El conflicto de Refinería San Lorenzo lleva largas semanas y mantiene en vilo a unos 450 trabajadores y a sus familias. Para todos ellos será clave lo que ocurra el próximo jueves en Buenos Aires.
Ese día, a las 10, en la justicia porteña se verán las caras los accionistas de la firma Oil Combustibles, el comité de control, los síndicos y los interventores. En ese encuentro se suspendería el periodo de exclusividad y se decidirá si se inicia el proceso del artículo 48 de la ley 24552. Es decir, el concurso preventivo.
Más tarde, a las 18, en el Ministerio de Trabajo de la Nación los empleados reclamarán que se cumpla con el pago del mes de enero. “Si no sucede y no aparece la plata habrá paro en todas las refinerías del país», señaló Rubén Pérez, secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible del sur de Santa Fe.
Los petroleros ya tenían decidido activar una medida de fuerza la semana pasada, pero finalmente acataron la conciliación obligatoria decretada por la cartera nacional. De cualquier manera, recalcaron que si el jueves “no aparece la plata” irán a “un paro nacional”.
“Esta lucha es muy difícil. Acá no es un conflicto gremial tradicional donde hay una empresa que incumple con los trabajadores. Aquí hay sectores en pugna. Está el gobierno, un empresario que ha salido de la cárcel hace poco, hay una empresa intervenida y en el medio todos los trabajadores padeciendo la situación”, sostuvo Pérez, que además aclaró que la estrategia será “dar lucha” en Buenos Aires.
El conflicto se agudizó la primera semana de marzo, cuando Oil se quedó sin stock de combustibles para abastecer a su red de estaciones, resignando un mercado de 2,5 millones de litros diarios a manos de sus competidores.
Frustrado en un primer momento el acuerdo de aprovisionamiento con la firma rusa Lukoil, la empresa negoció luego con Pampa Energía y la holandesa Trafigura, dueña de Puma, nuevos convenios para mantener abastecida de naftas y gasoil a su red comercial. Sin embargo, nada prosperó.
En ese marco, diputados nacionales santafesinos ya presentaron distintas propuestas en el Congreso para que el Estado intervenga en el conflicto.
Lucila De Ponti, del PJ, ingresó una iniciativa que expresa la “preocupación” por el posible cierre de la empresa y “el riesgo ambiental que existen para la población de San Lorenzo”.
También en el proyecto –además de visibilizar la problemática y su impacto para los santafesinos– se pide la intervención “inmediata e imperiosa” del ministro de Trabajo Jorge Triaca y su par de Ambiente, Sergio Bergman, “para que tomen las medidas correspondientes que puedan facilitar la resolución del conflicto”.
Acompañaron la iniciativa las firmas de los diputados Agustín Rossi, presidente bloque FpV-PJ; Alejandra Rodenas, Nuevo Espacio Santafesino; Luis Contigiani, Partido Socialista; Silvina Frana, FpV-PJ; y Alejandro Ramos, Primero Argentina.
La historia
La Refinería San Lorenzo fue el punto de partida del polo petroquímico local. Fundada por YPF el 3 de febrero de 1938, hacia los años 50 empleaba a unos 1.500 trabajadores.
Con la desregulación del mercado, en 1990, la petrolera dejó de ser una sociedad del Estado y se transformó en sociedad anónima. La empresa pasó por varias manos: Pérez Companc y Soldati, Repsol, PeCom Energía, Petrobrás y finalmente, en 2010, fue adquirida por la firma Oil Combustibles, del Grupo Indalo.