José Odisio
Sebastián Méndez no parecía correr riesgo más allá del resultado del Clásico. Su reciente llegada lo ponía cerca de este partido con Central y en la cabeza de nadie se podía suponer que una derrota pudiera precipitar su salida. Pero el entrenador cometió demasiados errores en la previa y durante el partido y hoy su continuidad en el Parque está en duda. Aunque por ahora va a seguir siendo el DT leproso, salvo que él mismo decida bajarse.
No hablar después de la derrota en el estadio fue un indicio que hizo suponer que podía renunciar. Pero la dirigencia no tuvo contacto con el entrenador posterior al partido, aunque el lunes Ignacio Astore estará en el Centro Deportivo Griffa y habrá una charla con Méndez y los futbolistas, que seguramente tendrá un tono alto de parte del presidente, que por ahora bancará al técnico aunque esté disgustado por lo sucedido en el Clásico.
Méndez siempre supo de la relevancia del Clásico. Mucho más con el historial adverso que arrastra Newell’s en los últimos años. Pero la situación lo superó. Equivocó decisiones previas, como el cambio de esquema y nombres con Estudiantes que desestabilizó al equipo en la semana más importante del semestre. Y el sábado tomó decisiones algunas decisiones incorrectas y otras inexplicables.
Poner a Rodrigo Fernández Cedrés fue tal vez el único acierto. El Pitbull siente cómo jugar este partido. El problema es que debió sacarlo en la segunda parte, cuando el físico le empezó a pasar factura por el mes y pico sin jugar. En ese sentido, no hacer cambios hasta los 28 minutos del complemento mostró una falta de reacción del DT que sorprendió. Central, en ese mismo tiempo, ya había agotado las cinco variantes. Y eso fue decisivo en la definición del partido.
¿No tenía recambio confiable Méndez? Por el contrario, el DT tal vez tuvo uno de los bancos de relevos más completos de los últimos tiempos. Tenía a Fernando Cardozo, Gabriel Carabajal, Juanchón García, Julián Fernández, Ian Glavinovich, variantes que tranquilamente podía pensar como titulares. Por eso la demora en los cambios pasa a ser una falla táctica del entrenador.
Párrafo aparte con Cardozo. Newell’s hizo un esfuerzo para traer al volante ofensivo paraguayo y Méndez lo dejó en el banco 80 minutos en el partido más relevante para tener en cancha a Francisco González, que a esta altura es difícil encontrar algo que sostenga su titularidad. Esta decisión incluso lo expone con la Gerencia Deportiva, ya que siempre se dijo que los refuerzos llegaban con el aval del DT, algo que no estuvo acorde a la decisión tomada por Méndez con el paraguayo.
Otro punto para endilgarle a Méndez es la inclusión de Ramiro Macagno. Claramente el arquero no estaba preparado mentalmente para este partido. Le dio una señal previa en la derrota 4-1 ante Estudiantes, donde se lo vio desconectado, sin reacción, como si la proximidad del Clásico lo pusiera en estado de nervios y presión. Eso debió verlo el entrenador. Y como no lo hizo, el gol del triunfo de Central no hizo más que exponer a un Macagno que no estaba preparado para este partido.
En lo táctico hubo fallas del DT. En el plantel también, porque Newell’s pareció conformarse con no perder, igual que Central, y el partido se encaminaba para un 0 a 0 que nadie miraba mal. Y ahí faltó el extra, ese que se le pide a los jugadores en estos partidos. Eso que aportó Malcorra en Central y nadie lo hizo en Newell’s. Tampoco el DT, que se lo vio sin demasiada reacción desde el banco, sin aportar esa energía que a veces impulsa al equipo.
Méndez perdió crédito y terreno. Su continuidad por ahora está asegurada, pero dependerá de ver un cambio futbolístico y emocional del equipo, y de resultados, en especial la continuidad de la Copa Argentina, que hoy aparece como el objetivo que puede mantener con vida al DT. El miércoles 21 ante Central Córdoba de Santiago del Estero será otro día decisivo para el Gallego. Y no es ningún chiste.
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