Por: Guillermo Griecco
El intendente Miguel Lifschitz participó ayer al mediodía del encuentro de colonias municipales realizado en el polideportivo Cristalería, en la zona noroeste de la ciudad (ver página 4). De chomba azul a rayas y pantalón largo a tono, el jefe comunal se mostró distendido y observó algunos juegos acuáticos desde el borde de la pileta junto a otros funcionarios de su gabinete. Ya sentado en una silla plástica bajo la sombra que ofrecía una carpa playera, Lifschitz conversó con El Ciudadano sobre diversos temas.
El intendente sostuvo que 2010 será un buen año para Rosario, con perspectivas económicas y laborales alentadoras, con proyectos de infraestructura e inversiones. También se refirió al reciente aumento de la patente y el estado financiero de las arcas municipales. Dijo que el presupuesto es “austero” y que la mitad de esos recursos serán destinados a salud y gasto social.
Además, destacó que Rosario no tuvo problemas para cumplir con los compromisos salariales y sostuvo que las negociaciones paritarias por incrementos de haberes serán el centro del debate del año. Las alianzas electorales del Partido Socialista de cara a 2011 y la chance de pelear por la gobernación. “Este año hay que gestionar, y estaremos concentrados en eso”, aseguró Lifschitz.
—¿Por qué Rosario hizo uso de la facultad para aumentar la patente un 10 por ciento más, que se sumó al 20 por ciento ya establecido? ¿Cuál es la situación financiera del municipio después de un año difícil?
—La cifra que representa ese 10 por ciento de incremento de la patente es entre 8 y 10 millones de pesos. No es una cifra significativa en el total del presupuesto, que alcanza los 1.500 millones de pesos. Hoy hay una gran demanda social y de obras de infraestructura. La ciudad ha crecido y requiere más presencia de los cuerpos de inspección, más mantenimiento, más limpieza, más higiene, más cuidado de los parques, y todo esto demanda más recursos. Además, hay unos sesenta municipios de la provincia que tomaron el mismo criterio y subieron la patente.
—¿Para cuándo estima el tratamiento y la consiguiente aprobación del presupuesto municipal?
—El presupuesto se va a estar tratando seguramente en las primeras sesiones del Concejo de febrero y estimamos que se apruebe los primeros días de marzo. El presupuesto ya fue enviado al Concejo, es un presupuesto austero, que sigue los lineamientos de años anteriores. De los 1.500 millones de pesos, el 30 por ciento está destinado a salud pública, un 20 por ciento al gasto social y el resto se reparte entre servicios públicos y recursos humanos. Tenemos un esquema equilibrado y esperemos que este año no haya ninguna situación extraordinaria que nos saque de foco.
—En algunos municipios y comunas de la provincia hay dificultades para pagar salarios. Los trabajadores de la Municipalidad de Rosario ya anticiparon que irán por un aumento. ¿La Intendencia está en condiciones de afrontar una suba salarial?
—Lo que siempre ocurre es que primero negocian los gremios provinciales y después los municipales. Vamos a concurrir cuando nos convoquen a la paritaria y daremos nuestra posición. Es cierto que hay muchos municipios que están atravesando serias dificultades financieras. Hay sueldos atrasados, en algunos casos no se reconocieron los aumentos del año pasado y hasta hay personal jerárquico que no está cobrando los sueldos. Nosotros no tuvimos esos problemas, pero el tema central de discusión del año será la cuestión salarial.
—¿Cómo se imagina los dos últimos años de su gestión en la Municipalidad?
—(breve silencio y suspiro) Es muy difícil hacer pronósticos en un país con tanta incertidumbre. En principio diría que por la realidad local y regional, creo que 2010 será un buen año para Rosario o por lo menos va a ser mejor que los dos anteriores en términos de realidad económica y de empleo. También de inversión pública y de proyectos municipales y provinciales. Esto dependerá del clima político y de la marcha de la economía. Tenemos una cantidad importante de proyectos de inversión para este año y esperamos que se puedan cumplir. Yo soy optimista. Y 2011 va a ser un año electoral, que estará teñido por candidaturas y por el escenario de confrontación tanto nacional, provincial como local.
—¿Ya se tejen alianzas pensando en 2011? En los últimos días se habló de una posible alianza a nivel nacional del socialismo con Proyecto Sur, de Pino Solanas…
—Todavía no hay definiciones de candidaturas pero sí de estrategias. Y la estrategia del Partido Socialista, que no es nueva, es procurar confluir en 2011 con todos los partidos y organizaciones políticas y sociales con los cuales tenemos una coincidencia programática. No nos imaginamos un frente electoral donde no se sustente una amplia base de coincidencias. Obviamente que Proyecto Sur y otros sectores políticos están dentro de esas posibilidades, aunque todo dependerá de la voluntad política.
—¿Se imagina en 2011 a un Miguel Lifschitz peleando por la gobernación?
—Es una de las posibilidades. No hay nada definido. Hoy por hoy no es un objetivo planteado ni siquiera para mí mismo, porque quienes tenemos responsabilidad de gobernar sabemos que nuestro futuro depende fundamentalmente de lo que suceda en la gestión. El 2010 será un año de gestión y no de candidaturas, y estaremos concentrados en eso.
Test de verano y vacaciones a cuentagotas
“Estoy haciendo unas vacaciones a cuentagotas, intermitentes”, dijo el intendente Miguel Lifschitz cuando este diario le propuso un test veraniego. “Estuve unos días en Córdoba, después de pasar junto a mis hijos por Jesús María, donde se hizo el campamento de la juventud socialista. A fin de mes me voy a tomar otros cuatro días, pero todavía no tengo programado el lugar”, comentó.
—¿Prefiere las sierras o el mar?
—Prefiero las sierras y las montañas. Me gusta Córdoba, Mendoza, el sur del país.
—¿Qué suele hacer en vacaciones?
—Me gusta recorrer y por eso elijo lugares más de aventuras. Hace unos años me fui a Mendoza para hacer el cruce de Los Andes. El año pasado hice Salta, Jujuy y llegamos hasta Bolivia. Aprovecho las vacaciones para recorrer y hacer un poco de ejercicio.
—¿También lee? ¿Lee política o algo más relajado, más de temporada?
—Es otra de mis pasiones. Hoy estoy con dos libros: Filosofía Política, de Mario Bunge, y estoy releyendo El Túnel, de Sábato.
—¿En sus años mozos se fue de mochilero alguna vez?
—Sí, varias veces, con amigos o con alguna novia. Recorrí buena parte de la Argentina.
—¿Recomendaría Rosario para veranear?
—Sí, lo recomiendo, no para quince días de veraneo, pero sí para venirse unos días. A pesar del río crecido, del calor, de la humedad y de los mosquitos, Rosario es una ciudad que tiene atractivos interesantes.