De galera y bastón. Goleadas y golazos. Siempre se ha dicho que los clásicos se juegan con el corazón, que salen partidos trabados y muy luchados, pero estos dos que se recordarán en la quinta entrega de “Clásicos en el recuerdo” dejan de lado todo aquello.
Es que primero Newell’s y años más tarde Central dieron una verdadera lección de fútbol a su rival de turno.
El 8 de octubre de 1990 se enfrentaron en Arroyito el Central que venía cumpliendo una gran campaña ante el Newell’s de Bielsa, que se terminaría consagrando campeón.
El encuentro tuvo al rojinegro como protagonista de una noche casi perfecta ya que se puso en ventaja apenas pasado el cuarto de hora, cuando Fernando Gamboa apareció solo por el segundo palo y venció a Lanari.
Con un pressing que hasta ese momento no se había visto en el fútbol nacional, Newell’s acorraló al Canalla contra su arco y llegó al segundo con un remate cruzado de Julio Zamora.
Central revivió sobre el final del primer tiempo cuando David Bisconti se aprovechó del estatismo de Scoponi y lo sometió con un tiro libre al palo del arquero.
Vale aclarar que esa noche el Gringo no llegó en óptimas condiciones ya que venía arrastrando una molestia en una de sus rodillas que lo puso en duda (iba atajar Carlos Panciroli pero a última hora se decidió que juegue Scoponi), algo que quedó en evidencia a lo largo del juego.
Cuando parecía que Central salía a quemar las naves en el complemento, Newell’s llegó al tercero antes del minuto, tras un gran desborde de Boldrini y posterior definición de Ruffini con el arco vacío.
El 3-1 se ajustaba un poco más a lo que había sucedido hasta el momento en la cancha, pero otra vez Bisconti de tiro libre y otra vez Scoponi como espectador de lujo puso el 3-2 y los corazones de todos los hinchas comenzaron a palpitar cada vez más fuerte.
Central iba por el empate, mientras que Newell’s dilapidaba una y otra vez chances para cerrar la noche.
Hasta que con todos los locales en ataque, los rojinegros aprovecharon y de contra llegaron al cuarto, cuando el Torpedo Lorenzo Saez la pinchó sobre la salida de Lanari.
Sobre el final, Bisconti, de penal, puso cifras definitivas al marcador. Fue 4-3 para la Lepra del Loco Bielsa, que con ese envión se terminaría consagrando campeón del Apertura 1990.
Trece años después, con varios clásicos importantes ganados para unos y otros, Central bailó a Newell’s en Arroyito.
Fue el 22 de marzo de 2003 con una muy buena producción en el segundo tiempo del equipo que dirigía su actual DT, Miguel Ángel Russo.
Luciano Figueroa, Mariano Messera y César Delgado marcaron en aquella oportunidad para Central, que jugadas seis fechas quedaba como único líder del certamen con 14 unidades.
Del otro lado, el Newell’s del Bambino Veira comenzaba a transitar un camino de espinas que desembocaría en la renuncia del entrenador.
Aquella calurosa tarde de marzo, Central jugó 45 minutos de alto nivel (los segundos) en los que justificó los dos goles de ese parcial y el que marcó en el primer tiempo, etapa en la que el partido sólo tuvo de clásico el marco imponente y una ocasión marrada en cada arco (Palos le tapó a César Delgado y Guillermo Marino desvió su cabezazo).
Es cierto que el cabezazo goleador de Figueroa fue la llave para una victoria amplia, pero también es cierto que el equipo de Russo manejó el partido desde el 1-0 con una soltura llamativa.
Fue tanto Central en ese segundo tiempo que se dio el lujo de exhibir un fútbol atractivo a la vista y eficaz en el marcador, tanto que pudo aumentar con un par de goles más.
*Colaboración de estadísticas
Carlos Durhand y Marcelo Melchiori