Tras su regreso de Cuba, donde volvió a visitar a su hija Florencia, Cristina recibió al mandatario electo en su departamento de la calle Juncal, en el barrio porteño de Recoleta, al que Fernández ingresó pasadas las 18.30, tras lograr evitar a la prensa apostada en el lugar.
En medio de un fuerte hermetismo, los dos máximos referentes del Frente de Todos avanzaron en la elección de los ministros que formarán parte del equipo de Fernández, del que hay algunos nombres que suenan para las respectivas carteras aunque hasta ahora sólo Daniel Arroyo fue prácticamente confirmado como titular de Desarrollo Social.
En tanto, Santiago Cafiero es mencionado para ser jefe de Gabinete, Felipé Solá como canciller y Eduardo «Wado» De Pedro como ministro del Interior, pero aún no fueron oficializados.
«Está todo muy bien. Somos amigos y hacía dos semanas que no la veía. Charlamos de todo, de temas personales, de cómo está el país», explicó ante la consulta de periodistas de distintos medios. «Si, ya básicamente está», se limitó a decir en torno a la conformación del gabinete que lo acompañará.
La idea de Fernández es seguir estirando la confirmación oficial del equipo de sus colaboradores para hacerla más cerca del día de la asunción, e incluso no se descarta que en la reunión con Cristina Fernández se haya cocinado alguna sorpresa para el futuro Gabinete.
Otros temas a definir y que se evaluaron en el departamento de la ex mandataria están vinculados al Congreso ya que resta definir autoridades de los bloques del futuro oficialismo, como también los proyectos de leyes que Fernández enviará en el primer tramo de su gestión y que se tratarán en período extraordinario de sesiones durante este verano.
En lo que refiere a las autoridades de los bloques, para la jefatura del interbloque oficialista del Senado que estará integrado por las bancadas del Frente para la Victoria (responde a Cristina) y del Bloque Justicialista (responde a los gobernadores), la ex mandataria impulsa a la dirigente de La Cámpora, Anabel Fernández Sagasti, pero el otro sector peronista resiste esa iniciativa, por lo cual sigue siendo un tema a acordar entre ambos.
Por su parte, la jefatura del interbloque de Diputados sonaba en un primer momento para el actual titular, Agustín Rossi, pero luego la continuidad del santafesino en ese cargo empezó a perder fuerza y surgieron versiones de que podría quedar en manos de Máximo Kirchner.
En tanto, mientras el presidente y la vicepresidenta electos se abocan a definir todas estas cuestiones, el peronismo comienza a organizar la movilización que realizará a la Plaza de Mayo el 10 de diciembre, para celebrar la asunción de Fernández al frente de la Casa Rosada.
Así como el saliente mandatario, Mauricio Macri, ya convocó a una suerte de «Plaza de la despedida» para el próximo sábado 7 de diciembre, las distintas vertientes del Frente de Todos ya comenzaron a planificar lo que será la marcha para el martes siguiente, el día de la asunción.
Uno de los principales sectores que se movilizará hacia la histórica Plaza de Mayo será el sindicalismo encolumnado detrás de los gremios de la CGT y la CTA de los Argentinos.