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Seisas: “Rosario no puede seguir quedando presa de la voluntad de un gobernador de darle bola o no”

El candidato a senador de Unidos para Cambiar Santa Fe, Ciro Seisas, fundamentó su candidatura para la Cámara alta provincial: "Soñamos con la posibilidad de que haya una nueva mayoría en el Senado, con otro signo político"

Foto: Franco Trovato Fuoco

Ciro Seisas fue uno de los periodistas que dieron el paso a la política en 2021, en una ventana que considera ya “se terminó”. En una acelerada carrera de la que parecen participar las caras nuevas o más reconocidas, ahora es candidato a senador por el departamento Rosario, algo que defiende y explica: “Rosario no puede seguir quedando presa de la voluntad de un gobernador de darle o no darle bola, de venir o no venir. Y pensamos que el Senado de la provincia es un lugar adecuado para representar, no sólo a la ciudad de Rosario, sino también a las otras ciudades del departamento”. Con origen en una familia peronista, Seisas cree que el actual gobierno nacional “ha llevado a las poblaciones más dañadas y vulnerables a las situaciones económicas más tremendas” y eso explica “la bronca y la desconfianza” que está detrás del voto al libertario Javier Milei. Confía en el triunfo de Pablo Javkin a la Intendencia y lo fundamenta: “Es el intendente al que acusaron de abandonar los barrios y en realidad en los barrios –y se ve en la última elección- hizo una buena elección, porque son barrios a los que se llegó, y se va a seguir llegando, con planes de urbanización”.

—¿Se acelera el ritmo en la fase final de la campaña?

—Estar de este lado te obliga a vivir aceleradamente. La proyección de cosas, escenarios y planes, y tratar de lograr que las cosas se hagan, también tiene un desgaste y esa ansiedad te hace vivir en un clima de permanente estrés y es una de las cuestiones que uno descubre cuando deja una actividad y se mete en esta otra actividad, que tiene un montón de cosas maravillosas.

—Como por ejemplo la posibilidad de poder hacer, ¿no?

—Ahí está lo que le da lógica a la función pública: por ejemplo poder instalar una punta de línea con mayores comodidades para los choferes del transporte urbano de pasajeros para conectar un barrio que no tenía colectivos, que había que caminar dos kilómetros para llegar a un lugar de trabajo. Y ahora estamos proyectando lo mismo en zona oeste, trabajando con instituciones, con vecinos, con el Ente de la Movilidad. Cuando vos lográs cumplir esos objetivos te da esa sensación maravillosa de la que hablo, pero el hecho de investigar, ver las factibilidades técnicas, que se haga, depender de las respuestas técnicas, que te informen adecuadamente si se puede o no se puede hacer un proyecto, un plan, escribir una ordenanza, seguir el trámite legislativo, lograr que se apruebe, lograr que se reglamente, que se implemente, todo eso te da como una ansiedad, porque uno sabe que las demandas son urgentes muchas veces.

—En el medio de todo eso, muchas veces los ciudadanos se preguntan: “Y estos tipos ¿qué hacen?”.

—Eso viene con este trabajo, viene incluido. Y yo siempre lo digo porque lo vi desde el otro lado. ¿La gente qué hacía? Trata de informarse con los medios digitales, con los medios escritos, los medios tradicionales, radio, diario, televisión, tratan de informarse por ahí. Y con los medios digitales la oportunidad que se abre está buena, porque vos podés seguir a los representantes a ver qué hacen. Pero cuando vos te ponés a revisar te das cuenta de que los políticos siguen a políticos o a periodistas, que los periodistas siguen políticos y periodistas, y que la gente sigue a sus conocidos, su tejido social real, y también alguna personalidad que le interese, pero difícilmente a un político. Yo tengo la suerte de que ya tenía muchos seguidores en redes sociales, por estar en el periodismo, en la televisión y en la radio, en la prensa en general, que estuve más de 20 años, y tengo la suerte de no haberlos perdido. Yo pensé que me iba a seguir mucho menos gente, y la verdad no. Tampoco creció tanto, apenas un poquito.

