Por localidades agotadas el pasado sábado, Demi Carabajal regresa a la ciudad para continuar mostrando su disco Más De-mí. El material que aspira a la fusión de géneros con identidad argentina podrá escucharse esta noche, a partir de las 22, en el Aserradero (Montevideo 1518).
En esta oportunidad y tal como había sucedido la semana pasada, el músico perteneciente a una de las familias más reconocidas del género estará acompañado por Rodrigo Machuca en bajo, Martina Ulrich en batería y coros y Pampi Torre en guitarra y coros.
“Me preguntaba cuándo me iba a tocar eso de «a pedido del público», ahora me tocó y lo estoy viviendo con mucha emoción y responsabilidad”, dijo con alegría Demi Carabajal en diálogo con El Ciudadano.
Más De-mí, su primer material de producción totalmente independiente, incluye los temas “Soy pueblo y originario”, “Tilcara” y “Volver a vos”, temas que Demi compuso junto a Daniel Patanchón; “Vida”, “Nocka munami” y “Sueño de la algarroba”, en los que compartió la autoría con Marcelo Mitre y cuatro composiciones de Demi y Martina Ulrich: “Sonriente jardín”, “Habitantes de mis sueños”, “Símbolo universal” y “Manos de cristal”. Además de “La canción para después”, de Demi y Dipi Carabajal; “Taki nuna”, con Pachi Alderete; “Por los caminos”, con Manuel Orellana y “Padre de mi corazón”, junto a su hermano Peteco Carabajal.
“La convocatoria a otros artistas tiene que ver con la conexión que tenemos, con que están siempre dispuestos, es gente con la que prácticamente nos criamos juntos; con algunos trabajamos juntos; otros forman parte de mi familia (risas). Fui trabajando con gente que en verdad me conoce, por suerte tengo amigos con ese talento. Por eso estoy muy feliz con este trabajo que hemos hecho, un material que se hizo esperar pero que valió la pena”, dijo Carabajal al tiempo que destacó la participación como compositora, productora y musa de Martina Ulrich: “Con ella pasó algo muy particular, fue imprescindible, estamos muy felices de haber concretado este trabajo juntos, un trabajo que demuestra que siempre se puede confiar en la capacidad de alguien que, a lo mejor, no tiene experiencia. Pero el trabajo que hicimos tiene que ver con lo mucho que nos conocemos, con que supo captar lo que yo sentía por lo que estaba haciendo y lo que quería mostrar”.
En un recorrido por el material es posible detectar la acentuación de la marca rockera que ya es parte de la identidad de Demi; una impronta que convive con su raíz relacionada al folclore santiagueño. “No me defino ni como folclorista ni como rockero sino que intento buscar un lugar de músico santiagueño para amenizar un poco la relación entre los rockeros y los folcloristas. Si alguien quiere tomar lo que hago como un enlace entre los dos géneros está bien, aunque también incorporo cumbia y música del altiplano, entre otros sonidos. Lo importante es que la inspiración y la imaginación sigan evolucionando y brotando, lo demás viene solo. La canción misma es la que va indicando qué ritmo tiene que tener, además no busco tampoco la algarabía del público sino que intento respetar las canciones. Que alguien se me acerque y me diga que se había alejado del folclore y a través de mi música volvió al género o lo conoció, para mí es impagable”, refirió el músico al tiempo que rememoró: “Los dos bandos (el rock y el folclore) se fueron abriendo uno con el otro. En ese proceso tuvo que ver Divididos, que comenzó a incorporar, en los 90, algunas chacareras, a mostrar cosas relacionadas a los géneros tradicionales argentinos. Más atrás M.P.A (agrupación que surgió en 1985 y que integraban el Chango Farías Gómez, Rubén Mono Izarrualde, Verónica Condomí, Peteco Carabajal y Jacinto Piedra) ya había abierto una brecha hacia el rock en los 80. Todo lo que estamos haciendo ahora, lo hemos aprendido de ellos”, concluyó respecto de toda una gama de compositores e intérpretes que estan emparentados en la búsqueda de la renovación del folclore entre los que se encuentran Daniel Patanchón, Marcelo Mitre y Manuel Orellana, entre otros.
