Las vecinas y vecinos de la cuadra de Paraguay al 2500 volvieron a sobresaltarse en la primera hora de este miércoles por el sonido de las balas. A finales de julio pasado, ya habían baleado un Fiat Mobi estacionado en dirección a las dos viviendas que tirotearon ahora. Esta madrugada escucharon cinco detonaciones y los agresores dejaron una nota por debajo de una puerta donde instaban a un recluso a que abandonara un pabellón, luego de que se viralizara un video donde internos agredían a otro en la cárcel de Piñero y que fue difundido por el periodista Alberto Delgado en el portal de noticias Rosario Alerta.
De acuerdo con voceros policiales, minutos antes de las 2 los uniformados llegaron a la cuadra de Paraguay entre Ocampo y bulevar 27 de Febrero. Encontraron cinco vainas servidas calibre 9 milímetros en la vereda y registraron tres impactos en dos frentes de viviendas de la vereda par. En los domicilios, los policías no encontraron a nadie y los habitantes no aportaron indicio alguno sobre las motivaciones del tiroteo, agregaron las fuentes.
Con el correr de las horas, un joven se presentó en la seccional 2ª para alertar que por debajo de su puerta, desconocidos deslizaron un papel escrito a mano que decía: “Les gusta hacer videos a los pibes manga de ortivas Topo Deanyelo dejá el pabellón”.
Algunas versiones no oficiales indicaron que el Topo es el delegado del pabellón donde se secuestró un celular el 11 de febrero que tenía dos videos: uno mostraba cómo era golpeado y hostigado un recluso y en el otro, se veía cómo un joven golpeaba y amenazaba a una chica. Para los investigadores, los autores de estas agresiones eran los hermanos Alan y Lautaro Funes, por ello fueron trasladados. El caso es que el mensaje recayó ahora para el recluso que está a cargo del pabellón, aunque ninguna fuente oficial corroboró estos dichos.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno.
La balacera de julio
El 23 de julio pasado, vecinos de la cuadra de Paraguay al 2500 contó a <El Ciudadano< que a las 2.30 se despertaron por al menos tres disparos. Cuando se asomaron, lograron ver un Fiat Mobi color rojo estacionado a mitad de cuadra por calle Paraguay, entre Ocampo y 27 de Febrero con la ventanilla del conductor estallada. Luego, los pesquisas indicaron que el ataque al vehículo había sido por error ya que pertenecía a una docente.
Al otro día, descubrieron un impacto en la fachada de una vivienda que este miércoles también fue baleada.