—Es muy difícil lograr hoy que la gente se acerque a conocer la tarea del Concejo, como quizás fue en otra época, ¿no?

—Acercarse se puede, la opción está, los medios digitales colaboran para eso, pero uno entiende también que la gente está metida en sus cosas. La situación no es fácil, es muy dura, con muchas demandas, es muy urgente, los temas seguridad y economía son los dos temas que más preocupan en los últimos tiempos, y más especialmente en este año. La incertidumbre, que es el componente que siempre está presente, está ahí e impide que la gente tenga ganas de informarse.

—Fuiste parte de una oleada de mediáticos que ingresaron a la política como una forma de renovarla. Los votantes se inclinaron por gente que querían, en la que confiaban, tal vez como una última oportunidad antes del descreimiento total. Ingresaste a la política hace dos años y ya surge una nueva candidatura, esta vez a senador; ¿no es parte de lo que vos criticabas cuando estabas afuera?

—Primero y principal, coincido con vos. Es más, creo que se terminó la oportunidad o la ventana abierta a personas que estaban en los medios de comunicación. Pero también quiero separar, porque cuando uno dice “los mediáticos” parece que fueran todos lo mismo y tenemos todos perfiles distintos, aun viniendo de los medios de comunicación. Y te puedo nombrar diferentes personas, 4 o 5 casos de personas que vienen de los medios y tienen perfiles absolutamente distintos, por más que vengan de una actividad afín, que es el periodismo. Y la verdad que la única cuestión de “ventaja” que tiene es cierto grado de conocimiento público, pero después hay que defender eso a través del trabajo que uno hace cuando elige involucrarse. En ese caso, a mí me parece que a nosotros nos fue bien, tenemos un respaldo importante. Y ahora voy a explicar por qué seguir e ir a buscar otro cargo. Que también es algo que desde afuera puede ser criticable, pero si no se conocen las razones, que para mí son las razones adecuadas, y el contexto adecuado.

A nosotros nos pasó que en la Paso provincial saqué más votos ahora que en 2021. Y eso que aquella era la única elección en todo el año. Saqué más votos ahora, dentro de la política. Nos volvió a respaldar la gente por lo hecho hasta acá, por haber hecho lo que dijimos que íbamos a hacer cuando hablábamos de darle más fuerza a Pablo (Javkin) en el Concejo municipal para impulsar las ordenanzas. Aprobamos todas las ordenanzas que había sacar, que favorecían la instalación de suelo industrial, que favorecían el desarrollo urbanístico de barrios que hacía años que no recibían inversión, la agencia antilavado, planes de urbanización en barrios populares, todo lo que había que respaldar lo respaldamos, presentamos proyectos para tratar de generar condiciones que impulsen el empleo, que se coordinen todos los programas de capacitación, porque en el Estado pasa siempre que tenés herramientas que dan capacitaciones y están todas separadas, entonces se duplica el esfuerzo, no hay una sinergia. Nosotros propusimos esa sinergia, cruzando los programas de capacitación del municipio con la escuela de oficios de la UNR, que todos los años tiene tres mil, cuatro mil aspirantes a formaciones que después, en muchos casos, terminan en un trabajo registrado. Queremos generar eso, condiciones laborales de calidad, entre otros proyectos.

¿Y por qué te digo que creo que la razón es adecuada de dejar después de dos años este trabajo de concejal? Porque en estos dos años que a mí me tocó vivir, más lo que venía viendo desde antes, nosotros notamos que Rosario no podía seguir quedando presa de la voluntad de un gobernador de darle o no darle bola, de venir o no venir. Y pensamos que el Senado de la provincia es un lugar adecuado para representar, no sólo a la ciudad de Rosario, también a las otras ciudades del departamento, que tiene siete ciudades, pero hay tres o cuatro que tienen problemas graves de delitos complejos y por crímenes de incidencia violenta elevada, sobre todo homicidios. Lo que vemos en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, y que se está viendo en Granadero Baigorria también, y eso te lo explica muy bien el baigorriense, o el rosarino que se fue a vivir a Funes buscando un lugar tranquilo, que sigue siendo un lugar tranquilo, pero ya empieza a preocupar o a alarmar determinados hechos que están vinculados a la criminalidad compleja y organizada.

