La eliminación de Newell’s en la Copa Argentina fue otro puñal clavado en el corazón del hincha leproso, que a pesar del enojo por la derrota en el Clásico y una pobre campaña futbolística, se aferraba a la idea de pasar de ronda y pelear un título.
El resultado adverso, la imagen del equipo en la cancha y la paupérrima ejecución de los penales fue un combo explosivo para enardecer a la gente, que una vez más resumió su bronca con el hit tribunero de las últimas semanas: «Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo».
Lejos de dar un paso al costado, Sebastián Méndez dijo tener fuerzas y aseguró contar con el respaldo de los futbolistas. Y esa situación puso en problemas a la dirigencia, que ahora deberá decidir si echa al entrenador o lo mantiene un partido más.
Ignacio Astore ya le bajó el pulgar a Méndez, pero la decisión pasa también por el Director Deportivo, Ariel Michaloutsos, quien vio el partido desde la platea en San Nicolás y no bajó al vestuario. Y tampoco habló con el Gallego en la práctica del jueves.
¿Por qué no se fue Méndez? Con el DT aferrado a seguir, entablar una negociación para rescindir el contrato y acordar los números no es sencillo. Y con el partido de River a tres días, todo hace suponer que el técnico tendrá una vida más, aunque ganar en el Monumental tampoco le aseguraría inmunidad.
Despedir a Méndez, más allá de lo económico, obliga a poner un DT interino frente a River. Y su ese fuera Ricardo Lunari, una derrota lo debilitaría en la posibilidad de seguir al mando del equipo hasta fin de año, una posibilidad real, aunque no de sentencia definitiva.
También es cierto que el plantel le comunicó a la dirigencia que banca a Méndez, aunque dentro de la cancha no parece. Pero si se suman todas las situaciones expuestas, la presencia del Gallego el domingo frente a River cobra fuerza, aunque Astore considere que el ciclo está terminado.
Seguramente si el partido fuera en el Coloso, la decisión hubiera sido despedirlo. Pero al ser de visitante, le da a Michaloutsos y la dirigencia unos días más para evaluar. Si bancan a Méndez, o quién lo reemplazará.
Por lo pronto, lo que parecía cosa juzgada no lo es. Y Sebastián Méndez resiste a pesar de los malos resultados. Aunque tiene las horas contadas.
