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Seisas: “Tenemos concejales que hablan mal de Rosario cuando deberían defenderla”

El actual edil y precandidato a senador retomó la necesidad de debatir la autonomía de Rosario para que la ciudad tenga control sobre las fuerzas de seguridad, destacó la importancia de urbanizar barrios y de fortalecer la educación, y cuestionó a quienes critican la ciudad con fines partidarios

Ciro Seisas ingresó a la política en 2021 cuando ganó las elecciones como concejal por el Frente Progresista en Rosario. Fue una de las caras mediáticas que se sumaba a la política en una tendencia que se profundizó en las actuales Paso. Entiende que hay un correlato. La tarea de periodista le permitió recorrer barrios, conocer y contar las problemáticas de vecinas y vecinos de la ciudad que buscará trasladar al Senado provincial donde hoy se presenta como precandidato por Arriba Rosario, el espacio que integra Pablo Javkin y Carolina Losada. En diálogo con El Ciudadano, Seisas retomó la necesidad de debatir la autonomía de Rosario para que la ciudad tenga control sobre las fuerzas de Seguridad, destacó la importancia de urbanizar barrios y de fortalecer la educación, y cuestionó a quienes critican la ciudad con fines partidarios.

—¿Qué balance hacés de tu gestión en el Concejo? 

—Pude trabajar los temas que había propuesto y de los que venía hablando. La autonomía era uno de los temas que habíamos planteado. Es un tema incómodo. Nadie realmente lo quiere hacer, por eso el Senado es clave para impulsarlo. Tenemos senadores que hace hasta 8 mandatos que están y siempre se niegan a discutir la autonomía de las ciudades que permite la Constitución Nacional. Rosario tiene un volumen y necesita que reconozcan su propia identidad con autonomía financiera, económica, educativa y en seguridad, que es lo que más le reclaman a quien no tiene las armas para resolverlo, como es el caso de Pablo Javkin. 

Pablo (Javkin) presentó el proyecto de competencias policiales que le da a los intendentes la posibilidad de exigir resultados a la Policía y está trabado en el Senado. Es un organismo que trabaja desde el 1° de mayo hasta el 1° de diciembre, sesiona poco, gestiona poco, no rinde cuentas de los fondos que tiene disponibles para hacer tareas de asistencia y de ayuda social, y traba las leyes que necesitamos para volver a caminar tranquilos. 

Como concejal hablé de capacitaciones de oficios y de coordinarlas junto con la Dirección de Empleo Municipal, eso está presentado en el Concejo y está trabajándose. Pedimos generar proyectos para enseñarles a los pibes el valor de la tierra del ambiente y tenemos el programa “Escuelas que hacen eco”; el programa “El Concejo en tu escuela” por el cual los concejales vamos a las escuelas y ahora lo queremos hacer también con la agencia de prevención de adicciones y con las experiencias de ONGs que agrupen a víctimas de adicciones. Tenemos un problema muy serio y grave en los barrios. Es necesario que los pibes no dejen la escuela y tomen contacto con estas nociones que nos parecen centrales. 

Está también el “programa Andamios”. En la campaña para concejal decía que hay que llamar pibe por pibe para que vuelva a la escuela y eso hace este programa del Ejecutivo Municipal junto con la Universidad Nacional de Rosario. Todos los proyectos que consideraba centrales los presenté y están trabajados en el Concejo y, en algunos casos, el Ejecutivo los está llevando adelante. 

La idea de darle a los pibes las herramientas, de que hay una oportunidad de vida, de que ésta es una ciudad cuyo intendente la está urbanizando en barrios postergados durante mucho tiempo, como barrio Banana, Las Flores, Nuevo Alberdi y Tablada. Son programas que lleva adelante Pablo convencido de que hay que igualar urbanizando y llevando pavimento definitivo en barrios de clase media como Empalme Graneros, Antártida Argentina, Las Delicias o La Guardia. 

Nada de eso va a tener sentido si a la población no la podemos cuidar y lo que queremos es cuidar a la gente, destrabar las leyes que nos permitirían tener las herramientas en seguridad para que se reconozca el valor y el peso que tiene Rosario, que viene enfrentando un montón de cuestiones en contra. Es una ciudad que se pone de pie sola, tiene una vida social y económica que le permite pensar que siempre puede salir a flote. Es una ciudad que tuvo un gobierno nacional y uno provincial en contra y, sin embargo, según la información de los sectores privados, el centro se recupera y el 95% de los locales comerciales están ocupados. 

