrito y reescrito. La llevé y la situación se me empezó a ir de las manos, sobre todo con el tema del paco, y preferí dejar de lado el guión y filmar como si fuera un documental. Había un nivel de rencor y agresión muy fuerte. Se ve que estaba tocando un tema irritante. Lo que dicen es más fuerte que lo que yo había puesto en el guión. El tema de la droga es tremendo. Los padres están muy alertas con eso”, dijo.
“En esa escena, hay varios que califican al pueblo como puro, limpio y sin drogas. Pero yo eso no lo pude comprobar. Es posible que en un pueblo de 6 mil habitantes el control sea mayor”, agregó Sorín que en este film abandonó su costumbre de realizar road movies. “Me gustaron siempre pero son muy cansadoras. Exigen una logística mucho más estricta que una que está alojada en un pueblo. No hay mucho juego de cintura, la producción se impone a la dirección. Así que me fui volviendo más sedentario”.
Para concluir y consultado sobre la influencia de autores como Anton Chéjov en la película Sorín explicó: “Chejov y Raymond Carver, que es el heredero estadounidense de esa tradición, fueron grandes influencias con esos cuentos donde parece que no pasa nada y todo es subterráneo. Me gusta eso, aunque no es una propuesta a priori”.
Serie de ficción sobre la tragedia de Cromañón
Sorín está preparando una serie ficción sobre la tragedia de Cromañón, con el enfoque puesto en el encubrimiento posterior al incendio que provocó la muerte de 194 personas en 2004. “Lo venimos trabajando hace cuatro años y ahora tomó ímpetu. Es una ficción en formato serie sobre la tragedia de Cromañón”, dijo el realizador que adelantó: “El formato serie para streaming llegó para quedarse y temas como Cromañón se adaptan muy bien”.
“Es probable que si hacés una película muy poca gente quiera ir al cine a ver esa tragedia inmensa. La serie tiene otro alcance”, agregó.
“Estamos armando para intentar rodar el año que viene. Va a ser una producción de varios privados. Lo venimos trabajando desde hace bastante y uno de los colaboradores fue Carlos Russo, ex gerente periodístico de Télam y con trayectoria en varios medios. Él hizo la primera investigación. Nuestro enfoque es el encubrimiento posterior a la tragedia”, dijo Sorín.
El 30 de diciembre de 2004 un incendio con bengalas en el boliche República de Cromañón, del barrio porteño de Once, causó la muerte de 194 personas que habían asistido a un recital del grupo de rock Callejeros. El jefe de Gobierno de ese entonces, Aníbal Ibarra, fue destituido en un juicio político en el que se le encontró responsabilidad de gestión.
Funcionarios, miembros y allegados a la banda y los dueños y responsables del lugar fueron sentenciados con diferentes condenas por las muertes.