La rafaelina Dani Lésté presenta este viernes en las plataformas digitales su primer gran disco y de carácter autobiográfico. Se trata de Iala, una producción de nueve canciones que reúnen paisajes rítmicos del litoral, de la Arabia de su abuela y de tantas historias familiares que la llenaron de música desde muy chiquita y hoy, ya en su vida adulta, le dan formato a la placa que se sumerge en un nuevo mercado.
En diálogo con El Ciudadano, Lésté aseguró: “Tenía mucha información a nivel sentimental, maternal y de parte de la historia de mi abuela que necesité compartir. Para mí este disco fue como una unión de distintas partes de mi historia y de las mujeres de mi familia que tomaron forma. Incluso las canciones que tenía grabadas desde hace un tiempo encontraron su hilo conductor con la gráfica, el título y el formato que le quise dar y Anita (García), la encargada del arte, me ayudó mucho con esa parte del trabajo».
La cantante manifestó que siempre compone desde sus experiencias personales y que si bien tiene otros discos publicados de manera artesanal y con otras formaciones, Iala «es un disco oficial, hecho y derecho”. La palabra significa “dale, vamos” en árabe y era una frase muy usada por su abuela, así que Lésté, que estaba con varias dudas sobre el armado completo de este disco y sobre cuestiones más personales, recibió esa especie de empuje de parte de su abuela al recordarla con esa palabra.
Sobre los paisajes sonoros en los que cada uno se podrá sumergir cuando escuchen este disco, Lésté compartió: “Parte de las canciones tienen una armonía árabe que era la que escuchaba mi mamá. Mi abuela cantaba y no hablaba en castellano y algunas cosas las grabé siendo muy chica. Ahora de grande revivo esa cultura de la danza y la música de su tierra y es una sensación muy fuerte”. A su vez, explicó que el vestido que está en la portada del disco virtual es el que su abuela trajo desde Arabia y los pájaros en su espalda son un homenaje a sus padres besándose. Por otro lado se puede ver en esa misma imagen cómo el mapa de Rafaela y de la vera del Paraná forman parte del paisaje de su paisaje, iluminado por los signos que se suelen tatuar a los chicos en Arabia a modo de proyección a su futuro, como si fuesen símbolos protectores. “Mi abuela tenía muchos de esos en el brazo, lo recuerdo patente, y mi mamá dijo que eran para la protección contra el mal de ojos”, comentó la artista.
El disco fue grabado en el estudio Corcovado junto con el músico y productor Ariel Migliorelli y contó con el trabajo de músicos y músicas de La Bandurria, la formación que la acompaña, integrada por Franco Ochat, Cecilia Zabala, Emiliano Zamora e invitados como Joel Tortul, Salvador Trapani, Franco Moscatti, Mercedes Borrel, Luli Coggiola y Elisa Lésté Bitel. El arreglo de cuerdas estuvo a cargo de Emiliano Zamora y las instrumentistas fueron Melina Salanitro e Ivette Paz en chelo, en violines Lucía Prokopovsky e Ines Doto y en Viola Milena De Giorgio.
Sobre la placa que subirá a las plataformas digitales este viernes, Lésté confió que tenía previsto su lanzamiento de manera física y digital para el pasado 10 de abril, “pero la pandemia complicó todo”, aseguró. De todas formas, sostuvo que en este tiempo en casa aprendió mucho sobre las nuevas formas de comunicarse y lo referente a almacenes digitales con la ayuda de su equipo técnico, tanto por los shows vía streaming como las presentaciones grabadas que luego se pudieron ver por internet.
“Nos está faltando una pata muy grande que es el tocar en vivo. Extraño mucho los ensayos con amigos y el feedback de la gente. Es muy triste lo que estamos pasando. De todas maneras, siempre trato de ver el costado positivo y en este tiempo aprendí mucho de redes y cuestiones digitales. Y si bien este disco se da a conocer mucho después de lo que tenía previsto debido a la pandemia, agradezco haber estado tan acompañada por todo el equipo que trabajó en él, además de los músicos invitados que aceptaron desde el primer momento. Eso fue un gran apoyo a mi trabajo, sentí mucho amor”, expresó finalmente.