Esta semana la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el gobierno provincial colocaron carteles por Memoria, Verdad y Justicia en dos lugares emblemáticos de la represión durante los años de Terrorismo de Estado.
El primero de los actos fue el lunes en la Base Aérea Reconquista, espacio donde funcionó un centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura. Según testimonios, allí permanecieron secuestrados hombres y mujeres que luego fueron liberados, llevados a otros centros clandestinos o a distintas unidades penitenciarias del país. Los militares y policías responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos en este predio fueron condenados por el Tribunal Federal de Santa Fe en 2013 y 2017.
De la actividad participaron el secretario Horacio Pietragalla Corti; la directora Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol; la secretaria de Derechos Humanos de Santa Fe, Lucila Puyol; la subsecretaria Anatilde Bugna; la directora de Memoria, Verdad y Justicia de la Provincia, Valeria Silva; y el secretario de Cultura y Deportes del Municipio de Reconquista, Lucas Ferro.
“Nosotros estamos acá porque hubo decisión política de hacer una reparación en materia de derechos humanos, y que esto sea una política de Estado, que abrazó la causa de los ex detenidos, de los familiares, de las Madres y Abuelas”, señaló Pietragalla en la apertura de la ceremonia y afirmó que “el mejor homenaje que le podemos hacer a aquellos que no están entre nosotros es defender este proyecto político, porque lo peor que le puede pasar a la Argentina es que vuelva un gobierno neoliberal”
Seguidamente tomó la palabra el nieto restituido José Luis Maulin Pratto, que compartió la historia de su lucha por recuperar su verdadera identidad y reencontrarse con sus padres y hermanos.
La segunda marcación se llevó adelante el martes en la Unidad Penal de Coronda, donde permanecieron detenidas más de mil personas perseguidas por razones políticas y sindicales desde 1974 y, con mayor intensidad, durante el terrorismo de Estado. A partir del golpe del 24 de marzo, la cárcel quedó bajo el control operacional de la Gendarmería Nacional y los presos políticos fueron sometidos a un régimen de exterminio físico, psíquico y moral. Además fue un lugar de “legalización” de los detenidos-desaparecidos que provenían de distintos centros clandestinos, y de alojamiento de presos políticos provenientes de otras unidades penales.
En el acto estuvieron presentes funcionarios nacionales y provinciales, junto a referentes de organismos de derechos humanos, ex presos políticos y organizaciones sindicales de la provincia.
La señalización de los ex centros clandestinos de detención y de otros lugares donde sucedieron hechos emblemáticos durante el terrorismo de Estado, en el marco de lo establecido por la Ley Nacional N° 26.691, es una política que lleva adelante la Secretaría de Derechos Humanos con el objetivo hacerlos visibles y expresar en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar los delitos allí cometidos, acompañar el juzgamiento de sus responsables y efectivizar el reconocimiento hacia las víctimas y sus familiares.