Por: José Odisio
“Si las cosas no se dan vamos a tomar una decisión, pero no será esta semana. Siento que tengo fuerzas y será muy importante el partido con Arsenal. Estoy convencido de que con trabajo vamos a salir de este mal momento. Que nadie tenga dudas de que voy a continuar”. Las palabras de Roberto Sensini tras la derrota ante River dejaron en claro que el técnico rojinegro apuesta a su continuidad, aunque también establecen un plazo que el mismo Boquita señala: el partido ante Arsenal.
Hoy Sensini tiene el respaldo absoluto de los directivos que creen que una salida del técnico sería un golpe duro para una conducción que en algún momento prometió mantener la estructura de fútbol sin importar los resultados. El entrenador tiene además el apoyo del plantel, más allá de que la comunión no parece la misma de hace pocos meses. Y por si fuera poco, Boquita tiene una firme convicción de que está capacitado para salir de esta crisis. Pero más allá de todo esto, el problema de Newell’s son los números, negativos por donde se los mire, cuatro puntos sobre veintiuno es una cosecha paupérrima y si la Lepra no levanta cabeza frente a Arsenal, la suerte del entrenador podría estar echada.
No hay dudas que la campaña de la Lepra en este inicio del torneo Clausura está lejos de lo que podían imaginar los más pesimistas. Cuando Sensini dijo en el final de la pretemporada “nos va a costar ganar” no se trataba de un presagio sin sustento, como tampoco las expresiones que molestaron a algunos directivos de Sebastián Peratta cuando expresó: “Jugamos entre nosotros y salimos cero a cero”. Esos malos augurios estaban orientados a la pobre producción ofensiva del equipo en los amistosos de verano, una continuidad de lo sucedido en el final del año pasado. Pero lo que nunca imaginaron el cuerpo técnico y el plantel es la endeblez defensiva mostrada en estos primeros partidos, producto de desaciertos, distracciones y actuaciones individuales inexplicablemente bajas. Hoy la Lepra es el equipo más vapuleado del torneo con 15 goles en contra en siete partidos, una marca que habla por sí sola y exime de cualquier comentario.
Esos 15 goles recibidos por Sebastián Peratta en este inicio, ya superan los 14 tantos que recibió el arquero en todo el torneo pasado. Y si el mayor poderío de este equipo fue siempre la solidez defensiva, de más está decir que esta vulnerabilidad es el principal motivo para estar donde está en la tabla (apenas por encima de All Boys y Quilmes).
Otro dato preocupante son los goles que recibió el equipo en los primeros tiempos. Once de los quince tantos en contra llegaron en la primer parte de cada partido. La Lepra sólo resistió un cotejo sin recibir goles en el primer tiempo y no por casualidad fue su único triunfo del certamen (2-1 ante Lanús).
No hablar de la escasa cosecha del equipo fuera de casa. Newell’s acumula diez partidos sin ganar de visitante, con cuatro empates y seis derrotas. La última victoria en esa condición fue en la 6° fecha del torneo Apertura, 2-1 ante Argentinos. En ese tramo de diez partidos apenas anotó dos goles.
Claro que este presente no parece casual. Es casi un proceso de decantación que empezó a notarse a partir de la eliminación del equipo en manos de Liga de Quito por los cuartos de final de la Sudamericana. A partir de ese partido la Lepra disputó 13 cotejos, con apenas dos triunfos (Boca y Lanús), dos empates y 9 derrotas, con una efectividad del 20 por ciento, muy lejana al 48 por ciento que acumula Sensini desde que asumió en el Parque en enero de 2009.
Lejos de encapricharse, el propio Sensini trató de encontrar soluciones dentro del escueto plantel con el que cuenta. A pesar de no ser un técnico propenso a cambiar demasiado, en estos primeros partidos Boquita fue contra sus propios principios y buscó variantes tácticas y de nombres. En estas primeras siete fechas el entrenador varió el sistema defensivo entre línea de tres y de cuatro, jugó con Bernardi de enganche mentiroso, con doble enganche, con doble cinco, y hasta se animó a poner en cancha tres delanteros de área, como sucedió en el final de los últimos dos partidos donde convivieron en el campo de juego Bieler, Cobelli y Almirón.
Sensini ya utilizó 22 futbolistas, una cifra inusual para su manera de trabajar. Apenas no vieron minutos en cancha el “borrado” Sebastián Taborda, el arquero Nahuel Guzmán, Leandro Velázquez, Mauricio Scaglia y el lesionado Leonel Vangioni. Es más, el entrenador hizo debutar en este certamen a Lorenzo Faravelli, un pibe de 17 años que promovió este año, y al que “iban a llevar de a poco”.
Un detalle significativo es que sólo cuatro futbolistas estuvieron en los siete partidos, Peratta, Schiavi, Sperduti y Bieler, otra muestra clara de que el técnico no pudo encontrar el equipo, ni siquiera la famosa columna vertebral donde se sustenta muchas veces cualquier formación.
La convicción de Sensini para salir de esta crisis seguramente está, el mismo entrenador se mostró “entero” en el vestuario del Monumental tras la derrota y así lo expresó. Pero los números ya no resisten ningún análisis y si no aparecen los resultados, el técnico mismo dará un paso al costado. “Siento que tengo fuerzas y será muy importante el partido con Arsenal”, el propio Sensini ya puso fecha y hora para el cotejo que puede definir su futuro.