Fabián Cragnolino murió al volante de un utilitario cuando fue embestido por un Ford Focus conducido por un joven de 22 años. El hecho ocurrió la noche del 11 de marzo y la víctima, que era supervisor de la firma Lime y tesorero de la comuna de Ybarlucea, no tuvo chances de sobrevivir. La pericia accidentológica determinó que el conductor del Focus venía, al menos, a 128 kilómetros por hora cuando se produjo el impacto. Fue imputado por homicidio con dolo eventual y desde entonces está preso. Su defensor apeló la decisión pero no logró revertir la medida cautelar. Solo la limitó hasta la audiencia preparatoria del juicio, que tiene como fecha límite el 4 de noviembre.
Cragnolino conducía una Renault Kangoo por Garibaldi y al llegar a la intersección con San Martín fue embestido gran velocidad por un Ford Focus. El impacto se produjo sobre la puerta del conductor del utilitario y ambos autos cruzaron el cantero central mientras la kangoo hacía un trompo. La víctima quedó atrapada y un enfermero que pasaba por el lugar trato de auxiliarlo, pero no hubo nada que hacer.
Algunos días después Gastón Dlugovitzky, el conductor del Focus, fue detenido. Se había viralizado un video del último día del 2017 dónde corría a gran velocidad por calle San Martín manejando con una mano y filmándose con la otra.
La defensa de Dlugovitzky, a cargo de José Luis Abichain Zuain y Sebastián Pla, apeló el arresto preventivo y el caso quedó en manos del camarista Alfredo Ivaldi Artacho.
La defensa del conductor del Focus dijo que se trata de un homicidio culposo y -si bien es cierto que su cliente conducía a alta velocidad- cuestionó la marca de 128 kilometros por hora que fijó el perito oficial al no coincidir con el método de medición.
Los defensores dijeron que «no hay elementos para considerar que existe peligrosidad procesal o entorpecimiento en la investigación y agrego que casi toda la prueba ya se encuentra reservada». Y pidieron la libertad. También propusieron una fianza y subsidiariamente un arresto domiciliario.
Ante el planteo, la fiscal Valeria Piazza Iglesias dijo que la imputación se basó en la «habitualidad de conducir a alta velocidad por parte del imputado». Recordó el video que se viralizó y algunos audios extraídos de su celular en referencia al tema.
En cuanto a la pericia, dijo que «de mínima el perito determinó que el Focus circulaba a 128 kilómetros por hora mientras que fijo como velocidad máxima 158 kilómetros». Y rechazó el pedido de un arresto domiciliario por no cumplimentar los requisitos legales, lo que fue apoyado por la querella a cargo del letrado Julio Lovey.
En cuanto al pedido de prisión domiciliaria, la fiscal entendió que «eso no correspondía». Y que el imputado no cuenta con la contención familiar necesaria, rechazando así la apelación de la Defensa.
Luego tomó la palabra Lovey, quien adhirió a todos los fundamentos expuestos por la Fiscalía. El querellante explicó que «no se han modificado las condiciones que ameritaron una prisión preventiva». Y sostuvo que «la peligrosidad procesal está dada por el peligro de fuga teniendo en cuenta la expectativa de pena».
Finalmente, el camarista -tras un cuarto intermedio- resolvió confirmar en forma parcial la decisión del juez de primera instancia y limitar la prisión preventiva hasta la audiencia preliminar al juicio oral, la que deberá realizarse antes del 4 de noviembre.
