Con la participación de medio centenar de asociaciones extranjeras, del 3 al 12 de noviembre se realizará la edición 33 del Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades de Rosario.
Sabores, aromas, productos, tradiciones, música y danzas de todo el mundo se desplegarán en el Parque Nacional a la Bandera a lo largo de diez noches, renovando las propuestas y actividades de este evento anual que congrega historias de tierras lejanas y pone de manifiesto la gran diversidad cultural que confluye en Rosario.
Una de las novedades que se presentará este año será la elección, el domingo 5 de noviembre, de los Embajadores de las Colectividades, los cuales serán seleccionados entre todas las parejas que representen a las entidades participantes. De esta manera, la tradición iniciada en el año 2000 con la elección de la Reina de las Colectividades se aggiornará a los nuevos tiempos evitando las distinciones de género y acentuando el carácter cultural de la nominación.
La elección de los Embajadores será abierta a ambos sexos desde los 18 años, y cada participante deberá presentarse ante un jurado que evaluará las condiciones de pertenencia a su colectividad junto a conocimientos relacionados con la historia, la cultura y el turismo de Rosario.
Un hito del calendario nacional
El Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades hace de noviembre un mes especial en el calendario de las grandes celebraciones populares de Argentina. Medio centenar de colectividades de los cinco continentes instalan bajo las estrellas sus costumbres, sus bailes y su gastronomía, dando paso a diez noches que anualmente convocan a más de medio millón de personas.
Llegando a los 33 años de celebraciones ininterrumpidas, esta fiesta se ha convertido en patrimonio de todos aquellos que, desde diversos puntos del país, concurren tanto para reencontrarse con las tradiciones de sus ancestros como para disfrutar de un distendido paseo por las culturas del mundo.
Por qué Rosario
El desarrollo y crecimiento de Rosario como gran centro portuario, especialmente desde la segunda mitad del siglo XIX, motivó el desembarco de inmigrantes de diversas latitudes. Aquellos pobladores y sus descendientes fueron cimentando la ciudad multicultural que Rosario es hoy, manteniendo usos y costumbres que han perdurado a través de los años.