Gustavo Raggio aseguró que se vienen quince días importantísimos para Newell’s, que incluyen el choque con River del próximo domingo en el Marcelo Bielsa y el clásico ante Central el domingo 19 en el Gigante de Arroyito.
Dos partidos trascendentales para las aspiraciones leprosas en el campeonato y para el ánimo rojinegro en general. Pensando en esos compromisos, la Lepra retomará los
trabajos hoy por la mañana en el complejo Bella Vista.
Una constante en este semestre han sido las lesiones y la incidencia que han tenido en el armado del equipo. En cada semana, el cuerpo técnico ha tenido que evaluar a distintos jugadores antes de definir al once titular. La previa al choque ante River no será la excepción.
Víctor López fue preservado ante Quilmes por una molestia en el cuádriceps y será sometido en la semana a estudios complementarios para determinar si puede estar el domingo frente al Millonario. Mientras que Mauricio Tevez sumó 25 minutos contra el Cervecero luego de cuatro semanas sin competencia y tiene chances de regresar al equipo titular este fin de semana.
En tanto, Diego Mateo e Ignacio Scocco comenzarán la semana trabajando de manera diferenciada. Pomelo se recupera de una molestia en uno de los dedos del pie derecho y será evaluado día a día. Mientras que Nacho no jugó los últimos dos encuentros por una distensión en el aductor derecho (el mismo que se había desgarrado en el arranque del torneo) pero tiene mayores chances de regresar, siempre y cuando responda a las exigencias de la semana.
En cambio, Marcos Cáceres y Víctor Figueroa no llegarán al próximo partido. Ambos se desgarraron y sólo el volante podría ser considerado para el clásico frente a Central.
En cambio, el paraguayo fue reemplazado en el primer tiempo con Banfield en el Parque y tiene para tres semanas de recuperación.
“El fútbol que nos gusta”
Leandro Fernández valoró el punto que Newell’s sacó el domingo en Quilmes porque el equipo por momentos se reencontró con su mejor juego y, sobre todo, por el estado en el que estaba la cancha del Cervecero por la lluvia caídas en Buenos Aires.
“Es complicado analizar este partido. Creo que jugamos bien y por momentos mantuvimos la pelota en el piso que era difícil. Fue complicado porque estaba complicado para rechazar las pelotas; pararlas tampoco era fácil. Cualquier pelotazo te metía adentro del arco y en una cancha chica como la de Quilmes eso no te favorece. Por eso creo que el punto suma por cómo estaba la cancha”, consideró el defensor rojinegro.
Y agregó: “Tenemos que recuperar el estilo y en eso estamos trabajando todos los días. Sabíamos que iba a ser difícil por el campo de juego y nos tuvimos que adaptar. Hicimos el fútbol que nos gusta a nosotros y eso nos deja conformes, aunque queríamos ganar”.
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