Si no le ponemos un freno a nivel departamento y dejamos que sigan hablando de nosotros, o cuando hay un crimen en Granadero Baigorria y ponen en los medios nacionales Rosario, y no es Rosario, tenemos que cortar con la estigmatización, reconocemos que es un problema gravísimo pero tenemos que buscar cómo representar mejor a los problemas del departamento. Y estamos convencidos de que la línea que quedó clara en la interna, que tiene a Maximiliano Pullaro con Gisela Scaglia en la provincia, que lo tiene a Pablo Javkin acá en Rosario, a mí en el Senado provincial, a María Eugenia Schmuck en el Concejo municipal, es una verdadera alternativa de unidad propendiendo a un gobierno más organizado, con un plan de seguridad que involucra más equipamiento, más patrulleros, más y mejor personal, porque eso se hizo y se tiene profundizar, con herramientas que Pullaro conoce porque fue ministro de Seguridad.

Una cosa fue entrar al gobierno sin saber con qué se encontraba, otra cosa es tomar el gobierno conociendo la estructura y las herramientas, y estamos seguros de que nos va a ayudar a destrabar por ejemplo la mesa de coordinación de seguridad que está trabada en el Senado de la provincia de Santa Fe, con media sanción de Diputados, que le da al intendente herramientas sobre la Policía de su ciudad. Si queremos exigirle seguridad al intendente, lo vamos a poder hacer, con más herramientas, cuando tengamos esa ley aprobada. También va a haber que cambiar leyes penales, muy seguramente ese debate se va a dar en la Legislatura. Y es para eso que vamos, porque el problema más grave está ahí. Y vemos la oportunidad, y vamos a ir y buscarla.

—¿Vos ya tenés proyectos preparados si sos elegido?

—Primero que nada esto que te comentaba, destrabar la ley, impulsarla dentro del Senado. Creemos que es posible que cambien seis o siete bancas y queden dentro del bloque del frente Unidos, en el Senado, y soñamos con la posibilidad de que haya una nueva mayoría en el Senado, con otro signo político. Que no sea un Senado para trabar leyes, sino que sea un Senado para impulsar leyes que al departamento como el nuestro le interesan que se impulsen.

En segundo lugar queremos crear un organismo de información para evitar el lavado de activos, como ya se aprobó en Rosario, pero a nivel departamental, para evitar que las inversiones que se quieran hacer y que provengan de fondos de difícil demostración lícita, que no se trasladen a otras ciudades del departamento. La creación de una policía judicial para investigar el delito complejo, impulsar las leyes de narcomenudeo, la vuelta del plan Abre, queremos extender el programa de Potrero Digital a todo el departamento, el programa de capacitación sin límite de edad, de 16 años en adelante, cogestionado por la Universidad, la ciudad de Rosario, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas.

Fijate todos los sectores que se han juntado para financiar y darle continuidad a un programa que capacita a hombres y mujeres, sobre todo de los barrios, en el uso de herramientas digitales. Además de volver a poner en vigencia los convenios en salud que la provincia no viene cumpliendo. En el sur de la provincia son un millón trescientos cuarenta mil ciudadanos y ciudadanas, son siete ciudades, 17 comunas, todas con sus grados de complejidad y demanda. Hay que trabajar junto a los intendentes, para eso también está el senador.

—¿Qué opinión tenés sobre el Ente de Coordinación Metropolitana?

—El Ecom tiene todo el diagnóstico de las obras que son necesarias, las conexiones viales necesarias, las rutas, las autopistas, la conversión de ruta a autovía, tiene todo el diagnóstico, tiene los planes, esos planes después hay que pelearlos en el presupuesto nacional para que a Santa Fe llegue ese dinero. Es un organismo que hace dos años y medio, tres, que está casi sin actividad, se ha convertido en un espacio de catarsis de los intendentes, de varios intendentes, no sólo del departamento Rosario, el de San Lorenzo, el departamento Caseros. Es fundamental el aporte del Ecom, tiene que ser un organismo muy visible, muy de cara a la sociedad. Pareció que iba a tener esa impronta en un momento pero al final quedó en la nada.