—¿Cómo puede la autonomía de Rosario ayudar a mejorar la situación de inseguridad? 

—Lamentablemente tenemos concejales que jugaron tres años a confundir a la gente y a decirle que la Municipalidad tenía competencias y control sobre la inseguridad y eso es mentira. El control sobre la seguridad lo tiene la Policía. 

Para ordenar a los trapitos, otro de los temas sobre el que tengo un proyecto, o las chatarrerías, que propongo controlar y registrar la mercadería que venden, necesitamos a la Policía. El gobierno de la ciudad cerró 52 chatarrerías, detuvo en incontables oportunidades a los cuidacoches que forman parte de organizaciones criminales. Pablo llevó adelante la idea de un Código de Convivencia para tratar de limitar ese accionar, pero necesitamos que la Policía respalde. Hace 3 años y medio que pedimos más policías y recién ahora hay anuncios de la llegada de patrulleros. Que circulen y que expliquen cuál es el plan de seguridad porque pasaron 12 direcciones y 4 ministros. Hay una ausencia de planes. Salir a combatir la contingencia está bien, pero además tiene que haber una idea firme de qué es lo que se quiere hacer. Si la política va a ser de saturación policial, si va a ser devolver a instalar comisarías, si se va a continuar con el plan de los grandes precintos para que los policías puedan circular por la calle. Nunca se dijo qué es lo que se quiere hacer y ya no hay tiempo para decirlo. Si se dice ahora es tarde e hipócrita y la gente no le va a creer al gobernador Perotti. 

—Como candidato del oficialismo en la ciudad, ¿cómo analizás los discursos de campaña de la oposición que critican la actual gestión local? 

—Hay análisis y discursos que son racionales y que quieren contribuir a que todos estemos mejor y los respeto. Pero también hay análisis que hablan de romper todo en la política. Tenemos una democracia con 40 años en forma ininterrumpida y no nos tenemos que olvidar que nos costó vidas, sangre, mucho dolor y todavía no terminamos de cicatrizar. La democracia es un mecanismo que tenemos que defender todos. Que venga gente a decir que la política no sirve o que se discuten boludeces, no es cierto. Es simplemente tomar que hay bronca y decepción para sacar la tajada personal, porque los mismos que dicen que se discuten boludeces vienen a las actividades que organiza el gobierno municipal para que la gente los conozca y los vea. Es hipócrita. Si nada sirve, no sirve nada, y si sirve algo, digámoslo con responsabilidad.

—¿Qué opinás de los discursos sobre la antipolítica? 

—Entiendo que hay gente que le tiene bronca a los partidos políticos porque perdieron su rol de representatividad. Hoy la gente elige gente. Lo principal es estar limpio, poder demostrar que no tenés nada que esconder. Por eso voy al Senado, porque no tengo nada que esconder, porque considero que el Senado es una mugre, un mecanismo lento que no da explicaciones y eso no puede pasar en un órgano del Estado. Tiene que dar explicaciones, ayudar, empujar políticas e impulsar cambios si son necesarios. Eso en esta provincia hace 60 años que no pasa.

—¿Cómo ves la interna electoral? 

—Competitiva obviamente porque hay muchos candidatos. Creo que nosotros hablamos de otros temas. Me siento parte de un proyecto en el que la ciudad va a tener representación en la capital provincial y vamos a estar para reclamar por lo que todos nos merecemos que es volver a caminar tranquilos. Eso nos distingue del resto. No veo a nadie que esté hablando de que el Senado es una mugre, que hay senadores que hace 8 períodos de cuatro años que están ahí. La gente con su sentido común nos está exigiendo que tomemos eso. Es más fácil hacer lo que todo el mundo espera desde el sentido común y no perderse en las discusiones estériles, cerradas y chicas que muchas veces la política plantea como sistema. En esto hay que ser un poco antisistema y un poco incorrecto.

—Ingresaste a la política desde el periodismo y en estas elecciones se sumaron más candidatos mediáticos. ¿Qué opinás del fenómeno? ¿Te arrepentiste en algún momento de haber ingresado a la política?

—La gente necesita confiar y, en gran parte, los políticos de formación política han perdido la confianza de la gente, no es el caso de Pablo. Nunca me arrepentí, al contrario. Estoy con mucha energía y tengo muchas ganas. Estoy muy tranquilo, pero a la vez muy motivado y orgulloso de pertenecer al equipo que pelea por Rosario porque si no damos la pelea vienen por nuestra ciudad. Son las mismas personas que no nos cuidaron y que le soltaron la mano a Rosario las que se proponen como alternativas. Todo el mundo está buscando despegarse de lo que hizo antes, aún aquellos que provienen de la política y que provienen del periodismo y están en política. Están jugando a ser candidatos sin partido con una imagen neutra. No lo son. Eligieron dónde estar. Cada uno eligió dónde está y el por qué es una razón personal. 

