El comediante, actor y conductor Sebastián Wainraich regresó a la pantalla chica del streaming con la segunda temporada de Casi feliz, que desembarcó este miércoles en Netflix con una continuación de este relato semiautobiográfico que, en esta oportunidad, lo llevará a lidiar con nuevas situaciones personales y profesionales que lo incomodan mientras “intenta cambiar, dar un vuelco, mostrar su personalidad y luchar contra él mismo”.
“Todo es bastante honesto y transparente, no es una cuestión de rebeldía, de decir «hago lo que quiero y no me importa nada», sino porque esta es simplemente la historia que quiero contar”, aseguró en diálogo exclusivo con Télam quien estuvo históricamente al frente del ciclo Metro y Medio y desde el año pasado encabeza el staff de Vuelta y media, por Urbana Play FM.
Para esta segunda entrega de ocho episodios, la tira a cargo del realizador Hernán Guerschuny y creada por Wainraich retoma los hechos vistos en la primera temporada, cuando el inseguro y neurótico protagonista de la trama, descubre que su expareja, Pilar (Natalie Pérez), está embarazada del aclamado escritor e intelectual Jesús Rocha (Rafael Ferro), con quien mantuvo un fugaz affaire.
Sin saber cómo manejar su mezcla de sorpresa, nostalgia por el pasado y su permanente pero -no tan- sepultado enamoramiento por ella, Sebastián intentará sostener sus espacios familiares y su necesidad de seguir adelante con su vida personal sin desubicarse ni causar malestares.
Es que la realidad parece ir más rápido que su propia cabeza, y la lucha entre lo “viejo” y lo “nuevo”, las presiones de las redes sociales, los cambios en su trabajo -con la llegada de una nueva directora, interpretada por Carla Peterson- y la manifestación de lo existencial a través de la relación con sus padres y su hermano, le suelen ganar de mano y lo sobrepasan en un mundo que le exige seguir adelante aún cuando no todo está resuelto en su interior.
Esta segunda entrega llega luego de que la primera irrumpiera casi a principios de la pandemia de coronavirus, levantando un gran éxito entre el público local, que recibió muy bien el humor inspirado en los clásicos del stand-up estadounidense y la mirada irónica y cínica que propone Casi feliz.
Su buen pasar por Netflix fue el pie necesario para darle luz verde a esta nueva tanda de episodios, producidos en un marco todavía algo golpeado por las consecuencias que tuvo el parate del covid-19 en la industria audiovisual, que encontró un motivo para reconstruirse en el interés de las plataformas de streaming en apostar por contenidos de firma nacional.
“Genera muchísimo laburo y la posibilidad de que el trabajo local se vea en otros países. Creo que son situaciones que demuestran que en Argentina podemos hacer cosas buenas, y sobre todo aprender, porque las plataformas tienen sus requisitos y cosas a las que nosotros no estamos acostumbrados. Es una forma de crecer y aprender cómo se trabaja afuera”, comentó al respecto Natalie Pérez, que acompañó a su colega en la conversación con esta agencia.
A modo de adelanto de lo que traerá esta nueva temporada Wainraich adelantó: “Mi personaje tiene un lío tremendo con los vínculos, le cuesta instalarse ante los conflictos, ante las demás personas, y más allá de eso hay un entorno que lo acecha. También hay algo azaroso, porque de repente en esta temporada algunas cosas le empiezan a salir un poquito mejor, y cuando aparece cierta armonía, cierta estabilidad, siempre hay algo que lo mancha, que le molesta”.
El mensaje es que hay que aprender a vivir con las contradicciónes. “Pero creo que él ni llegó a eso, no profundizó para llegar hasta ahí todavía y no se dio cuenta”, apuntó el actor.
Respecto de la profundización en temáticas como la maternidad, Pérez apuntó: “Es una serie para toda la familia, en la primera temporada también se tocaron temas de ese tipo, pero puede ser que en esta ocasión se amplíe un poco. Quizás alguna mujer se pueda sentir más identificada, con la maternidad, con el reencuentro con su propia madre, con la adolescencia. Seba decidió incluirlo y está buenísimo porque, por lo menos en Argentina, es algo que está muy presente en la sociedad y sobre todo en la juventud. Es un acierto visualizar esa situación”.
“Me parece que es un buen planteo para los varones de mi generación que quedamos en la mitad de lo cultural de nuestros viejos y de todo lo que se viene de nuestras hijas e hijos. A veces nos hacemos los cancheros, los progres, los súper deconstruidos, y nos encontramos con algunos planteos de los que no sabemos cómo zafar y no encontramos las respuestas”, apuntó el actor.
Para finalizar los protagonistas de Casi Felíz confesaron sus expectativas antes del estreno: “Creo que va a ser llamativa, tocamos temas que están piolas y la verdad que siento que la gente está hace rato pidiendo la segunda temporada. Se demoró en llegar, así que hay una ansiedad importante y creo que va a ser un éxito como la primera. Seba tiene mucha gente que lo quiere, con la radio y tantos años en sus programas, y creo que también ver esta especie de trama casi autobiográfica es divertido, pensar en que quizás son cosas que le pasan en la vida real”, dijo Peréz y Wainraich agregó: “La primera explotó, fue tremenda, y ahora están todos a la expectativa. De hecho, volvió a ser tendencia la primera mientras esperábamos esta segunda, así que las expectativas que tenemos son las mejores. Y creo que esta es todavía mejor que la primera”.