—¿Por qué creés que Javkin puede llegar a retener la Intendencia en esta suerte de balotaje que se dio en Rosario?

—Porque es el intendente al que lo acusaron de abandonar los barrios y en realidad en los barrios –y se ve en la última elección- hizo una buena elección, porque son barrios a los que se llegó, y se va a seguir llegando, con planes de urbanización. Hablo de barrios populares, barrios de personas donde se vive mal hace años y les fue negado por diversas razones el acceso a una mejor calidad de vida, a una mejor ciudadanía. Te hablo de Empalme Graneros; de Sorrento y Cullen, que es un convenio que ya está cerrado con la Secretaría de Integración socio urbana de Nación, con un crédito internacional; de barrio Ludueña, un barrio intervenido con el Plan Abre, que se dejó a un costado cuando se reemplazó el Abre por el Plan Incluir, con lo que tuvo mucho menos fondos ya de origen.

La discontinuidad de las políticas públicas te puede perjudicar, y mucho, en una ciudad. Y esa fue la desidia que marcó, saliendo de lo que fue la pandemia, los últimos dos años y medio, tres, donde no se favoreció para nada a la ciudad, que tuvo que salir a buscar financiamiento no solamente para esos barrios, sino también ocuparse de Cordón Ayacucho, Las Flores sur, Las Flores este, que para eso está, desde luego, un municipio, paro ordenar y dar mejor calidad de vida a personas que hace años esperaban. Las Delicias, La Guardia, Antártida Argentina, otros casos que me voy acordando, que surgen, y que son los barrios que Pablo está organizando.

Nuevo Alberdi, otro, que estuvo trabado durante años. Ese es un punto que junta a dos que son contendientes, porque uno es concejal y su proyecto político nació en Nuevo Alberdi a partir de la usurpación de unos terrenos en los cuales se montó un tambo, a través de lo que fue en aquel momento el Movimiento Giros, un proceso muy largo que terminó ordenado judicialmente y acordado, con voluntad política, pero fue allanado por una gestión de la propia ciudad. Y la gestión de la urbanización de Nuevo Alberdi, con la llegada de agua y energía eléctrica, se hizo con Pablo Javkin en la Intendencia, no antes. Y obviamente, la escena y la oportunidad electoral lo coloca a Juan (Monteverde), el contendiente de Pablo, del otro lado. Empieza gestionando con nosotros y termina en la vereda de enfrente, que es la vereda de Cristina Fernández de Kirchner, de Alberto Fernández, de Omar Perotti, de Marcelo Lewandowski, de Lisandro Cavatorta, que compite conmigo. Y Juan está dentro de esa interna por más que no haya provenido del mismo partido político. Pero hizo una alianza y es parte de esa alternativa. No es la que defiende la ciudad de Rosario. La nuestra sí. Se ha peleado con gobernadores como Perotti, se lo ha planteado públicamente al presidente Alberto Fernández, cuando le pidió fondos para seguridad, inversión, y efectivos de fuerzas federales. Y no ahora, hace tres años, yo me acuerdo perfectamente de cómo fue la escena. Estaban el presidente, el gobernador y el intendente de la ciudad. Fue contundente, y sin embargo nunca se terminó de responder del todo.

Para mí acá hay dos proyectos, el proyecto de los que siempre defendieron la ciudad, se sienten rosarinos y en defensa de los intereses locales. Y el proyecto de quienes defienden un signo político, una ideología, que es un marco ideológico para edificar una propuesta de gobierno. Son dos puntos de partida completamente distintos. El nuestro es un planteo que suma a diversas fuerzas políticas, con una idea de transversalidad, de participación y de apertura. Y del otro lado es encolumnarse detrás de determinadas figuras bajo un mismo signo político. Uno puede estar de acuerdo o no, pero te voy a decir a la luz de los hechos, y acá me meto en el tema nacional, el partido que defendió históricamente defendió la bandera de la justicia social, y te digo porque vengo de una casa y una familia que es peronista, es el mismo que ha llevado a las poblaciones más dañadas y vulnerables a las situaciones económicas más tremendas.

