Di Tullio fue sindicada como parte de una banda que en la década de los 80 se dedicó a robar en casas y comercios de la Costa Atlántica.
Di Tullio recibió el apodo cuando una noche del mes de agosto de 1985 se encontraba en su casa junto a su marido en la habitación matrimonial y fue sorprendida por sus tres socios que irrumpieron violentamente en la casa, a quienes mató con un arma de fuego, hecho por el que estuvo detenida y luego fue excarcelada.
Por ese hecho fue primero condenada a una elevada pena, aunque luego la calificación fue cambiada y se consideró que había actuado en legítima defensa, por lo que la pena impuesta quedó en tres años de prisión, que le permitieron poco tiempo después recobrar la libertad.
Pero Margarita Di Tullio se hizo aún más conocida por ser una de los «perejiles» del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, y fue acusada injustamente de liderar la banda denominada Los Pepitos en una operación impulsada a partir de una venganza por parte del juez de aquella causa. Por ese hecho, permaneció detenida más de dos meses y al recuperar su libertad amenazó con realizarle un juicio millonario al estado bonaerense.
Di Tullio falleció en septiembre del 2009 en una clínica privada de Mar del Plata en la que estaba internada a raíz de un derrame cerebral que había sufrido meses antes. Pepita la Pistolera, como la conocían por entonces, se había alejado del ambiente delictivo, de la prostitución y de la noche y estaba viviendo en San Juan, aunque solía viajar a Mar del Plata para visitar a sus hijos y nietos.
