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“Señalizar sitios usados para torturar es refrescar la memoria”

Lo dijo el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, en el ex Destacamento y Batallón de Comunicaciones 141, ubicado en la ciudad de Córdoba, que se convirtió en el sitio señalizado número 101.

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, aseguró que la reparación histórica también consiste en marcar los lugares por donde transitan cotidianamente los argentinos y que, durante la última dictadura, estuvieron al servicio del terrorismo de Estado, al señalizar en Córdoba el sitio de memoria número 101 del país.

«Esto forma parte del compromiso que asumió el gobierno nacional con los derechos humanos de que todos los días tratemos de reparar y la reparación está también en la marcación, para que la sociedad sepa qué sucedió en determinados lugares físicos por donde transitamos todos los días», aseguró el funcionario nacional al señalizar el sitio donde funcionó el ex Destacamento y Batallón de Comunicaciones 141, en la capital cordobesa.

«Por un deber moral, ético, corresponde que todos sepan que, en estos lugares, en otros tiempos, el Estado cometía crímenes de lesa humanidad. En estos tiempos, en cambio, reparamos con democracia, con alegría y con memoria. Con las de Córdoba de hoy, suman 101 las señalizaciones en todo el país», aseveró el funcionario, que durante la mañana de este lunes 15 de diciembre había «marcado» la Unidad Penitenciaria N° 1 (UP1), en la capital mediterránea.

En alusión a los políticos de la oposición, que instan a cerrar la etapa de los derechos humanos, como Sergio Massa y Mauricio Macri, sin nombrarlos, Fresneda dijo: «A pesar de todos los necios, seguiremos trabajando por una Argentina que tenga más memoria y más justicia».

«Que sepan que el sufrimiento de los argentinos en otros tiempos hoy es entendido como la memoria fuerte que todos los días nos da ánimos para seguir. Los argentinos perdimos mucho durante todos esos años. Esto forma parte de la manera institucional que tienen los estados democráticos para no olvidar y para generar las herramientas de no repetición de tales hechos», enfatizó Fresneda.

Fresneda recalcó que estas señalizaciones de sitios que antes fueron empleados por el terrorismo de Estado forman parte de una «política pública», que busca que la sociedad sepa, «a través de herramientas pedagógicas», lo que sucedió, porque «no todo el mundo pudo conocer» en detalle lo que pasó, por lo que «es importante dejar estas huellas».

Por su parte, Miguel Baronetto, que fue secuestrado y torturado en distintos centros clandestinos de detención de personas y que estuvo en la UP1, expresó que «señalizar estos sitios que fueron lugares de torturas, de exterminio, es refrescar la memoria de lo que ocurrió en estos establecimientos».

«Eso es trabajar por la memoria pensando en el futuro, porque combatir la impunidad, dejar estas marcas (señalización) en relación con los derechos humanos es una manera de transmitir un mensaje por una sociedad sin impunidad», insistió Baronetto, que agregó: «Estas historias del horror no fueron vividas por las nuevas generaciones. Por lo tanto, si no las relatamos, si no la refrescamos, van al olvido».

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