—¿Familia peronista?

—Peronistas de diferentes épocas. Mi viejo era peronista de la década del 50, cuando él tenía 20 años. Y mi vieja es de los 70, militancia universitaria, amigos desaparecidos incluidos. Yo tuve los dos peronismos en mi casa, pero lo que siento es que últimamente los que lo representan le faltan el respeto a la bandera de la justicia social. Hablo de esta última etapa, de este último mandato, y obviamente habrán colaborado todos los gobiernos para eso desde la vuelta de la democracia para acá. Este último tramo es una cuestión casi contradictoria, como los barrios que siempre han votado un signo político le han dado lugar al fenómeno Milei.

—Milei en la celebración de su triunfo, con ese voto de los sectores populares que vos nombrás, se refirió en términos muy despectivos al concepto de la justicia social y además volvió a renegar de la frase “donde hay una necesidad hay un derecho”. ¿Cómo se explica?

—La explicación es la bronca y la desconfianza, yo creo que sacan lo peor del ser humano. Y en eso de sacar lo peor del ser humano yo creo que sacan el deseo de vengarse y castigar a quien se cree los traicionó. Y por eso el fenómeno de Milei emerge de esta manera y con esa contundencia, habiendo pisado poco el territorio y sin tener una estructura o figuras nacionales. Como ciudadano, a mí no me sorprende, porque viene del descrédito a la clase política. Milei se monta en la bronca, porque de lo primero que habla cuando surge como una figura con cierta aspiración al poder, es de la casta. Y habla de una burocracia ineficiente que se lleva todos los recursos del Estado, lo cual es cierto en algunos casos muy paradigmáticos, porque como en todas las profesiones hay buenos y malos.

Pero la realidad, como yo la veo, es que ese fenómeno está alimentado por la bronca y por la desconfianza, y por el hecho de que mucha gente se haya sentido traicionada, o como que le tomaron el pelo, o casi la bullynearon. Y de alguna manera Milei también viene diciendo que a él no lo tomaron en serio. Él supo tocar esa fibra del que se sintió traicionado o no respetado y le habló en ese registro. Conectó muy bien, ahora no coincido en absoluto con que la justicia social es una mentira, y que la frase “donde hay una necesidad hay un derecho” también es mentira. No coincido en absoluto. Me parece justamente que tenemos que tomar esto como una advertencia de lo que nos podría pasar.

Ahora fíjate el descalabro del sistema educativo, yo hablo mucho con los pibes de veintipico que me preguntan por Milei. Yo les digo que no estoy de acuerdo para nada y me dicen “eh, pero ¿por qué?”. Y ahí les explicó que ellos no vivieron la época de Menem, que quiso hacer lo mismo, un peso igual un dólar, insostenible, porque no tenemos la máquina de imprimir los dólares ni la economía que genera una demanda tan grande como para sostener esa economía dolarizada. Quedamos atados a una economía totalmente extranjera. Te dicen que van a ganar en dólares, pero no te dicen que van a ganar centavos de dólar. Porque van a pasar tu sueldo en pesos a la equivalencia en dólares, y van a ganar 100 dólares por mes, cuando en Estados Unidos no baja de 2.500, 2.800 dólares. Son realidades completamente incomparables, que terminan produciendo un estallido a los 5 o 6 años. Como en aquel caso nadie lo podía sacar porque era un factor de contención social, duró diez. Y terminó volando todo por el aire. Esto, a la larga o a la corta, termina volando todo por el aire. ¿Querés votarlo? Votalo. Te lo digo por viejo. Yo lo viví, no me lo contaron. Terminó en un descalabro y terminó en pobreza y miseria.

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