Hay que ver también qué hizo desde el periodismo. A mí nadie me tuvo que contar cómo eran los barrios de Rosario o dónde quedaban porque yo empecé haciendo un móvil de exteriores para Radio Universidad, para Canal 4, para Radio 2, para Canal 3 durante largos años. La gente va a recordar lo último que fueron 10 años en el noticiero más visto de la ciudad, que es “De 12 a 14” pero antes yo pasé 10 años trabajando, incluso en medios gráficos, haciendo crónicas y recorriendo. Nadie me tuvo que explicar qué pasa con la gente y la situación de inseguridad porque lo viví como periodista, lo conté y lo narré. 

—¿Creés que hay un vínculo entre el periodismo desde el trabajo en territorio y la política?

—Sí, indudablemente porque cuando vos sentís el territorio como parte de algo que es colectivo te apropiás de eso, salís a defenderlo y no dejás que hablen mal de Rosario. Acá tenemos concejales que hablan mal de Rosario cuando deberían defenderla y plantarse ante sus partidos que son los que tienen hoy la seguridad. No lo hacen porque se identifican primero con el partido y después con la ciudad. Yo me identifico con la ciudad y no voy a traicionarla porque me jugué una carrera en la que estaba en lugar de comodidad, de respeto y de prestigio. Sigo expuesto pero mis responsabilidades ahora son otras y ese camino no lo puedo abandonar porque resigné algo que para mí era sagrado. Estoy en esto, pero tengo muchas ganas de seguir porque veo que hay cosas que se pueden hacer a un nivel y a una profundidad mayor y que pueden durar mucho más. 

—Además del proyecto de autonomía para que la ciudad esté a cargo de Seguridad, ¿qué se puede hacer para combatir la violencia?

—Tenemos que atacarla por todos los frentes posibles. Hacer que los pibes vuelvan a la escuela, urbanizar barrios y nos tienen que cuidar. Tiene que haber mayor investigación, mayor inteligencia criminal, entendida como la investigación del delito complejo en Rosario. Queremos que tome forma la ley que le suma fiscales y jueces al área de Rosario, que fue una promesa presidencial que todavía no hemos visto en marcha. Necesitamos más recursos para el Ministerio Público de la Acusación. Mendoza, con una población mucho menor, tiene el doble de recursos y Córdoba, con una población similar a la de Rosario, el triple. Hay que entender que el problema de Rosario es un problema nacional porque es un problema de todas las provincias, sino las provincias fronterizas no serían el colador que son. Evidentemente hay una voluntad de seguir en este rumbo y la que tenemos que corregir. 

Que los pibes vuelvan al colegio y a sentir que tienen oportunidad. Que el colegio no sea un lugar donde los pibes van a comer y recibir contención psicológica. Los docentes se juegan la vida por los pibes y se involucran cuando descubren una situación de consumo problemático o que a un alumna o alumno le ofrecen ser soldaditos de los narcos. Es muy loable, pero hay que cuidarlos. Si balean una escuela no puede ser el docente quien haga la denuncia, ése es el protocolo del Ministerio de Educación. No puede ser que el Ministerio de Educación y el de Seguridad no estén conectados, parecen compartimentos estancos y estamos jugándonos la vida de los directores de los colegios que son los que tienen que poner nombre, apellido y domicilio en una denuncia policial. Son testigos no protegidos, es ilógico e intolerable también.

—¿Qué expectativas tenés para estas elecciones y qué es lo primero que harías de entrar al Senado? 

—Lo primero que haría es proponer el debate y la votación urgente de la ley de Competencias Policiales; en segundo término, abordar, debatir y votar una reforma que nos dé más grados de autonomía; tercero, abordar el tema de los Fueros de los senadores. Si tenemos gente en la política que está en un cargo público y que está sospechado por la Justicia, tiene que poder ser investigado, allanado y que se aparte del cargo hasta tanto la Justicia dictamine si es inocente o es culpable. No puede ser un organismo político el que defina si dejan o no dejan que se investigue. 

Las expectativas son muy buenas. Creo que la gente sabe que necesita tener en el Senado a alguien que está en un equipo que pelea por Rosario. 

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